El recibimiento en el Ministerio de Cultura a los nuevos funcionarios: «Mano de obra barata»

ABC ha corroborado a través de tres testigos directos y una cuarta fuente que ha tenido conocimiento de estos hechos de manera indirecta que un vocal asesor del gabinete técnico de la Subsecretaría de Cultura se refirió de esta manera a los nuevos funcionarios que se han incorporado al ministerio, en concreto los pertenecientes a las convocatorias de los años 2020, 2021 y 2022. Fue el pasado 5 de junio, en el seno del curso de formación que recibió la última promoción antes de recibir destino. Esa semana, la primera del mes, altos cargos del ministerio mantuvieron con ellos una serie de charlas, y el más desafortunado fue, sin duda, Iñaki Sanjuán Pérez. Es él el señalado por las fuentes consultadas.

«En la presentación de su charla, todos nos daban la bienvenida, y él añadió que estaban encantados de que llegara mano de obra barata. Hubo un murmullo generalizado en la sala y él sacó una sonrisilla», recuerda una persona que estaba presente. «Fue de las primeras palabras que dijo -añade otra persona-. Lo recuerdo sentándose en la silla del auditorio y decir eso entre carcajadas, que estaban encantados de recibir mano de obra barata». «Fue al dar la enhorabuena», dice una tercera fuente, «que dijo algo así como: estamos deseando que os incorporéis y algo de mano de obra barata. Igual esto podía tener su punto si era alguien del cuerpo, pero si no podía ser más desafortunado, aunque no vi que lo hiciera con malicia».

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Hubiera o no maldad en ese comentario, lo cierto es que es sintomático de la situación que viven los funcionarios adscritos al Ministerio de Cultura, sobre todo los que trabajan en los museos. El cuerpo facultativo de conservadores, archiveros y bibliotecarios (A1) es el segundo peor pagado de toda la Administración de es categoría. En el caso de los ayudantes de archivos, bibliotecas y museos (A2), son los quintos por la cola. La situación se agrava porque, a diferencia de estos cuerpos, los que trabajan en museos apenas tienen capacidad de promocionar subiendo de nivel. Un grupo de funcionarios ha constituido una asociación para tratar de mejorar su situación.

Este diario se dirigió ayer lunes al Ministerio de Cultura para saber cuáles son sus planes, pero otra vez no hubo respuesta. El secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, sí afirmó en aquellas charlas que estaban trabajando con Función Pública para mejorar esas condiciones y que hay un grupo de trabajo. El número dos de Urtasun reconoció que se había encontrado con esa situación en todas las visitas que había hecho a los museos y al Instituto del Patrimonio Cultural. «Cada vez que te enseñan la escala salarial te horroriza pensar que tenemos a gente trabajando sin las condiciones mínimas para subsistir en una ciudad como Madrid», dijo. Eso sí, admitió que para hacer cambios estructurales hace falta «una paz política que no tenemos».