La Academia de las Artes Escénicas de España da sus primeros pasos

Bajo la forma jurídica de asociación, la nueva Academia se ha constituido con ciento sesenta y dos socios fundadores. Los trabajos se han desarrollado a lo largo de algo más de año y medio (en estos meses, reveló Onetti, se han celebrado quince reuniones formales). El primer paso se dió el pasado 30 de abril , cuando los socios fundadores (162) se reunieron en la Sala Berlanga para poner la primera piedra del proyecto. Ese día se abrió el plazo de presentación de candidaturas; al no presentarse más que una, la que preside José Luis Alonso de Santos, ésta quedó proclamada en esta primera asamblea. Están representadas en ella ocho de las diez especialidades, y la representación femenina es del 40 por ciento.

Según los estatutos de la institución, en ella tienen cabida los miembros de diez especialidades de las artes escénicas: productores, autores, directores, intérpretes, coreógrafos, compositores, escenógrafos, caracterizadores, figurinistas e iluminadores. Serán los que podrán ser socios numerarios de la Academia, que contará por otra parte con la categoría de socios adheridos para aquellas personas vinculadas de alguna manera al mundo de la escena y quieran pertenecer a ella. Se espera llegar a los quinientos de aquí a final de año.

Todavía sin sede propia, la nueva Academia trabajará de momento en la calle de Abdón Terradas (donde la SGAE tiene un local). La entidad, dijo Alonso de Santos, «es un recién nacido que está en pañales». Calificó el proyecto de «ambicioso, tentados y estimulante», y añadió que ahora había que crear sus cauces y su estructura. Hay cuatro departamentos, cada uno con un vicepresidente responsable: económico (Jesús Cimarro), estudios y actividades (Rosángeles Valls), régimen interno (Juan Ruesga) y premios y distinciones (Carme Portaceli).

Los primeros pasos de la Academia serán la creación del logo y la imagen corporativa (para lo que se convocará un concurso público), así como de una página web y la puesta en marcha de una revista (en doble formato, papel y digital), que tendría periodicidad semestral y esperan lanzar en noviembre de este año.

La financiación vendrá de los socios -que tendrán que pagar una cuota mensual de 10 euros- y de los posibles patrocinios y subvenciones. Jesús Cimarro ya se encuentra trabajando en la elaboración de un presupuesto.

A pesar de que la iniciativa procede de la SGAE, y que el proyecto se ha gestado en su laboratorio, Antonio Onetti, secretario general de la Academia además de presidente de la Fundación SGAE , subrayó que la independencia de la entidad recién creada es total. «La SGAE ha actuado única y exclusivamente como incubadora».

Es inevitable la comparación con la Academia de Cine , máxime cuando entre los objetivos de la nueva entidad figura «conceder premios anuales a los mejores trabajos del sector de las artes escénicas». «La Academia de Cine -dijo Onetti- es un referente, no un modelo». Y sobre la posibilidad de que la Academia de las Artes Escénicas asumiera los premios Max , dijo que estos pertenecen a la SGAE. Onetti mencionó el coste de estos premios, cifrado en 350.000 euros, e insinuó con ello que de momento es un objetivo muy lejano.