Los secretos que esconden las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad
Tintablanca estrena una colección de libros de viaje en los que cada autor se adentra de forma subjetiva y personal en una de las 15 urbes
«Richelieu no le llega ni a la altura del zapato al cardenal Cisneros»
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Iniciar sesiónManuel Mateo Pérez no ha despertado todavía de la ensoñación, y espera no tener que abandonar el abrazo de Morfeo. Hace más de un año se planteó, junto al resto de responsables de la editorial Tintablanca, alumbrar una colección cuya columna vertebral fueran ... las ciudades españolas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y hoy, ese sueño se palpa en 15 volúmenes que mezclan textos e ilustraciones sobre cada una de las urbes. Desde Alcalá de Henares hasta Úbeda. «No son libros de viaje, o no solo. Están elaborados por los mejores narradores y artistas desde una perspectiva única y subjetiva», explica en declaraciones a ABC.
La colección, que ha contado con la colaboración del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y será presentada el próximo 12 de septiembre en Instituto Cervantes de Madrid, sigue la estela de todos los proyectos de Tintablanca. «Los nuestros son libros muy especiales y distintos», explica Pérez. Y no le falta razón. Sus volúmenes, explica, son «encuadernados con telas de algodón orgánico», cuentan con tintes naturales y están hechos «con un papel exquisito importado de Italia». Aunque su mascarón de proa, lo que más les enorgullece, es que salen del corazón de los autores.
El subsuelo de Cáceres
La máxima era huir de lo canónico, y vaya si se ha logrado. «No queríamos que fuesen unas guías turísticas al uso», explica Diego Doncel, autor del tomo sobre Cáceres. El poeta, novelista y crítico literario y teatral está convencido de que «las ciudades se han convertido en una suerte de parques temáticos» y de que ya tocaba «ahondar en sus verdaderas caras, y no en las de cartón piedra» que buscan muchos turistas. Los monumentos no brotan en las páginas cual lista de reyes godos; lo de Tintablanca es otra cosa: un recorrido más intimista y único por el corazón de las urbes a través de los ojos de cada uno de los escritores.
Doncel, por ejemplo, ha dibujado una Cáceres muy personal. «Nací allí, así que en el texto entro y salgo de mi biografía y de la biografía de la propia ciudad, que a veces se confunden», desvela. Si habla de una plaza, la liga a sus recuerdos, aunque siempre con toneladas de poesía y a golpe de una narración muy clara. «¿Qué lugares reivindico de Cáceres? Varios, pero existen dos que hay que nombrar: el Calerizo, una laguna ubicada bajo tierra con 14 kilómetros de largo, y la Ribera del Marco», sostiene. Y eso, por no hablar del repaso que da a una «arquitectura encerrada en sí misma, pero inmensa a la vez».
Ávila y los muertos
Carlos Aganzo es de la misma opinión. El director de la Fundación Vocento afirma que se ha esforzado por mostrar al lector esa Ávila que guarda con celo en las entrañas: «O 'mis' Ávilas, más bien, porque la ciudad es en realidad muchas ciudades que se superponen: la vetona, con su ganadería única de verracos célticos; la romana, con su muralla que se lee en latín...». No se deja nada por tratar: pintura, literatura... ¡Habla hasta de los muertos! «Es la única urbe del mundo que tiene enterrados en su catedral a dos presidentes del Gobierno: uno de la república en el exilio y otro de la transición, Claudio Sánchez Albornoz y Adolfo Suárez».
El escritor adora la ciudad, y se nota. Por eso le cuesta recomendar un único lugar que visitar. Arranca con el monasterio de Santo Tomás, «con sus tres claustros y sus mil misterios», pero salta raudo hasta el convento de San José, la primera fundación de Teresa de Jesús. Y, ya puestos a hablar de personajes clave, señala a Juan de la Cruz. «La altura espiritual de la ciudad, que lleva el título del libro, tiene mucho que ver con ellos. Para ambos fue decisiva en su manera de ver el mundo, y para todo el que pasa por allí es determinante en su forma de sentirlo», completa.
De Toledo a Salamanca
Juan Eslava Galán, peso pesado entre los escritores, suscribe que «todos los libros son distintos, como distintos son los autores». Él, por ejemplo, ha enfocado su tomo sobre Toledo como un viaje de descubrimiento. «Es un recorrido de dos amigos en el que uno le explica al otro los secretos de la ciudad», confirma. El autor, confiesa, quería evocar esos libros dialogados que tanto éxito tuvieron durante el Renacimiento. A partir de ahí, desgrana sus entresijos. «Destaco su catedral, que es una enciclopedia de la cultura y del arte desde la época romana, pero también la Toledo judía, que tiene las dos sinagogas más antiguas de Europa», finaliza.
La periodista Marta Robles también quería mostrar una Salamanca distinta y subjetiva. «Mi recorrido es sentimental y literario», comenta. El suyo es un paseo íntimo a través de las calles, y «en la mañana», cuando todavía no se ha despertado la ciudad. «Entonces tiene una luz dorada muy particular gracias a la piedra. En ese recorrido sin gente emergen historias a cientos». A lo largo de ese camino pasa por la Universidad, epicentro cultural, pero también por todos los lugares con los que tiene un lazo sentimental. Diez en total, y con una perspectiva única.
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SuscribeteLicenciado en Periodismo y amante del pasado. Coautor de 'Lo que nunca te han contado del Día D' y otros ensayos. Premio APCR de Periodismo 2020 y colaborador de varias revistas especializadas.
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