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crítica de teatro

Furtwängler o la duda perpetua

José María Pou interpreta en Barcelona al controvertido director de orquesta alemán, vinculado con el nazismo, en la obra «Prendre Partit»

Furtwängler o la duda perpetua David Ruano

sergi doria

La pregunta sigue sin obtener una respuesta convincente. ¿Cómo una nación tan culta como Alemania pudo dejarse llevar por un loco asesino como Hitler? La imagen del militar nazi que escucha a Beethoven y luego envía a un grupo de judíos a la cámara de gas desmiente la afirmación de que la cultura nos hace mejores... Y después de la matanza, ¿cómo marcar la frontera entre obediencia debida y complicidad entusiasta?

Esos interrogantes inspiraron a Ronald Harwood «Taking sides» (Prendre partit), una pieza sobre Wilhelm Furtwängler , el director de orquesta más celebrado en su época junto a Toscanini, cuando Karajan sólo era «k minúscula». Al acabar la guerra, fue sometido a un proceso de «desnazificación». Aunque salió absuelto, acabó sus días –como Albert Speer o Leni Riefenstahl– envuelto en las sombras de la sospecha. «Il Maestro» reaparece en los gestos de José María Pou: un Furtwängler aturdido por la catástrofe que rebate con gesto huidizo las acusaciones del Mayor Steve Arnold (Andrés Herrera), un bruto vendedor de seguros empujado por la Historia al papel de inquisidor. Pese a que diversos testimonios aseguran que el director aplicó su prestigio social a la salvación de judíos, Arnold –Herrera se emplea con voluntad pero tiende a la sobreactuación– no atiende a razones: el guión de su interrogatorio sólo contempla la culpabilidad del acusado.

Entre sinfonías de Beethoven, el implacable acusador remueve los archivos para inculpar al director de orquesta. Estrechar la mano a Hitler le parece una prueba irrebatible... He aquí el disco duro de la obra, aplicable a otras situaciones. ¿Qué es más lícito, oponerse a la tiranía o mantenerse en sus aledaños para socavarla desde dentro? ¿Irse con De Gaulle o quedarse en la Francia de Vichy del mariscal Pétain? ¿Exiliarse a México o Francia con el gobierno republicano español o reconstruir la oposición desde dentro del régimen franquista? «Prendre partit» es una enérgica invitación a los matices: una lectura que esquiva maniqueísmos del blanco y negro en favor de la complejidad de cada contexto histórico. Pou administra la ambigüedad moral de Furtwängler: su rostro doliente puede expresar el remordimiento del culpable o la indefensión del inocente. Teatro y pedagogía. El espectador decide.

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