El dardo
Prensa amarilla
«No conozco a ningún periodista de los serios que no encuentre en la lectura placer»
Lee más artículos del autor
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLo normal y frecuente es que los periodistas leamos, y mucho, sobre diferentes asuntos. Incluso es un placer seguir los artículos de cronistas deportivos sobre temas de cultura. No conozco a ningún periodista de los serios que no encuentre en la lectura placer además ... de conocimiento, cosa que se incrementa con cierta pena cuando muere uno de los grandes y se revista su arte alentado por los artículos sobre la persona, el último, el gigante Robert Redford.
La semana pasada estaba entreteniéndome viendo uno de esos programas amarillos de comunicación donde se analizan, se supone que con férreo rigor, los encamamientos de nuestros famosos. Una presunta periodista declaró: 'Soy una periodista seria con fuentes serias'. El tema versaba sobre las memorias de una famosa y sus distintos apareamientos. La gacetillera era una choni que carecía de la grandeza de 'Soy la Juani', la magnífica película sobre el chonismo, y que no había leído un libro en su vida. También hace poco menos de un año falleció la que se inventó esto de la prensa del manoseo, a lo que se dedican su hija y su nieta, y que fue despedida como una estrella, tanto que parecía que le habían concedido el Nobel de literatura en un campo claro.
De ese mundo rastrero nadie sale indemne, a menos que te llames Ángel Antonio Herrera, colega del presente medio, seas un hombre culto, un buen poeta y hayas acertado la amistad con el genio Paco Umbral, amigo en vida también del que suscribe. Lo peor del asunto es que los tipejos y tipejas, salvo honrosas excepciones que pueblan ese universo de flujo y reflujos sexuales, se toman en serio y se autodenominan periodistas cultos, como si la cultura solo respondiese a mostrar desnudas las vidas ajenas, sabiendo que esas vidas han vendido y venden por un pastizal sus escarceos.
Las excepciones se cuentan en los reporteros amarillos de los programas de Sonsoles Ónega y Nuria Roca, sin ir más lejos, donde también aparece un tipo que, para criticar algo, explica que es de clase media. Estos personajes de plaza de tercera deberían leer y culturizarse, a fin de no tener la gracia en el culo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete