Roma abre al público 'El pasadizo de Cómodo', el pasillo secreto que llevaba a los emperadores hasta los gladiadores antes de la batalla mortal en el Coliseo

Este corredor no formaba parte del proyecto original del Anfiteatro Flavio, inaugurado en el año 80 d. C. por el emperador Tito, con 100 días seguidos de luchas de los gladiadores. Fue excavado después, entre finales del siglo I y comienzos del II, abriendo paso literalmente en las cimentaciones del edificio. La decisión técnica, arriesgada y costosa, dice mucho de su importancia política: garantizar un acceso protegido al palco imperial en un recinto que podía concentrar a 50.000 personas. Las cronologías encajan con Domiciano como probable impulsor de la obra, en un anfiteatro que, con Trajano y Adriano, seguiría adaptándose a un uso intensivo. «Conseguir esa excavación significaba que alguien muy importante la deseaba de verdad», según Angélica Pujia, destacada restauradora del patrimonio cultural romano. Las fechas marcadas en los ladrillos del túnel indican que se fabricaron durante el reinado de Domiciano. Federica Rinaldi, arqueóloga, explica que «el Coliseo era un lugar muy político, podía haber problemas y Domiciano tenía miedo de ser atacado, por lo que es posible que haya ordenado la construcción del túnel».

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El corredor se denominó posteriormente el 'Túnel de Cómodo', en honor al emperador Lucio Aurelio Cómodo (180-192), hijo de Marco Aurelio. Según el senador de esa época, Cassio Dión, autor de 'Historia romana', Cómodo escapó de un atentado en el túnel, hecho narrado también en la película 'Gladiator', de Ridley Scott, protagonizada por Russell Crowe y Joaquín Phoenix. Cuenta la historia de un general romano (Máximo Décimo Meridio, interpretado por Crowe) que es traicionado y se convierte en un gladiador para buscar venganza contra el ambicioso y caprichoso Cómodo (interpretado por Phoenix), un emperador que amaba y era experto en los juegos de gladiadores. Cómodo tuvo muchos enemigos debido a su megalomanía, que lo llevó a matar personalmente a cinco hipopótamos, dos elefantes, un rinoceronte y una jirafa en el Coliseo.

En 'Gladiator' Cómodo es asesinado en la arena por el gladiador interpretado por Russell Crowe. Pero el verdadero Cómodo, que era un amante de la lucha de los gladiadores, fue estrangulado en el baño por su compañero de lucha en el año 192 d. C. Cabe destacar que su gobierno fue muy inestable y turbulento, marcando la transición de un reino de oro y plata a uno de óxido y hierro, según Dión Cassio. De ahí que muchos historiadores, entre ellos el británico Edward Gibbon, consideren su reinado como el comienzo de la decadencia del Imperio romano.

El tramo visitable permite hoy descender al corazón del pasadizo y recorrer aproximadamente 40 metros, un recorrido que se ampliará hasta unos 55 en una segunda fase, para contemplar de cerca la restauración, desarrollada entre octubre de 2024 y septiembre de 2025. Las paredes conservan huellas de las grapas metálicas que sujetaron placas de mármol, que fueron sustituidas por enlucidos de yeso pintados con motivos paisajísticos. «Probablemente fue para que las paredes respiraran debido al problema de humedad causado por el curso de agua que discurre bajo el Coliseo», dijo la restauradora Pujia. El arroyo subterráneo se usaba para inundar la arena durante las batallas navales y aún fluye bajo el sitio. «No ha cambiado nada, todavía está húmedo hoy», añadió Pujia.

Al sustituir las placas de mármol para favorecer la respiración de los muros en un ambiente húmedo, se permite ver en la bóveda estucos con escenas del mito de Dioniso y Ariadna (narra el rescate y la divinización de Ariadna por Dionisio -Bacco,en la mitología romana-, dios del vino y de la fertilidad). A la entrada, las hornacinas ofrecen un catálogo nítido de lo que agitaba al público en la arena: caza de jabalí, luchas con osos, acrobacias, trucos tras puertas por las que irrumpían animales. Nada de esto es decorativo en sentido trivial. Es un programa iconográfico que acompaña el trayecto del poder hacia el corazón del espectáculo y narra la naturaleza de aquella maquinaria social.

El túnel, descubierto en el siglo XIX, se detiene a los 55 metros. El resto fue destruido por excavaciones para tender tuberías de alcantarillado hace un siglo, por lo que se desconoce su ubicación exacta. En el extremo conservado se aprecia un giro acusado a la izquierda que podría indicar la dirección hacia el 'Ludus Magnus', la gran escuela de gladiadores situada al noreste, o, según otra línea de investigación, hacia ámbitos palatinos, es decir, el entorno de poder y residencia del emperador, que se originaron en el Monte Palatino de Roma, de donde proviene la palabra «palacio». Ambas hipótesis están abiertas y no compiten entre sí, pues el corredor pudo articular distintos destinos a lo largo de su historia.

La directora del Parque Arqueológico, Alfonsina Russo, dijo que ese brusco giro a la izquierda antes de que el túnel terminara sugería que conducía al gimnasio de los gladiadores junto al Coliseo. «Creo que el emperador iba allí antes de los espectáculos para instar a los gladiadores a luchar con más ahínco y luego usaba el túnel para tomar asiento», explicó Russo.

Una parte esencial de la restauración es la iluminación, firmada por la arquitecta Francesca Storaro, que recupera la idea de la luz entrando por las claraboyas, filtrada y medida, como guía en la penumbra. Esa luz contemporánea no pretende recrear un pasado imposible, sino restituir el mejor conocimiento del espacio. Se completa con un vídeo de reconstrucción de las decoraciones y con una mapa táctil que permite «leer» con los dedos estucos e iconografías, llevando la accesibilidad más allá de la simple eliminación de barreras físicas. La directora del Parque, Alfonsina Russo, presenta la apertura del túnel como un resultado que conjuga investigación, tutela y valorización y que se inscribe en una estrategia de accesibilidad total. El Director General de Museos, Massimo Osanna, enmarca la restauración en un esfuerzo más amplio por renovar el relato de los museos con tecnologías de mediación que aumenten la comprensión sin invadir los monumentos.

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Las nuevas obras, previstas a comienzos del próximo año, permitirán ver «en directo», a través de una puerta de vidrio al final del itinerario, las tareas de restauración de mármoles, estucos y enlucidos en el tramo que se prolonga fuera del Coliseo. Pocas veces el visitante puede combinar en una misma visita el camino reservado a los emperadores y la arqueología de su conservación. Al final del recorrido, el visitante recordará de su experiencia tres palabras clave: 'Pulvinar', que designa la tribuna de honor, el lugar desde el que el poder hacía visible su decisión sobre la vida y la muerte en el espectáculo; hipogeo, subterráneo o entresuelo operativo del Coliseo, un laberinto de corredores, jaulas, montacargas y maquinaria escénica que permitía transformar el escenario con precisión; y las claraboyas (bocche di lupo), que son los lucernarios verticales que ventilan e iluminan el subsuelo, convirtiendo el aire y la luz en parte estructural del funcionamiento.