Pilar Jurado, soprano: «Maria Callas escapaba de la vida que tenía con la ópera»
La cantante rinde homenaje a la soprano griega con un recital de sus arias
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Pilar Jurado
«Maria Callas no fue la mejor cantante desde el punto de vista técnico o vocal, pero sí fue el mayor animal escénico que ha habido en la ópera; su manera de vivir las obras desde la interpretación, poner su voz al servicio de la ... música, de la expresividad, eran extraordinarias y yo me he sentido siempre identificada con estos aspectos». Son palabras de Pilar Jurado, compositora, directora de orquesta, gestora y soprano, que actualmente se ha centrado más en esta faceta para rendir homenaje a Maria Callas con una serie de recitales que arrancaron a mediados de este año y para los que tiene compromisos, de momento, hasta julio de 2024. El próximo será el 19 de noviembre en el Gran Teatro Falla de Cádiz.
«Me he sentido siempre muy cercana a ella; hay que reivindicar al mito, claro, pero también a la mujer, reivindicar la profesionalidad y la dureza de nuestra profesión porque ella sufrió mucho cantando, no tuvo una vida fácil. Ella tuvo una vida vocalmente muy corta, porque fueron prácticamente quince años de carrera activa, y murió con tan solo 53 años», dice la artista, que no se olvida, en estos recitales, de recordar a Elvira de Hidalgo, la maestra de Callas, española, «alguien que fue muy grande y de la que nadie habla».
A menudo, dice Pilar Jurado, se pone el foco en el gran mito que fue Maria Callas y se olvida que fue, recuerda, «una mujer maltratada... Lo fue tanto profesional como, por supuesto, personalmente. Hubo mucha gente, empezando por su marido, Giovanni Battista Meneghini, y también por su gran amor, Aristóteles Onassis, que se aprovechó de ella».
'Casta diva', de 'Norma', abre el recital, en el que la soprano interpreta arias representativas del extensísimo repertorio de Maria Callas: 'La sonnambula', 'La bohème', 'Madama Butterfly', 'Tosca', 'Carmen', 'Andrea Chénier'... «'La mamma morta' -imposible no recordar su inclusión en la película 'Philadelphia', protagonizada por Tom Hanks- es una de las arias más hermosas que hay en la literatura operística, y se canta muy poco por la dificultad que entraña».
Además de en su música, Maria Callas está presente en el espectáculo a través de las imágenes de los teatros de ópera en los que ella debutó en cada uno de los personajes, y en sus propias palabras. «He recogido algunas de sus entrevistas, en las que habla de su amor por la música, de cómo fue capaz de adelgazar casi sesenta kilos para poder ser el personaje que interpretaba... En esas entrevistas se ve el carácter que tenía... Cuando la echaron del Metropolitan de Nueva York... Y también su romance con Onassis, que finalmente le llevó a su destrucción como cantante, en primer lugar, y como mujer, también. Curiosamente, ella fue la que cuidó de Onassis hasta el último día a pesar de su traición».
Si tuviera que definir a Maria Callas, Pilar Jurado no lo duda: «Fue la gran diva masacrada». Y lo explica: «Desde sus inicios ella utilizó la música para salvarse de su propia vida; siendo muy joven, y de vuelta a Grecia -cuando niña, sus padres emigraron a Nueva York-, se encontró con la Segunda Guerra Mundial. Se habla de que su propia madre la prostituía y la ofrecía a los soldados americanos... La música y la ópera eran su manera de salir de esa vida y de reivindicarse como ser humano. El amor fue lo más importante, y por ello cuando lo encuentra al lado de Onassis es capaz de renunciar a lo que más amaba entonces, que es la ópera; prefiere ir a fiestas para estar con él y descuida su carrera, que ya no pudo recuperar su plenitud».
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En estos recitales no interpreta a Callas. «No pretendo emularla, no podría ni aunque quisiera. Por eso me he dejado el pelo rubio, para distinguirme del personaje desde la propia apariencia». Gracias en parte también al mundo del cine -Pasolini, Visconti-, donde se enamoraron de Maria Callas, la soprano trascendió más allá del mundo de la ópera: «Las cosas que trascienden son aquellas que subliman el propio género», dice Pilar Jurado, que cuenta que toda su actividad tiene un solo fin: «Servir a la música». «También en eso es un ejemplo Maria Callas, que decía que servía a la música en cuerpo y alma. Para mí el cuerpo es la interpretación; poder ser el medio entre el creador y el público; pero por otro lado, también necesito crear, poder generar nueva música, es parte de mi alma. La gestión es algo que tuve que aprender a lo largo de mi carrera, porque me di cuenta de que sin gestión era imposible poder hacer los proyectos que me ilusionaban».