Caballero Gengis Khan
E. R. M.
El director ruso Sergei Bodrov acomete el atractivo y espectacular proyecto de meter en película la vida de Gengis Khan, príncipe de Mongolia y alguien, por lo visto, tan íntegro y progre que hoy no llegaría ni a concejal. La historia recoge ... al personaje en sus comienzos, de niño, y narra su vida de modo lineal, pero a flashazos, mediante una estructura secuencial que le da a la narración un regusto épico, de fábula, y ofrece al fin el retrato de un tipo de primera.
Visualmente, «Mongol» es imbatible, y la estepa es una gigantesca cazuela en la que el director hierve pasiones, batallas, amores, amistades y traiciones... Las grandes galopadas a caballo, las feroces batallas, las persecuciones, las masas ingentes de mongoles, el retórico relato de la construcción de un héroe..., en fin, todo el tono sentencioso no anula la mirada directa y algo taciturna al interior del personaje, llamado Yemugin («el mejor acero», una vez traducido del mongol) y que con el tiempo, las correrías y las matanzas se convirtió en Gengis Khan, agrupador de las tribus y conquistador de medio mundo.
Puesto en el papel de hagiógrafo, Sergei Bodrov escribe su vida de santo con impudor asumido: la relación de Yemugin con su esposa, Borte, es de una pureza y una modernidad espectacular, por no decir increíble, pues en su cultura y en su época esa relación entre iguales que mantienen es tan verosímil como la dentadura de Paul Hogan... Es enternecedor cómo él asume que cada vez que se separan ella tendrá un hijo, y como acepta esos hijos como propios. La historia real cuenta que Gengis Khan tuvo cientos de esposas, pero en «Mongol» resulta mucho más descriptivo e interesante que sólo se aluda a la que fue la más importante de todas, una mujer sin duda tan dura y fascinante como la propia estepa.
Y tan profundo como en el amor, Yemugin aparece aquí como un campeón de la amistad, y su relación con Jamuka, su hermano de sangre y gran rival por el poder... Total, que «Mongol» es una película larguísima que la ve uno como si fuera corta.
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