Cazado por un Leone y...

cazado, leone

Sergio Leone conoce al hombre silencioso

El director italiano llama a Clint Eastwood para protagonizar «Por un puñado de dólares», y fue cuando el actor encontró una imagen que, en cierto modo, ya no le abandonaría nunca. Tras el gran éxito que obtuvieron, Leone declaró ... en una ocasión: «Yo necesitaba más una máscara que un actor, y en aquel tiempo Eastwood sólo tenía dos expresiones: con sombrero o sin él».

La obsesión por el Óscar

Durante muchos años y muchos éxitos, Eastwood estuvo obsesionado con el Oscar, hasta el punto de insistir en que alguien como él nunca sería nominado en ninguna categoría. «Nunca ganaré un Oscar, y ¿sabéis por qué? En primer lugar, porque no soy judío; en segundo lugar, porque gano demasiado dinero para todos esos viejos pelmazos de la Academia. Y en tercero, y esencial, porque me la trae floja»... Eastwood, que en otros temas se podría considerar un visionario, demuestra en éste que su profunda mirada se le quedó corta.

Clint Eastwood contra Spike Lee

En el Festival de Cannes de 2008, donde acudió Eastwood con «El intercambio» y con una embarazada Angelina Jolie, tuvo el director Spike Lee la ocurrencia de criticar públicamente a Eastwood por no haber incluido ni un solo soldado afroamericano en su doble visión de Iwo Jima. «Dos películas sobre esta batalla -dijo Lee- y no se ve ni un solo actor negro». Clint Eastwood disparó entre ceja y ceja: «¿Ha estudiado Historia Spike Lee?... ¿Se quejó cuando hice «Bird»?... Un tipo como él debería cerrar el pico». Fin del primer asalto. Cuando anunció hace unos meses que haría una película sobre Nelson Mandela («Factor humano»), un periodista le preguntó si se ceñiría a los hechos históricos. Siempre listo para desenfundar, Eastwood le dijo: «Sí. No pienso convertir a Nelson Mandela en un blanco».

El «asesino» que no mata ni una mosca

El novelista Warren Murphy, con quien trabajó en el guión de «Licencia para matar», cuenta que en su primera entrevista con Eastwood sólo conocía a su personaje, el de alguien que se dedica a matar gente, y que se sorprendió al verlo terminar sus veinte minutos de meditación trascendental en su despacho. Y que, mientras hablaba de la historia, el imponente Eastwood, que se paseaba arriba y abajo en su despacho, atrapó una mosca con un vaso de papel y la dejó salir por la ventana. En todas sus biografías, se subraya el amor y el respeto que siente por los animales.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios