La 'Señora de marfil' revela su poder: la tumba del mayor líder de la Edad del Cobre hallada en Iberia era de una mujer
Análisis dentales de los restos de un excepcional enterramiento en Valencina sorprenden a los investigadores al mostrar que pertenecen a un individuo femenino
Descubren la puerta monumental de la mayor ciudad ibérica de Cataluña
Recreación de la Dama de Marfil
Hace más de cuatro milenios, en la Edad del Cobre (2900–2650 a.C.), sepultaron a persona relevante entre los actuales municipios de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, muy cerca de Sevilla, en una rica tumba individual, rodeada de los objetos que ... por entonces se consideraban más raros y valiosos, como colmillos de marfil, pedernal de alta calidad, cáscara de huevo de avestruz, ámbar y cristal de roca. Por la gran cantidad de bienes singulares de este enterramiento, ocupado por un único individuo, se pensó que se trataba de alguien de alto estatus. Se realizaron estudios antropológicos de los restos, cuya preservación no era buena, que lo identificaron «probablemente» con un hombre de entre 17 y 25 años. Sin embargo, nuevos análisis han revelado que se trataba de una mujer. La 'Señora de Marfil' la han rebautizado.
Un equipo de investigadores liderado por otra mujer, Marta Cintas Peña, historiadora de la Universidad de Sevilla especializada en desigualdades de género en la Prehistoria, extrajo muestras de los dientes y los análisis de péptidos (moléculas) de amelogenina (una proteína producida durante el desarrollo del esmalte dental) de un molar y un incisivo realizados en la Universidad de Viena detectaron la presencia del gen AMELX, que se encuentra en el cromosoma X. Era un individuo femenino, no masculino. No cabía duda.
«Fue una sorpresa», señala Cintas a ABC en conversación telefónica. Tanto, que tras recibir los primeros resultados de una de las piezas dentales, se envió a Viena una segunda muestra de otro diente, para corroborar que estaban en lo cierto.
Descripción de la tumba
Esta investigación «revela que fue una figura social destacada en una época en la que ningún varón alcanzaba ni remotamente una posición social comparable», señalan los autores de este trabajo publicado en 'Scientific Reports'. Si esta conocida tumba situada en el mayor asentamiento de la Edad del Cobre de la Península Ibérica y posiblemente uno de los mayores de Europa Occidental ya era excepcional en sí, el hecho de que perteneciera a una señora le otorga aún mayor relevancia. Revela que la persona de mayor rango de la Edad del Cobre en Iberia descubierta hasta el momento es una mujer.
Por méritos propios
Creen, además, que la Señora de Marfil alcanzó su estatus a través del mérito y de sus logros porque en este periodo el poder no se vinculaba al nacimiento. En los entierros infantiles no existe ajuar funerario que así lo sugiera y los análisis dentales y paleopatológicos realizados a la dama indican que sufrió malnutrición en la infancia y tuvo una vida complicada.
«Sólo otras mujeres enterradas poco tiempo después en el tholos de Montelirio, parte de la misma área de entierro, parecen haber disfrutado de una posición social igualmente alta», señalan los investigadores en el artículo, refiriéndose al monumento megalítico que se encuentra a unos 80 metros de la tumba de la dama.
El colmillo de elefante depositado junto a la difunta enterrada en Valencina
En las excavaciones en este tholos se descubrió una cámara grande, la mejor conservada de todo el contexto, con restos de 20 individuos. Según los análisis antropológicos, quince de ellos eran mujeres y los otros cinco indeterminados. «Además de que por la cronología y por el tipo de materiales encontrados y el tipo de ajuar del tholos de Montelirio, parecen estar relacionados, en el momento en que fueron enterradas estas quince mujeres -quizá veinte si se llega a corroborar el sexo femenino de todas ellas- se depositó una ofrenda en la tumba de la Señora de Marfil», explica la historiadora de la Universidad de Sevilla.
Marfil y ámbar foráneos
En este enterramiento se han descubierto dos niveles. El inferior alberga los restos de la dama, con un gran colmillo de elefante africano partido intencionadamente en tres fragmentos coronando su cabeza y otros objetos de marfil, un material evidentemente foráneo. A su lado se encontró un puñal lítico con empuñadura de ámbar de procedencia báltica y también hay presencia de pigmento de cinabrio, según detalla Cintas.
En el depósito superior de la tumba, que parece coetáneo al del tholos de Montelirio, se ha encontrado otro colmillo de elefante, en este caso asiático, así como una espectacular daga de cristal de roca con empuñadura y funda de marfil y bastantes objetos de ámbar, entre otros.
«En ambos casos hay mucho marfil, ámbar, material lítico foráneo, elementos que morfológicamente son muy parecidos y que no se encuentran en ninguna otra tumba de Valencina y en ninguna otra tumba de la Península ibérica ni tampoco del continente europeo», describe Cintas Peña.
Aunque se han enviado muestras de ADN al Instituto Planck en Alemania, dado el deterioro de estos antiguos restos no se ha permitido determinar si la Señora de Marfil y las sepultadas en el tholos de Montelirio con vestimentas fabricadas con cientos de cuentas de collar guardaban algún tipo de parentesco, como sospechan.
Poder político y religioso
A diferencia de las sociedades que vendrán posteriormente en la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, la investigadora principal de este estudio recuerda que en la Edad del Cobre la diferenciación social es muy incipiente. «No podemos hablar de estratificación, ni de grupos distinguidos por familia, no existe la herencia ni tampoco el poder asociado a las armas que vendrá más tarde».
¿Qué tipo de poder ejercía la Señora de Marfil? Si bien se ha pensado que las mujeres del Tholos de Montelirio pudieron ser sacerdotisas, su caso es diferente ya que ocupa una cámara individual. «Probablemente su posición social estaba asociada a ambas esferas, a la política y a la religiosa», considera.
«No podemos hablar de sociedad de clases, ni de Estado, ni muchísimo menos, sino de una cierta preeminencia social asociada a méritos propios», añade la historiadora.
Los resultados de este estudio vienen a sumarse a otros sorprendentes descubrimientos relacionados con el género, como el poder femenino en la cultura de El Argar, las mujeres cazadoras de Perú o el famoso caso de los amantes de Módena que resultaron ser dos hombres.
A juicio de Marta Cinta, «el análisis de péptidos creo que va a darnos más sorpresas en los próximos años porque es sencillo, tiene menos problemas de contaminación que el de ADN, es más barato y más rápido. Es posible que aparezcan más mujeres, sí».
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