Sostres vuelve a casa: Un paseo por la zona alta

«No acabo de entender cuál es el poder disuasorio de una persona de mi edad –y de mi físico– pero ha funcionado»

Lee otros veranos perdidos de Sostres

Un autobús atraviesa la plaza Francesc Macià EP

Voy a cenar con mi vecino Luis, 26, lo he visto crecer desde que llegó, y sus amigos, y me explican lo insegura que se ha vuelto la zona alta de Barcelona y no les creo, bueno, no es que no les crea sino ... que pienso que se dejan llevar por la moda entre los jóvenes de ser muy de derechas y pensar que todos los males los trae la inmigración.

-Pero si yo paso cada día por donde decís y nunca nadie me ha dicho nada.

-Porque sólo atacan a los jóvenes y a los viejitos. A los jóvenes, y niños, porque les pueden robar el bolso, el móvil y algo de dinero, y a los viejos porque siempre llevan cash. Los de tu edad en cambio con reloj ya ni vais, precisamente porque sabéis lo que puede pasar, y lo pagáis todo con tarjeta de crédito.

Volvemos a casa juntos y les pido pasar por los puntos que me han mencionado, y me hacen quedar un poco atrás para disimular que voy con ellos y efectivamente unos chicos árabes empiezan a gritarles. A la chica, «rubia, qué buena estás». A los chicos les piden cigarros y si les pueden dar la hora. Luis y sus amigos aligeran el paso pero uno de los increpantes se les empieza a acercar. Cuando yo paso y llamo a mi vecino para que los otros vean que vamos juntos, es verdad que no sólo no me dicen nada sino que el que se acercaba, se retira y aquí no ha pasado nada.

Sin contar el barrio de Pedralbes, la zona más privilegiada de mi ciudad tal vez sea esta pequeña avenida de Pau Casals, antes general Goded, al que por cierto fusiló (asesinó, según la nueva terminología) Lluís Companys sin que ninguna memoria histórica haya acudido al rescate. Pau Casals da a la entrada del parque Turó, en la que hay un estanque y unas bancadas alrededor para sentarse. Pues bien, concretamente desde aquí, a las 23:57 de esta noche del viernes 8 de agosto, es desde donde los muchachos árabes han molestado a dos chicos y una chica y la cosa habría ido a más si yo no hubiera estado. No acabo de entender cuál es el poder disuasorio de una persona de mi edad -y de mi físico- pero el caso es que tal como me advirtieron Luis y sus amigos, ha funcionado.

Yo nunca había visto delincuencia por encima de la Diagonal y menos en Pau Casals. Por aquí paso cada día, es cierto que en bici eléctrica en los últimos tiempos, pero miro siempre y nunca me había parecido ver nada preocupante. Pero si te fijas están, y según Luis llevan meses estando. No sé de quién es la culpa y tampoco sé si es justo criminalizarlos pero están, y hoy los he visto y he visto lo que hacen y no es agradable. También he visto que por lo menos un coche de la Guardia Urbana ha pasado sin inmutarse.

De hecho, la Guardia Urbana se sitúa sobre la medianoche de los fines de semana en la rotonda de Francesc Macià, para cazar con el test de alcoholemia a los vecinos del barrio que vuelven a casa después de cenar. No digo que no sea importante, pero los que suelen soplar viven a no más de 200 metros de distancia. A menos de la mitad, chicas y chicos y ancianas y ancianos son increpados, intimidados y algunas veces agredidos y atracados y los agentes ni se molestan en andar unos metros para ver qué pasa. La comisión por positivo detectado es mucho más alta que la de un vecino que ha podido volver tranquilo a casa.

En el parque de nuestro edificio repetimos la distancia fingida y unos chicos, también árabes y claramente de otros barrios, increpan igualmente a la chica y, aunque a jóvenes bebiendo yo siempre los había visto ahí, armando más o menos escándalo, y nunca me habían dicho nada, he de decir que el efecto disuasor de mi presencia funciona mucho menos una vez empezado el baile. Tenemos la suerte de que un grupo de chicos y chicas perfectamente tranquilos pasan por allí en aquel instante, juntos somos muchos más, y les pedimos que nos acompañen a casa.

Me ofende la estigmatización y el señalamiento de colectivos, y las ideologías basadas en la construcción mental del enemigo público a batir. Pero visto lo visto me parece más construcción mental negar el problema que denunciarlo. Y por supuesto se puede reprochar a Vox que intente sacar provecho electoral de un drama, pero tal vez Abascal no subiría tanto en las encuestas si los dos grandes partidos entendieran que contra la realidad es imposible ganar las elecciones.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios