«La cortesía de España»: una «road movie» con el sello de Lope de Vega
La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico presenta la obra en un montaje dirigido por Josep Maria Mestres
La obra dramática de Félix Lope de Vega se cuenta por centenares (su editor, Juan Pérez de Montalbán , la cifraba en 1.800 obras). Muchos de sus textos son, lógicamente, muy poco conocidos. «La cortesía de España» es -a pesar de su subtítulo, «Comedia ... famosa»- una de ellas. No se cuándo la escribió, aunque aparece publicada en 1619 junto a otras comedias del Fénix de los Ingenios. La dramaturga y directora Laila Ripoll ha tenido mucho que ver en la recuperación de este título, como miembro del comité de lectura de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) . «En 1986, siendo yo estudiante en la RESAD -recuerda-, interpreté esta obra, dirigida por Juanjo Granda. Significó mi descubrimiento de los clásicos».
Laila Ripoll ha hecho la versión del que, confiesa, es un texto «al que yo quiero especialmente». La Joven Compañia es la encargada de poner en pie la obra, bajo la dirección de Josep Maria Mestres, que afronta por vez primera un texto de nuestro Siglo de Oro. «Cuando lo leí, flipé -se le escapa al director-; me enamoré, quiero decir». «A mí me dijiste que te flipó», ríe Helena Pimenta, directora de la CNTC. Después de varios meses de trabajo en la obra, Mestres confiesa que «Lope es adictivo y te hace volar el alma. P pasa de lo más lírico y profundo a lo más grotesco y vulgar sin solución de continuidad». Destaca de la obra que en ella «hay romance, hay intriga, y tiene carácter de road movie. Los eruditos la clasifican como comedia de honor conyugal, y es así, es verdad, pero es una obra que va más allá; es una obra sobre los celos, un catálogo de celos. Amor y celos son las dos palabras que más se escuchan en el texto».
Natalia Huarte , Francesco Carril , Julia Barceló y Manuel Moya conforman el cuarteto protagonista de esta comedia, en la que Don Juan de Silva, tras salvar a Lucrecia de ser violada y asesinada, se entrega a su servicio y silencia su amor por ella. «Es un personaje -explica Mestres- muy moderno, y tiene características quijotescas, pero se autoimpone ser servidor de esa cortesía de España y de unos valores que ahora podriamos considerar carpetovetónicos: la virtud, la honra, el honor... A ellos entrega su vida, y eso le impide vivir su historia de amor».
La lección de Lope en esta obra, dice Mestres, «es que la vida hay que vivirla y no hay que tener miedo, hay que atrapar las cosas cuando pasan». A Don Juan, afirma su intérprete, Francesco Carril, le falta «valentía y experiencia, y eso le otorga cierto patetismo». También Natalia Huarte dice de su personaje, Lucrecia, que al igual que Don Juan le falta decisión: «Supuestamente es el hombre de su vida, pero al final ni él ni ella son lo suficientemente valientes como para decírselo y demostrárselo».
Catorce actores componen el elenco de «La cortesía española»; pertenecen a la tercera promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, un proyecto creado por el anterior director de la CNTC, Eduardo Vasco. «Creemos en el concepto y en los valores que aporta», dice Helena Pimenta. Uno de ellos es la cercanía con el público joven (los colegios e institutos conforman un porcentaje alto de sus espectadores»: «La Joven Compañía produce en ellos una identificación y una admiración extraordinaria; son muy fans de los actores ; los ven similares a ellos, y su trabajo les parece admirable».
Las Naves del Español, en Matadero Madrid , acogen el montaje, ya que el Pavón está ahora mismo ocupado por «La vida es sueño».
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