Remedios Cervantes y las corazonadas
Tierra trágame
La modelo y presentadora hizo perder 5.000 euros a un concursante en un arrebato, un momento televisivo que ha quedado para los anales de las meteduras de pata. Luego montó una agencia para gestionar la reputación online
Capítulo 1: Mónica García vs. Alberto Casero: el cara a cara de la pifia
Remedios Cervantes, en el embarazoso momento que protagonizó en 'Atrapa un millón'
Según ChatGPT, aunque hállome perdido pues no ubico la cita y la IA es una escopeta de feria, Cervantes escribió en su Quijote quizá nunca: «Que cuando uno dice: 'De aquí no pasaré', y otro dice: 'Aquí moriré', de tal manera se han de quedar ... y cumplir su palabra, como si la hubieran pasado en capilla; porque, si no, es señal de desconfianza o de poca conciencia. De estas que digo, son aquellas que decimos nosotros: 'Hasta el momento de la muerte', o 'Hasta la última hora'; y así, las corazonadas no se deben ni tirar ni echar al aire». Sea apócrifa o no, hagan caso que igual no hay ni remedio luego, como avisaba 'Cervantes', y si no que se lo digan a la propia Cervantes de nombre Remedios.
Recuerden un concurso televisivo, padre de su inopinado calvario. La ex-Miss España tuvo una corazonada. Una visión. Como Oppenheimer, como Panenka, como Macarena Olona. Y la lio parda, citando a los clásicos. Se convirtió en el centro de todas las burlas de un país adicto a la lapidación y a sentirse mejor que el resto (el 'dolby surround' de la baja autoestima). Pero es que el momento fue épico. Estamos en 2011, en 'Atrapa un millón' presentado por Carlos Sobera, y la modelo y presentadora hace perder a un concursante 5.000 euros en un arrebato. Y un fotograma inolvidable con el chaval mordiéndose los labios cariacontecido.
Ya había redes sociales. Que se pasaron tres mil pueblos y Cervantes llegó a sufrir amenazas de muerte en su propia casa. «Diluido en agua, ¿cuál es mejor conductor, la sal o el azúcar?», preguntó Sobera. Las respuestas: «Azúcar» o «Sal». El concursante puso el dinero en «sal», pero Remedios en el último segundo saltó y cambió a «azúcar». Y perdió. Durante el minuto de toma de decisión la presentadora fue un elemento de confusión, primero apoyó a su socio con la sal, luego introdujo el azúcar como posibilidad porque le sonaba y, finalmente, tuvo el cuajo de decidir por él su respuesta. La cara de Sobera y el chico era un poema trágico, con Cervantes riéndose nerviosa pues su personalidad arrolladora empezaba a verse arrollada por su acto demente. La situación es hasta violenta y se hace difícil verla de seguido en YouTube.
Y 'trending topic' mundial durante dos semanas, la Mbappé del yerro. Lo que desencadenó un gran cambio con casi 50 años: Cervantes cerró etapa como actriz, presentadora y modelo, se licenció por la UNED más un máster en Marketing Digital y montó una agencia para gestionar la reputación online, entre otros temas con 'celebrities'. El que sí perdonó fue Mario, el concursante que perdió los 5.000 gracias a su asesora. «Fue un error humano y ya está», dice con sentido común y compasión, una experiencia que «vive con risas y nada más». También pensamos que el remedio para Remedios era tan fácil como hacerle un bizum y santas pascuas. Quizá lo hizo. No era tan caro, e incluso le habría dado un volteo a la fama negativa que podría haber trocado en espaldarazo popular e inclusión en más programas para experimentar su espontaneidad. Una inversión, en definitiva, y que quita el dolorcillo de dentro.
Otros 'Tierra trágame'
Le preguntamos también al ChatGPT: ¿y un remedio para afrontar una corazonada errónea? «Organiza una fiesta de 'Me equivoqué': invita a tus amigos y decora el lugar con carteles que digan 'Me equivoqué', puedes usar accesorios extravagantes o disfraces para reírte de ti mismo. También puedes preparar juegos y actividades relacionados con errores o malentendidos famosos de la historia». La cuestión es: ¿en esa fiesta habría barra libre? ¿Barra libre de malentendidos? ¿Que igual incluso provocarían una nueva fiesta de 'Me equivoqué en la fiesta de 'Me equivoqué'»? ¿Un loop infinito de cagadas y remedios? ¿Qué opinaría Cervantes, don Miguel, de esta gemebunda multiplicación del desasosiego que quizá no sea otra cosa que la vida dospuntocero?