Almagro y Mérida, los buques insignia del teatro español

El festival manchego levanta el telón con un doble homenaje a Lluís Pasqual y a Adolfo Marsillach

Una versión de 'Julio César' con los papeles masculinos interpretados por actrices abre el certamen emeritense

Moria Casán, en una imagen del 'Julio César' que abre Mérida

Los dos buques insignia del verano teatral español, los festivales de Almagro y de Mérida , zarpan esta semana con apenas veinticuatro horas de diferencia. El Siglo de Oro español y los clásicos grecolatinos son, respectivamente, el corazón de estos dos certámenes, basados en dos ... enclaves tan históricos como singulares: el Corral de Comedias de Almagro y el Teatro Romano de Mérida . Los dos dejan atrás, si todo sigue su curso normal, las restricciones de la pandemia y recupera el pulso que durante los dos pasados veranos se ralentizó, aunque ambos pudieron celebrar en 2020 y 2021 dos ediciones resistentes –'numantinas' es en este caso el término más adecuado– con las restricciones de cada momento. Jesús Cimarro , director del Festival de Mérida, ha dicho que esta edición es «la de la expansión, de la liberación, de poder vernos las caras sin mascarillas y que el público disfrute con cultura del verano». Y también Ignacio García , director del Festival de Almagro, sonríe cuando dice que se recupera «el municipio entero como espacio teatral. En los dos últimos años nos encontramos con una paradoja, que era no querer que se juntara mucha gente –lo contrario de lo que deseamos en el teatro–; este año sí, queremos que la gente se vuelva a reunir en las plazas».

Mérida abrirá su 68ª edición con la puesta en escena de una de las tragedias más conocidas de William Shakespeare , y que entronca con ese mundo grecorromano que es el hábitat natural del festival: 'Julio César'. El hilo argumental del certamen son, según ha asegurado Jesús Cimarro, las heroínas. De hecho, en Mérida se hablará este año de Safo, la poetisa griega a la que Platón llamó 'la décima musa'; Minerva, la diosa romana de la sabiduría y las artes; Ariadna, la princesa cretense; 'Sheherezade', la mujer que logró salvar su vida contando al visir historias durante mil y una noches; o Antígona, la valerosa mujer griega que murió al desafiar a Creonte y dar sepultura digna a su hermano (este mito revive, además, en la versión de la filósofa María Zambrano, 'La tumba de Antígona').

Diez serán en total los espectáculos que se presenten, del 1 de julio al 21 de agosto , en el impresionante Teatro Romano de Mérida, desvelado hace algo más de cien años, y que volvió a la vida escénica gracias al empuje de una de las más legendarias actrices españolas: Margarita Xirgu . Este año, además, Mérida recupera el teatro María Luisa, un espacio construido en los años 30 del pasado siglo XX que, dedicado al cine en sus últimos tiempos, cerró sus puertas definitivamente hace dos décadas y que ha sido reconstruido casi enteramente. Allí se albergarán cinco espectáculos, que completan la programación del festival junto con las 'extensiones' en Medellín, Regina y Cáparra.

La producción de 'Julio César' que abre el festival, el 1 de julio, proviene de Argentina, concretamente del Complejo Teatral de Buenos Aires. José María Muscari ha adaptado y dirige el texto shakespeariano, con una particularidad: los papeles masculinos son interpretados por actrices, y los papeles femeninos por actores. «En una Roma antigua aunque tomada por la tecnología de hoy –explican sus responsables–, unos hombres con ovarios y sus mujeres de pelos duros en el pecho luchan por el poder de una nación. Una feroz versión libre de una de las obras más emblemáticas de Shakespeare, que nos trae una historia de amores escondidos y piadosas mentiras políticas». Y una particularidad más: el papel de Julio César lo encarna Moria Casán , una verdadera estrella en Argentina –se la conoce como La One–, pero que ha desarrollado su carrera fundamentalmente como vedete de revista y presentadora de televisión, lejos del teatro clásico.

'Lo fingido verdadero', montaje de la CNTC

«Ser en la noche un ser como en el día», un verso de la poetisa uruguaya Ida Vitale, es el lema del Festival de Almagro , que alcanza este año su 45ª edición , que se desarrollará del 30 de junio al 24 de julio y en la que, precisamente, será Uruguay el país invitado. Ignacio García, su director, ha considerado siempre este certamen como la 'reserva espiritual' del Siglo de Oro, y destaca la variedad y la amplitud de miradas como la característica más destacada de esta edición. «Entre todos tenemos que crear –ha dicho– una nueva forma de entender el Siglo de Oro».

Cincuenta y cinco espectáculos componen el menú del festival, firmemente enraizado en Almagro, con dieciséis espacios convertidos en escenarios. Además del Corral de Comedias –que, tras las restricciones motivadas por la pandemia, volverá a acoger los actos de entrega del premio Corral de Comedias y de homenaje s a figuras destacadas–, albergarán el festival el Teatro Adolfo Marsillach (Hospital de San Juan), el Teatro Municipal, el Palacio de los Villarreal, la Antigua Universidad Renacentista (Aurea), la Casa Palacio de Juan Jedler, la Plaza Mayor, el Museo Nacional del Teatro, el Museo del Encaje y de la Blonda, el Palacio de Valparaíso y las ermitas de San Ildefonso, San Pedro, San Juan y la Magdalena.

La liturgia de la jornada inaugural es la misma. Levantará el telón la entrega del premio Corral de Comedias (tras un prólogo protocolario con la visita de las autoridades a una de las exposiciones que arropan el festival). Este año se galardona al director Lluís Pasqual . «Es un gesto de justicia –ha explicado Ignacio García– reconocerle y agradecerle su esfuerzo por la consolidación del teatro contemporáneo en España, por poner España en Europa y en el mundo. Hablar de Lluís Pasqual es hablar de nuestra historia del teatro, de cuatro décadas de democracia teatral y que coinciden también, más o menos, con los 45 años de andadura del Festival de Almagro». Pasqual ha estado presente en el certamen manchego en dos ocasiones: en 1981, con su ya histórico montaje de 'La hija del aire', de Calderón; y en 2014, con su puesta en escena de 'El caballero de Olmedo', de Lope de Vega.

El espectáculo inaugural, a cargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, es también este año un homenaje; en este caso, al creador de esta misma institución, Adolfo Marsillach , de cuya muerte se cumplieron el pasado mes de enero veinte años. La gestación de la CNTC, lo cuenta el propio Marsillach en sus memorias, tuvo lugar en Almagro, y más concretamente en el Parador. 'Adolfo Marsillach soy yo' es el título del espectáculo que se presentará en el teatro que también lleva el nombre del dramaturgo; Xavier Albertí firma la dramaturgia, Lluís Homar lo dirige y, al mismo tiempo, lo interpreta junto a Dani Espasa, Nuria Espert, María Hinojosa, Carlos Hipólito, Natalia Huarte, Blanca Marsillach –la hija menor del homenajeado– y Adriana Ozores.

Aunque antes, e Ignacio García se ufana de poder contarlo, se recuperará otra tradición en Almagro: la inauguración 'popular' en la Plaza Mayor de la localidad, con un espectáculo de acceso libre en el que se resumirá esa mezcolanza de culturas y estilos que busca el festival, con la participación del INSAAC de Costa de Marfil, la gallega Pilar Pingarrón, el uruguayo Luciano Supervielle y la portuguesa Ana Cris.

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