«La Venus de las pieles», el poder de la seducción
David Serrano dirige a Clara Lago y Diego Martín en la obra de David Ives
julio bravo
Una tarde lluviosa en Nueva York tiene la culpa de que «La Venus de las pieles» , la obra de David Ives , llegue a Madrid. Esa tarde, David Serrano, de vacaciones en Nueva York, entró en el teatro con curiosidad. «La obra me encantó, ... y al volver a Madrid empecé a trabajar para ponerla en pie. Es un texto divertido, entretenidísimo, muy inteligente, no deja de sorprenderte... Creo que es un texto al que no puedes decir que no si llega a tus manos. Trabajar en ella supone un gran reto como adaptador y como director, porque es muy original, con el juego en la relación entre los dos personajes, que salen y entran de la obra que están preparando. Ha sido un proceso muy interesante y divertido».
La obra cuenta la relación entre un joven director, Diego del Pino (Diego Martín), que busca a una actriz para protagonizar su obra «La venus de las pieles», una adaptación de la novela de Leopold von Sacher-Masoch . A la audición se presenta Vanda (Clara Lago), una joven que se aleja de la imagen que el director tiene del personaje. Ella, arrolladora y obstinada, consigue sin embargo que le haga una prueba.
«El personaje de Vanda es un regalo para cualquier actriz », dice Clara Lago . «Está lleno de matices -sigue la actriz- y permite explorar una serie de registros que no es fácil de encontrar en un personaje femenino; es inusualmente potente». «Es una obra en la que los actores pasamos por lugares muy diferentes, se tocan muchos sentimientos y se viaja a sitios donde no hemos llegado antes», completa Diego Martín.
Clara Lago afronta su primera experiencia teatral en Madrid (en Barcelona hizo el año pasado « Shopping and fucking », de Mark Ravenhill). «el teatro es algo muy nuevo para mí y, aunque cada proyecto suponga una gran responsabilidad, esta función lo es aun más, y un reto muy grande; somos dos actores únicamente y estamos en escena todo el tiempo y no paramos de hablar».
Tercia el director para decir que los dos actores interpretan varios personajes, porque la función es casi un juego de muñecas rusas. «Clara y Diego encarna cada uno a cuatro personajes, y es un gran esfuerzo para ellos. Su trabajo es muy complicado, muy rico y muy generoso. Se han lanzado al abismo sin ningún miedo».
«La venus de las pieles» es una obra aparentemente sencilla, pero con muchas capas debajo de los diálogos. «Es una función llena de sorpresas y donde las cosas son lo que parecen y al mismo tiempo son otra, y otra, y otra...», dice Diego Martín. «Tiene muchas lecturas y la descubrimos según la trabajamos», concluye Clara Lago.
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