Roberto Saviano, autor de 'Gomorra', rompe a llorar tras confirmarse la sentencia del jefe mafioso que lo amenazó: «Me han robado la vida»

Bidognetti fue condenado a un año y medio de prisión; y su defensor, a un año y dos meses. El fallo ratifica lo dictado en primera instancia: las intimidaciones, pronunciadas en pleno juicio 'Spartacus' en Nápoles, fueron reales, graves y con el agravante mafioso. El nucleo de la acusación se centró en una declaración impactante y explícita leída en el tribunal por el abogado Santonastaso en nombre de los imputados camorristas.

En este documento, se señalaba directamente a Saviano y Capacchione como los «responsables» de las condenas impuestas al clan, sugiriendo posibles represalias. Esta acción, sin precedentes en una sala de justicia, buscaba intimidar y silenciar a quienes se atrevían a desvelar la verdad sobre el poder criminal.

Tras la sentencia, la escena en el tribunal fue desgarradora. Saviano, conmovido y entre lágrimas, abrazó a su abogado Antonio Nobile, mientras la sala estallaba en aplausos. «Me han robado la vida», declaró el escritor, que lleva casi dos décadas con escolta por amenazas de muerte.

Con orgullo, Roberto Saviano declaró: «Hoy tenemos la prueba oficial: la camorra, en un tribunal, admitió que lo que más teme es la información». Saviano enfatizó la trascendencia de esta sentencia: «Dieciséis años de proceso no son una victoria para nadie, pero hoy tenemos la demostración de que la camorra, en un tribunal, admitió públicamente lo que la asusta: la información. Con esta sentencia tenemos la prueba de que los jefes de la camorra, con sus abogados, pusieron en el punto de mira a quienes contaban su poder criminal. Y no atacaron la política, sino el periodismo, nombrándome a mí y a Rosaria Capacchione como blancos. Nunca había sucedido, en ninguna parte del mundo, que en una sala de justicia una organización mafiosa acusara directamente a periodistas como responsables de sus propias condenas«, explicó Saviano, quien se encuentra bajo protección policial desde 2006 debido a las amenazas del clan Casalesi.

Tanto la Federación Nacional de la Prensa Italiana (Fnsi) como la Orden de Periodistas se constituyeron como parte civil en el proceso, subrayando la importancia de proteger la libertad de prensa frente a la intimidación criminal. La confirmación de estas condenas refuerza el mensaje de que la justicia, aunque lenta, puede prevalecer sobre el miedo y la violencia mafiosa.

En un emotivo artículo publicado en 'el Corriere della Sera' víspera de la sentencia, Roberto Saviano compartió reflexiones sobre los dieciséis años de proceso y el impacto que ha tenido en su vida. Bajo el título «Veré el rostro del boss, cualquiera que sea el veredicto, mi vida ha sido triturada», Saviano ofrece una introspección cruda y personal sobre la odisea que ha significado enfrentar al clan Bidognetti.

El autor de «Gomorra» critica al sistema judicial italiano, al que considera «cómplice involuntario» de las mafias debido a la excesiva lentitud de los procesos. Esta demora, argumenta, transforma el crimen en una «inversión de bajo riesgo» para las organizaciones criminales. Saviano expresa su hartazgo tras veinte años viviendo bajo protección. Atribuye su supervivencia a la «luz mediática» que lo ha rodeado, aunque confiesa que no es un consuelo suficiente para una vida «triturada».

El escritor lamenta que, a pesar de la crisis del poder del clan de los Casaleses, el «capitalismo mafioso» sigue siendo fuerte y, al operar en silencio, «en cierto sentido, la mafia ha ganado». La información antimafia, afirma, ha quedado «aislada, marginada y obligada a afrontar denuncias y procesos interminables».

Finalmente, Saviano lanza un mensaje contundente a quienes desean dedicarse al periodismo de investigación sobre el crimen organizado: «No lo hagan solos. Hagan red. No pongan solo su cuerpo en juego. No se hagan ilusiones. Al final de este largo y doloroso camino, la única certeza es que la información dio miedo. Pero quien la llevó adelante, salió destrozado. No permitan que vuelva a suceder. Nunca más«. Estas palabras de Saviano son un llamamiento a la acción y a la solidaridad, un eco de su propio sufrimiento y una advertencia para los periodistas.