Blanca Li y William Christie ponen en pie la ópera más corta

Los Teatros del Canal, en colaboración con el Teatro Real, estrenan una nueva producción de 'Dido y Eneas', de Henry Purcell

Evi Keller, William Christie y Blanca Li, en los Teatros del Canal Tania Sieira

«No conozco ninguna otra música que consiga crear una atmósfera tan dramática y extraordinariamente viva en tan poco tiempo». Son palabras de William Christie sobre 'Dido y Eneas', de Henry Purcell, una ópera que el músico francés de origen estadounidense presentará ... con Les Arts Florissants, la formación que creó Christie hace más de cuarenta años, entre el 17 y el 22 de enero en los Teatros del Canal. La producción, en la que colabora el Teatro Real -y coproducen también los franceses Théâtre Impérial de Compiègne y Château de Versailles Spectacles y el Liceo barcelonés-, cuenta con la dirección escénica y la coreografía de Blanca Li, que ha convertido el montaje en una ópera-ballet. «Los bailarines -dice- expresan las emociones y los sentimientos de los personajes que interpretan los cantantes; no es danza narrativa». «El aspecto visual es muy importante -acota Christie-; desde el principio fue una ópera bailada, la música deja espacio para la danza».

La relación -amorosa- entre William Christie y 'Dido y Eneas' tiene más de sesenta años, confiesa el músico, nacido en Búfalo (Estados Unidos) en 1944, pero afincado en Francia, y nacionalizado francés, desde hace medio siglo. «La escuché por primera vez muy joven, en la Universidad -cuenta-, y junto a Les Arts Florissants la he dirigido con al menos diez directores de escena diferentes. Me encanta la ópera, y es una de mis mejores experiencias en el género».

'Dido y Eneas' es una ópera compuesta por Henry Purcell sobre un libreto de Nahum Tate, que se basa en el libro IV de la 'Eneida' de Virgilio -en el que la reina Dido se enamora de su huésped, el héroe Eneas-, y que se estrenó en Londres en 1689. Apenas dura cincuenta minutos (es, posiblemente, una obra inacabada), y tanto William Christie como Blanca Li coinciden en admirarse de cómo en tan poco tiempo consigue Purcell concentrar tanta energía y tanta emoción -«¿qué habrían hecho en esos cincuenta minutos Wagner o Handel?», bromea el músico-. «Es una ópera de una belleza inigualable -añade Blanca Li-. Es esencial, las emociones se expresan con una gran intensidad y no tiene espacios vacíos. La puesta en escena trata de favorecer esa emoción y destacar a través de la danza todo aquello que el libreto y la música no llegan a contar».

Para compensar al público la escasa duración de la obra, músico y coreógrafa han añadido como preludio una pieza del propio Purcell: 'Celestial music did the gods inspire', compuesta el mismo año que 'Dido y Eneas'. «Normalmente le suelo añadir 'Acteon', una obra de Charpentier, un compositor que influyó mucho en Purcell, aunque éste no salió nunca de Inglaterra», explica el director de orquesta. Blanca Li ha integrado esta parte en su puesta en escena. «Está tratada como parte de la obra, no como otra distinta -dice-. Hablé con Christie porque quería una obra que sirviera para entrar en 'Dido y Eneas', y ésta me parece perfecta para reflejar el estado de efervescencia emocional y pasional en que se encuentran los dos personajes al principio de su enamoramiento».

Materia-Luz

La artista alemana Evi Këller completa el triángulo creador de esta producción de 'Dido y Eneas'. Suyas son la escenografía, las esculturas-vestuario de los cantantes solistas y la creación 'matière-lumière' (materia-luz). Ésta es precisamente la especialidad de Evi Këller, y a ella dedica su trabajo desde hace veinte años. Según ella misma explica, se trata de la «transformación de la materia a través de la luz». La escenografía la componen «cinco 'velos', cinco instalaciones animadas por la luz y que 'leen' la partitura de Purcell». Aunque usa la palabra 'velos' para referirse a su obra, en realidad son piezas realizadas con un material creado por ella misma que reacciona a la luz. Evi Keller también firma el vestuario de los tres protagonistas, que se convierten en esculturas que se funden con los 'velos' de la escenografía.

Los tres protagonistas son Lea Desandre (Dido), Renato Dolcini (Eneas) y Ana Vieira Leite (Belinda). El segundo encarna también a la Hechicera. «El cambio de género no era importante en el Barroco, era habitual en aquella época..», «Pero estoy seguro -sonríe con picardía- que Renato estará encantado, porque el de Eneas es uno de los papeles más cortos de la historia de la ópera».

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios