CRÍTICA DE DANZA
Akram Khan, una cascada de sensaciones
JULIO BRAVO
Akram Khan es una de las grandes personalidades de la danza contemporánea europea. Londinense, de origen bengalí, es el poderío de sus trabajos y la profundidad y singularidad de su lenguaje la que le otorgan atractivo. Junto a Sidi Larbi Cherkaoui (belga, ... de origen marroquí) y el sevillano Israel Galv án forman la más destacada trinidad de creadores-intérpretes de la danza actual. En común tienen su inconformismo, la sinuosidad de su búsqueda y la personalidad de sus propuestas.
«Desh» (presentado dentro del festival Madrid en danza) se anuncia como el espectáculo más personal de Akram Khan. El título se traduce como «Tierra natal» y, solo en escena, en él plantea el coreógrafo un fascinante viaje por los recuerdos, las nostalgias, los sueños y las fantasías de un hombre en sus ancestros, en la «tierra natal» interior (la de las costumbres, la de las leyes ); aquella que rige y condiciona el modo de ver el mundo.
Es un viaje cargado de emoción y de imaginación , de ternura. Akram Khan convierte el escenario en un cálido caleidoscopio donde proyecta los fragmentos de su mente, que van componiendo el puzzle en que termina convirtiéndose el espectáculo. Un pequeño montículo con una raíz es el elemento del que parte todo; Akram Khan, con una danza dinámica , musical e hipnótica, va dibujando los recuerdos; se apoya para ello en la palabra (con textos sencillos, aparentemente naïf, pero que esconden historias de desarraigo y humanidad), la música (compuesta por la exquisita Jocelyn Pook) y las proyecciones; con éstas últimas consigue efectos de una acariciadora belleza , y momentos de humor y ternura.
No es el universo de Akram Khan un territorio cercano al espectador español; tampoco alguna de sus claves, pero la sensibilidad con que desarrolla el espectáculo y la catarata de imágenes y sensaciones que inunda el escenario ayudar a que lo sienta próximo y familiar; y, sobre todo, con un profundo corazón, y así lo entendió el público del estreno, que ovacionó al artista británico puesto en pie.
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