De vuelta al lugar del crimen
De vuelta al lugar del crimen
Quentin Tarantino ha filmado una de las escenas centrales de «Inglourious basterds» en la misma calle, el mismo bistrot, el mismo comedor, donde otros oficiales de la Wertmacht, otros judíos resistentes, otros judíos deportados, otros niños judíos, ya se cruzaron hace medio siglo, camino de ... los campos de la muerte, perdidos en una ciudad tomada por las fuerzas de ocupación, París, rue Championnet.
A finales de los años 30 del siglo pasado, en torno a las calles Championnet y Ordener hubo un barrio judío donde encontraron refugio, provisional, desterrados de distintas patrias víctimas de la marea negra racista, totalitaria. En el número 72 de la rue Championnet fueron detenidos varias decenas de niños judíos, «víctimas de la barbarie nazi y el gobierno de Vichy», dice hoy una placa conmemorativa en la puerta de la misma escuela, donde hoy se cruzan niños judíos, musulmanes, católicos... En el número 58 de la misma calle fue detenido Marius Lefebvre, internado en Frenes y Compiégne, antes de ser deportado a Matzwillell -Dachau- Weimar, para morir en el campo de Dora. Ironía trágica de la Historia. En el mismo edificio, una tienda se llama hoy «El granero de los campos».
En el 112 había un restaurante-bistrot, La Renaissance. Allí sigue. Allí filmó Claude Chabrol otra escena con Jodie Foster, que comparte su vida como puede, entre un resistente francés y un industrial alemán. Es en ese mismo lugar donde Tarantino filmó una de las escenas centrales de «Inglourious basterds», donde una joven judía alternará con oficiales de la Wertmacht; ella, víctima, primero, superviviente, después, para convertirse en vengadora de los crímenes cometidos contra ella, su familia, su pueblo.
«Yo estuve en Alicante, en el Campo de los Almendros», me dice monsieur Franck, tomando una copa en La Renaissance, recordando: «Luego estuve en Orán. Más tarde en el maquis. Ahora vivo en esta calle. Es curioso que usted venga aquí y tomemos una copa juntos».
Ver comentarios