El corazón (roto) del bosque
Crítica de Teatro
La desaparición de un gato lleva a una agente rural a conocer a la familia que denuncia la pérdida del felino: un padre exageradamente irascible, un hijo y una hija que son hermanastros
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Crítica de teatro
'Malamort'
- Autoría y dirección Daniela Feixas
- Escenografía Anna Tantull
- Iluminación Sylvia Kuchinow
- Vestuario Bàrbara Glaenzel
- Sonido Judit Farrés
- Coreografía Nuria Legarda
- Intérpretes Abril Julien, Josep Julien, Marta Marco, Marc Soler Rull
- Lugar Sala La Béckett, Barcelona
En el bosque se respira aire puro y la vida en un pequeño pueblo es tranquila, reza el tópico, lo que Flaubert llamó «ideas recibidas». Bosque y pueblo de cuatro calles, la circunstancia de 'Malamort' de Daniela Feixas (Torrelavit, 1973). La desaparición de ... un gato lleva a una agente rural a conocer a la familia que denuncia la pérdida del felino: un padre exageradamente irascible, un hijo y una hija que son hermanastros. Es entonces cuando podemos darle la vuelta a la idea recibida. En el bosque palpita un corazón con la taquicardia de la ansiedad: en su seno habitan demonios familiares. La vida en un pequeño pueblo depara el aire viciado de una prisión y conduce a una mala muerte.
Porque el thriller rural de Feixas, como su título indica, es un pueblo de mala muerte que inspiró algún episodio de su infancia y adolescencia de los años setenta y ochenta cuando pasaba los veranos entre la comarca del Alto Panadés y Los Monegros. Un microcosmos de leyendas, ideas recibidas tan duras e inconmovibles como una roca. Y la moralina del 'qué dirán', a veces resuelta con el ostracismo social o, las peores veces, una escopeta de caza.
El cuerpo actoral está bien compenetrado: Josep y Abril Julien, pareja e hija de la autora en la vida real, encarnan al padre escudado en sus creencias para no tener que baremar una realidad que lo desborda y la hija que intenta huir de una casa que la ahoga en busca de una madre que se fue. Completan el reparto la siempre solvente Marta Marco como la agente rural que pidió ese destino maldito y Marc Soler Rull en el papel de hermanastro con escopeta al cinto.
En 'Malamort' detectamos trazas de 'Solitud' de Víctor Català (la opresión de la montaña) y de las 'Cumbres borrascosas' de Emily Brontë (esa relación lasciva y violenta de los hermanastros). Ingredientes clásicos destilados para la digestión popular, desarrollo en algún momento esquemático de un thriller de hora y media. Lo más relevante de la pieza de Feixas es el desasosiego de unos personajes que presienten su desgracia en el corazón (roto) del bosque. Conmueven.
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