La salvación de Velintonia, pendiente de la última zancadilla entre los herederos
La Comunidad de Madrid acusa a Urtasun de interferir en un acuerdo «que ya estaba hecho»
El plan de Madrid para salvar Velintonia tras 40 años de abandono
Madrid
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Iniciar sesiónLa conversión de Velintonia en un centro cultural, algo que la Comunidad de Madrid daba por hecho antes del verano al avanzar su intención de comprar la histórica casa de Vicente Aleixandre, tendrá que sortear un nuevo obstáculo. Una heredera del Nobel y ... propietaria del 60 por ciento de la vivienda, Amaya Aleixandre, presentó a primeros de mes un escrito de oposición a la liquidación de Velintonia en favor de la Administración regional, que en julio consignó en un juzgado 3,2 millones de euros para hacerse con el inmueble. Lo hizo tras haber llegado dos meses antes a un acuerdo con el administrador de Amaya y los cuatro hermanos Merlo-Usera, propietarios del restante 40 por ciento, razón por la cual las partes personadas hablan de «deslealtad» y de un intento de «reventar» la operación por parte de la sobrina segunda del poeta.
Una vez más, este nuevo enredo tiene que ver con las diferencias irreconciliables entre los herederos y la utilización política del caso. Hartos de esta situación, los Merlo-Usera pidieron en 2020 la extinción del condominio para poder vender la casa en una subasta judicial. Amaya se plegó y un juez accedió al deseo de los ejecutantes en 2021. La lentitud de la justicia, las intromisiones políticas, con una declaración de Bien de Interés Patrimonial (BIP) mediante, y los recursos de la sobrina segunda del poeta fueron retrasando la subasta, que no se celebró hasta enero de 2024. Los herederos pedían 4,6 millones, con un precio de salida de 3,2, pero la subasta quedó desierta.
Las puertas abiertas de Velintonia
Los poetas vuelven a la casa de Aleixandre 40 años después
Bruno Pardo PortoFue por entonces, mientras se celebraba una segunda subasta, cuando el consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, anunció su disposición a comprar la casa para convertirla en un «referente cultural» y poder celebrar en 2027 el 50º aniversario de la concesión del Nobel. Cuando una subasta queda desierta, los propietarios pueden llegar a un acuerdo con un tercero. La comunidad recurrió a este precepto, por el precio de salida de 3,2 millones. El Ministerio de Cultura, denunció De Paco, ni se había dignado a responder a la carta en la que la región proponía al Gobierno que se hiciera cargo de la compra. Si cuando estaba el PSOE en el ministerio las conversaciones a tres bandas con comunidad y ayuntamiento no resultaban fáciles, con la llegada de Sumar a la Plaza del Rey Velintonia se ha convertido en un arma arrojadiza entre las administraciones.
Choque político
La última prueba de este enfrentamiento es lo ocurrido este miércoles en la Asamblea de Madrid. El director general de Patrimonio Cultural, Bartolomé González, criticó que «parece ser que hay una nueva oferta por parte del ministerio» y acusó a Urtasun de «interferir en algo que ya estaba hecho». La diputada Alicia Torija, de Más Madrid, pareció celebrar en su respuesta que las negociaciones iban «mal» por el recurso de Amaya Aleixandre y apuntó que esta circunstancia iba «a alargar los tiempos para conseguir esa declaración [Madrid quiere elevar la protección patrimonial de Velintonia de BIP a BIC] y esa compra que tanto anuncian». La Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre (AAVA) siempre ha sostenido que la solución para salvar Velintonia era que una Administración comprara la casa y la declarara BIC.
La propia Amaya dijo en junio a este diario que esperaba poder llegar a un acuerdo con la comunidad. «El espacio del inmueble parece que se adapta al proyecto de transformación que esta administración tiene para convertirlo en un centro cultural, y me pareció que el interés que mostraron era sincero. Espero que el proyecto pueda convertirse en una realidad». ¿Por qué este cambio de opinión? La sobrina segunda de Aleixandre no respondió a ABC. Tampoco la AAVA, que antes del verano publicó en X una foto en la que salían Amaya Aleixandre, el presidente de la asociación y el consejero de Cultura tras anunciarse la compra: «Este es el primer paso firme para salvar la casa de Aleixandre».
Ahora el caso está en manos del juzgado. Si se opone al recurso, se adjudicará a la Comunidad; si no, el laberinto Velintonia seguirá enredándose entre zancadillas. Y ya van cuarenta años de abandono de la que un día fue la meca de la poesía, la casa en la que el Nobel recibió a hasta cinco generaciones de poetas.
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SuscribetePeriodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la UCM y Máster ABC
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