Drácula, una estrella del rock del siglo XXI

«He traído a Drácula al año 2020 y lo he convertido en una estrella del rock», cuenta Paso, perteneciente a una ilustre saga de nuestro teatro, que emparenta a través del protagonista de la función, Jacobo Dicenta , con otra familia también de largas raíces escénicas. «¿Y si Drácula no pereció, atravesado su corazón por el cuchillo de Quincey P. Morris ? -dice el autor y director-. Al fin y al cabo, el verdadero poder de un vampiro reside en que nadie cree en su existencia... En esta historia, Drácula está en su castillo de Transilvania en 1897, junto a Jonathan Harker ; pero también, en la antigua Valaquia, en 1462, enamorado de una princesa tristemente emparedada; pero también, en Londres, en 1898, fascinado por Mina y enfrentado al profesor Van Helsing ; pero también, en Madrid, en 2020, convertido en estrella de rock. “Drácula. Biografía NO autorizada”, basada en la novela de Bram Stoker , es un viaje sin retorno a lo que ya sabíamos de Drácula y a algunas cosas más que nadie imaginaba».

De su vampírico conde dice Jacobo Dicenta que está «muy humanizado. Siempre se le ha presentado como un ser carente de sentimientos, pero 573 años dan para mucho; aparece en el siglo XXI desolado y perdido, y también lleno de humanidad». «Es, también, un Drácula muy gamberro », apostilla Ramón Paso.

Junto a Dicenta, componen el extenso reparto de esta versión -«de ritmo cinematográfica pero profundamente teatral , sin efectos especiales», dice su autor- Ana Azorín, Juan Carlos Talavera, Inés Kerzan, Ángela Peirat, Jordi Millán, David Degea, Ainhoa Quintana, Lorena De Orte, Guillermo López-Acosta y Laura De La Isa.

«Drácula -concluye Ramón Paso- es la esencia de todo lo incorrecto, de lo que no se puede hacer, en contraposición a Van Helsing; es la fantasía, lo oscuro, la naturaleza. Es el que “aúlla contra la luna”; en definitiva, es el chico malo».