Las reveladoras cartas de Antonia Mercé, la «revolucionaria» de la danza española
Cultura publica el «Epistolario» de la bailarina y coreógrafa Antonia Mercé «La Argentina», que incluye cartas a figuras como Manuel de Falla; Joaquín Nin, Ignacio Zuloaga o Jacinto Benavente
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Iniciar sesiónAntonia Mercé, «La Argentina» (había nacido en Buenos Aires y con este nombre se anunciaba), es una de las figuras clave de la historia de la danza española. Ella sentó las bases de lo que después Mariemma -que profesaba por ella una admiración ... rayana en la adoración- sistematizó y convirtió en las cuatro ramas del baile español; flamenco, folclore, escuela bolera y danza estilizada. «Antonia trajo la gran revolución a la danza española -escribió Mariemma en su tratado «Mis caminos a través de la danza»-, que curiosamente no llegó entonces a España, como no llegaba la pintura de Picasso , la música de Falla ni la obra de otros tantos talentos españoles que se habían hecho famosos en París».
La Argentina, que desarrolló su arte en el primer tercio del siglo XX -nació en Buenos Aires el 4 de septiembre de 1890 y murió en Bayona en una fecha muy significativa: el 18 de julio de 1936-, vivió rodeada de grandes figuras de la música, la pintura o la literatura que conformaron que aquellos años se denominaran la Edad de Plata de la cultura española. Y en la danza Antonia Mercé fue la punta de lanza, dejando una estela que siguieron Encarnación López «La Argentinita» , Vicente Escudero y, más tarde, Pilar López , Antonio Ruiz Soler , Antonio Gades y, sobre todo, su principal «heredera» artística, la mencionada Mariemma.
El Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (Cdaem) publica ahora, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un revelador trabajo (de acceso digital): el « Epistolario Antonia Mercé «La Argentina» », que recoge más de dos centenares de cartas, postales y telegramas de la bailarina. La directora de la edición es Idoia Murga Castro , del departamento de Historia del Arte y Patrimonio del CSIC, y que ya fuera la responsable de la magnífica exposición -y un libro-catálogo consecuente- «Poetas del cuerpo: la danza de la Edad de Plata», que se presentó hace un par de años en la Residencia de Estudiantes.
Los nombres de los destinatarios de esta correspondencia no dejan lugar a dudas de la relevancia cultural que tenía Antonia Mercé y, por extensión, la danza española, que en cierto modo seguía el modelo que implantó Sergei Diaghilev ; es decir, implicar en las creaciones coreográficas a los mejores músicos, los mejores literatos y los mejores artistas plásticos. Entre estos destinatarios se hallan músicos consagrados como Manuel de Falla, Joaquín Nin, Ernesto Halffter y Óscar Esplá ; pintores y diseñadores como Ignacio Zuloaga, Néstor o Gustavo Bacarisas ; escritores como Cipriano de Rivas Cherif, Jacinto Benavente y Tomás Borrás ; empresarios, directores y críticos como Jacques Rouché, Eugène Cools y André Levinson ; y, naturalmente, bailarines e intérpretes como Vicente Escudero, María Ruanova y Emilio Camacho . «Se rodeó -dice Idoia Murga Castro- de destacados intelectuales y creadores, con cuyo respaldo fue configurando un personaje público elegante, moderno y cultivado. Esta intelectualización de las propuestas de Antonia Mercé resultó clave para entender su impacto, especialmente a partir del estreno de la versión de ballet de « El amor brujo ». de Manuel de Falla, que La Argentina coreografió y protagonizó en París en 1925, y que sirvió de trampolín para la configuración de su propia compañía, Les Ballets Espagnols, cuyo primer espectáculo se estrenó dos años después».
Especialmente significativas son las notas enviadas a Manuel de Falla con motivo del estreno parisino de esta obra. En una de ellas, que Idoia Murga Castro fecha en el 19 de mayo de 1925 (la cabecera solo pone «mañana del martes»), se lee: «Querido maestro y amigo: Ahora mismo le he telefoneado a usted y no he tenido la fortuna de encontrarle pues llaman a su habitación y no contesta. Enseguida le envío este [ilegible] para informarle del estado de todo lo que ayer hablamos. Ensayo de orquesta; no puede ser hasta el jueves a las 2 de la tarde, y no seguro pues se les ha convocado, pero ahora veremos si los profesores están libres. Espero que esta tarde habrán llegado las contestaciones y podré decirle algo seguro. Las butacas las tendré esta tarde y se las enviaré a Vd. al hotel . No son de muy cerca pues solo hay ya en la 12 o en la tercera, pero muy de lado. Lo siento. Con mi afecto y devoción, Argentina».
Antes de ese estreno, sin embargo, explica Murga Castro que «La Argentina» llevaba más de una década codeándose con destacados escritores, pintores y músicos españoles cuyas colaboraciones ayudaron a entender que las obras de danza podían considerarse al mismo nivel artístico que las de la literatura, la pintura, la música o la escultura, y ser dirigidas por una mujer».
El epistolario, fechado entre 1915 y 1936 , y que según la responsable de la publicación «ofrece una imagen más compleja de la personalidad de Antonia Mercé, más allá de la que nos ha llegado como resultado de su cuidada imagen propagandística y de sus declaraciones a la prensa», incluye las cartas que en su nombre escribió Arnold Meckel , su representante; proceden, explica Idoia Murga Castro, «de más de una quincena de instituciones públicas y privadas». En algunas de ellas figura un anagrama, AMA, realizado con las iniciales de su nombre: Antonia Mercé Argentina.
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