Salen a la luz las guías que trazaban los antiguos escribas en los papiros de Herculano

La confirmación proviene de la investigación realizada sobre los papiros carbonizados descubiertos a finales del siglo XVIII en la Villa dei Papiri, en las excavaciones de Herculano. Fue llamada así precisamente por el descubrimiento de los textos antiguos, que hoy ascienden a 1.600 ejemplares, sobre literatura, ciencias o religión, todavía objeto de estudio debido a las particulares condiciones de conservación.

Entre los textos identificados a lo largo de los años, hay 44 rollos con obras de filósofos griegos y escritos de Filodemo de Gadara (filósofo epicúreo y poeta, nacido en Gadara, aproximadamente en el 110 a.C., y probablemente fallecido en Herculano hacia el 40 0 35 a.C.). Una gran contribución al estudio de los papiros la dio Marcello Gigante (filólogo y papirólogo) quien pasó su vida descifrando y conservando los hallazgos extremadamente frágiles.

La primera confirmación científica de esta costumbre de las retículas en los papiros de Herculano se debe a los resultados del grupo de trabajo del proyecto 'Erc Advanced Grant 885222-GreekSchools', coordinado por el profesor Graziano Ranocchia del Departamento de Filología, Literatura y Lingüística de la Universidad de Pisa. En la investigación se han analizado, con técnicas avanzadas, los papiros carbonizados de Herculano, conservados en la Biblioteca Nacional Víctor Manuel III de Nápoles. El estudio que condujo a este importante descubrimiento se presentó en la revista Scientific Reports, publicada en 'Nature Portfoglio'.

Fruto de la colaboración de físicos, químicos y papirólogos, se ha puesto de manifiesto por primera vez la presencia de varios tipos de retículas en los rollos de libros griegos de la antigüedad, gracias a la fluorescencia de rayos X realizada en los papiros de Herculano. Las retículas están formadas por líneas dispuestas en dirección ortogonal con el propósito evidente de delimitar espacios entre columnas.

Los investigadores explican que «era ya conocido por los autores clásicos que los antiguos escribas utilizaban una regla y una arandela de plomo, que al frotarlos sobre la superficie del papiro dejaban un fino trazo, apenas visible, que servía para trazar los límites de la escritura. Pero nunca hasta ahora se habían evidenciado pruebas científicas en los numerosos papiros recibidos desde la antigüedad. Este es un descubrimiento sensacional para el estudio de los papiros», ha manifestado el coordinador de la investigación, el profesor Ranocchia.

«También se demuestra finalmente -añade- que la inclinación sistemática de las columnas de escritura en los rollos o manuscritos literarios, la llamada Ley de Maas, fue un hecho estético intencionado de los antiguos escribas, y no un signo de inexactitud gráfica, como se ha supuesto por algunos«.

En el estudio han participado el Instituto de Ciencias del Centro Nacional de Investigación de Catania, y los laboratorios del Instituto Nacional de Física Nuclear. «El desarrollo de instrumentos y métodos no invasivos para el análisis in situ está generando importantes avances en el diagnóstico del patrimonio cultural», ha declarado Costanza Miliani, director del Centro Nacional de Investigación-Instituto de Ciencias del Patrimonio Cultural. Según la directora de la Biblioteca Nacional de Nápoles, Maria Iannotti, «este es un nuevo comienzo para los estudios sobre nuestras colecciones y un modelo de cooperación institucional, para extenderlo a otros casos».