Exposición en Espacio Fundación Telefónica
Del Siglo de las Luces al algoritmo: la eterna ilusión de representar el mundo
'El sueño de la razón' recorre más de dos siglos de imágenes científicas y artísticas, desde los grabados ilustrados del XVIII hasta las creaciones generadas por inteligencia artificial
'Miradas que comunican', un viaje tecnológico a nuestro pasado
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl afán por comprender y catalogar todo cuanto existe sobre la Tierra ha sido, es y será una pulsión latente en el ser humano. De vez en cuando, surge una tecnología que propicia un salto exponencial, y el objetivo parece más próximo que nunca... ... solo para que todo vuelva a empezar. Con la inteligencia artificial ha vuelto a resurgir la paradoja: la objetividad y la precisión están al alcance de la mano, y sin embargo, la línea entre realidad y ficción nunca ha sido tan difusa. Pero en los albores de los descubrimientos todo es posible. 'El sueño de la razón', la exposición en el Espacio Fundación Telefónica (Fuencarral, 3, Madrid), congela esos instantes de la evolución en la búsqueda de exactitud desde el Siglo de las Luces hasta hoy.
Más de trescientas piezas marcan ese camino. Muchas de ellas proceden del Museo de la Universidad de Navarra, cuya colección Fernández Holmann recoge el impulso humano de describir la realidad que le rodea desde la Ilustración hasta la revolución que supuso el nacimiento de la fotografía.
A partir de ahí, la muestra, comisariada por Valentín Vallhonrat e Ignacio Miguéliz, teje un diálogo con nuestro presente. «Combinamos ese proyecto con obras de arte actuales que reflejan cómo estamos registrando ahora el mundo a través de la tecnología», explica a ABC Pablo Gonzalo, responsable del área de Arte, Cultura y Pensamiento en la fundación.
El Museo Universidad de Navarra celebra su décimo aniversario con una exposición única de Charles Clifford
Marisol SalanovaEs la muestra más ambiciosa del fotógrafo británico que retrató la España del siglo XIX, con cerca de 500 piezas
'El sueño de la razón' comienza en el XVIII con el gran hito de la expansión del conocimiento: la publicación de la enciclopedia. «Ahí se ve una pulsión por abandonar los mitos o las historias contadas desde la fantasía o la magia y aplicar el conocimiento científico a la realidad», dice Gonzalo. El dibujo y el grabado se convierten en la forma de representar objetivamente como atestiguan varias reproducciones de anatomía e instrumentos de investigación del cosmos de la enciclopedia de Diderot y d'Alembert, uno de cuyos tomos originales (1751-1772) también descansa en una vitrina.
«Se estableció una conexión muy estrecha entre la ciencia y el arte. Había una tensión entre la subjetividad inherente a un dibujo, que no está captando la realidad, y la necesidad de la ciencia de utilizar una técnica que le permitiera esquematizarla y traducirla a algo que se pudiera entender y transmitir», indica.
El estímulo enciclopédico también impregna las expediciones que desde Europa se van haciendo en distintos lugares del mundo y la imagen se vuelve a mostrar como elemento clave para recoger esta realidad exótica. 'El sueño de la razón' expone algunos de los primeros ejemplos. Desde los dibujos del botánico alemán Esenbeck a la codiciadísima 'The Orchidaceae of Mexico and Guatemala' (Las orquídeas de México y Guatemala, 1837-1843), la monumental obra en folio elefantino del británico James Bateman.
«Cuando la publica, se genera en Londres la pasión por las orquídeas. Toda la alta sociedad quería estar en este mundo». Las bellas láminas dialogan con 'Myriad (Tulips)' -Miríada (Tulipanes), 2018-, de Anna Ridler. Miles de fotografías de tulipanes etiquetadas a mano, que refleja la subjetividad inherente a todo proceso de categorización e invita a reflexionar sobre los sesgos que se introducen, consciente o inconscientemente, en los sistemas algorítmicos.
Tras este capítulo, con un marcado acento colonial, llega la mirada a nuestro pasado. «Dentro de Europa, Giovanni Battista Piranesi se dedica específicamente a registrar las grandes ruinas del legado de Roma con casi idénticos códigos. Es un intento de conocer la antigüedad y también de trasladar ese conocimiento a todo el mundo. Su obra genera otro 'boom' de pasión por el mundo clásico».
Sus encuadres, la perspectivas que capta en las estampas de sus 'Vistas de Roma' (1748–1774), como la de la columna de Trajano o la de la Plaza Navona, son los que hoy se buscan con las cámaras de los móviles y, de hecho, las reproducciones de sus grabados se siguen vendiendo en las tiendas de 'souvenirs' aledañas a los monumentos. Junto a ellos, una reconstrucción del Foro Romano en tres dimensiones realizada por Scanlab Projects con escáneres de láser lidar, que fusiona arqueología y tecnología.
A medio camino entre lo exótico y la civilización, lo folclórico. El por aquel entonces denominado Oriente del Sur, en concreto Mérida, queda representado por el 'Voyage pittoresque et historique de l'Espagne' (Viaje pintoresco e histórico por España) de Alexander Laborde, que viene a España como agregado de embajada de Luciano Bonaparte y recorre la península entre los años 1800-1805 en calidad de arqueólogo.
Egipto y las campañas napoleónicas
Otra gran protagonista de la muestra es la campaña napoleónica, que comienza justo a finales del siglo XVIII, y a la que se incorporan dos mil artistas y ciento sesenta científicos, que van recogiendo la descripción de todos los territorios que van incorporando. Sobresale la egipcia, que documentó en detalle su cultura y su historia. La obra imperial más representativa, 'Description de l'Égypte' (Descripción de Egipto, 1809-1822), también tiene su hueco en 'El sueño de la razón' junto a los bellos dibujos de Jean-François Champollion, quien lograría descifrar la piedra Rosetta.
La siguiente revolución en el 'El sueño de la razón' es la fotografía, que cristaliza aquí en las expediciones egipcias. De nuevo, queda de manifiesto que la forma de captar la realidad monumental se traspasa de un método al siguiente con casi idénticos enfoques. Las fotografías de Du Camp y Teynard capturaron los jeroglíficos y fue entonces cuando se percataron de las imprecisiones que había en la magna obra napoleónica. Cierra la exposición, 'Storms' (Tormentas, 2021), del artista italiano Quayola, que reinterpreta la pintura paisajística. A partir de imágenes en ultra alta definición del mar de Cornualles, genera pinturas en movimiento. Las fuerzas que agitan las olas son codificadas y se muestran como energía pictórica.
En su discurso para presentar el invento de la fotografía ante la Academia de Ciencias de París en 1839, François Arago destacó «las inmensas ventajas que se hubieran conseguido durante la expedición de Egipto por este medio de reproducción tan exacto y rápido». Entonces igual que ahora, la pulsión por representar el mundo se adueña de la tecnología. «Te das cuenta de que, al final, la carrera es permanente», concluye Gonzalo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete