Daños de la dana en valencia
Objetivo: salvar la memoria del barro
Universidades de Valencia emprenden una campaña para restaurar fotografías afectadas por la Dana
Conservadores, historiadores del arte y archiveros se ofrecen a colaborar en la recuperación del patrimonio dañado
«¡Casi me tiran el álbum de la boda!»
El mundo del cómic se vuelca en ayudar a los damnificados por la DANA de Valencia

«Hemos perdido todo, casa, negocio..., pero si podemos recuperar las fotos de los yayos estamos felices», cuentan entre lágrimas los afectados por las riadas que están respondiendo a la campaña de la Universidad de Valencia (UV), la Universidad Politécnica (UPV), ... el GE-IIC, ICOM España y el Museo de Etnología de Valencia (L'ETNO) para recoger y restaurar fotografías y álbumes familiares dañados por la Dana. Desde que el pasado sábado la Universidad de Valencia emprendió esta iniciativa, su directora de Patrimonio ha recibido una cantidad «ingente» de mensajes, con «miles de fotos y cientos de álbumes de todas las poblaciones afectadas».
El móvil de Marisa Vázquez de Agredos, que está centralizando las peticiones, bulle con llamadas y whatsapp de damnificados por las inundaciones que quieren recuperar sus recuerdos. A las fotografías familiares acompañan historias «muy conmovedoras» y, según relata a ABC, «la mayoría acaba llorando, agradeciendo la iniciativa». La profesora del departamento de Historia del Arte desconoce si alguna de las más de 200 víctimas mortales de la tragedia sonríe desde esas fotografías bañadas en barro. Tal vez sean los únicos recuerdos materiales que conservan sus familiares. «No hablan de ello, se refieren a casas y negocios, y a partir de ese momento se ponen a llorar», explica.
Cientos de voluntarios de ambas universidades y del GE-IIC (Grupo Español del Instituto Internacional de Conservación) se han sumado a esta operación para salvar la memoria arrastrada por el lodo. De forma gratuita, «este legado será tratado e intervenido para devolverlo a un buen estado de conservación que favorezca su salvaguarda y perpetuación», prometen. Alumnos, profesores y personal de administración y servicios de ambas universidades que se encuentran en las zonas afectadas «están haciendo una gran labor de acopio de estos materiales fotográficos, para centralizarlos y recogerlos juntos», señala Vázquez.
Lucía Ferradas, estudiante de 3º de Historia del Arte en la Universidad de Valencia, es una de las voluntarias que está contactando con familiares y amigos de localidades afectadas para que guarden sus álbumes fotográficos, aunque estén dañados. «Es lo único que les queda a algunos», comenta esta joven de Torrent, que responde a la llamada del periódico desde Aldaia, donde colabora en la limpieza. A pie de calle, está instando también a los vecinos a conservar sus fotografías. «Mucha gente no sabe que se pueden recuperar y no se han enterado de la campaña porque no están mirando las redes sociales. El boca a boca es la única manera», explica.
La campaña de recogida se realizará progresivamente, a medida que puedan ir entrando a las poblaciones, apunta la directora de Patrimonio. Los materiales serán llevados a los laboratorios de ambas universidades, donde se les realizará un examen diagnóstico inicial y se decidirán los criterios de intervención en cada caso. «En principio, están muy dañados», valora Vázquez, con barro y un hedor que revela actividad microbiológica. Según la coordinadora de la campaña de recuperación, su tratamiento puede prolongarse «meses», aunque aún es «impredecible».
Una tropa preparada
Más de 800 profesionales de la conservación del patrimonio españoles e internacionales se han alistado en la red de voluntarios del GE-IIC para ayudar en lo que sea necesario en Valencia. La respuesta a la convocatoria abierta el domingo está siendo «abrumadora», según su presidenta, Cristina Picasso. «Casi todos son restauradores -indica-, pero también hay otros perfiles, como vidrieros, arquitectos…».
Picasso estima que «son muchas las poblaciones afectadas que tendrán sus museos, iglesias, bibliotecas o archivos y seguro que hay muchísimo patrimonio dañado». A la espera de que llegue su momento, desde el GE-IIC están recabando información sobre los voluntarios más cercanos y los que están dispuestos a trasladarse o pueden colaborar a distancia. «Estamos preparándonos para responder a las necesidades que surjan», indica la restauradora y profesora de la Universidad Complutense, que también forma parte del Observatorio de Emergencias en Patrimonio Cultural. Según Picasso, «muchas asociaciones de conservadores y restauradores se están uniendo para remar todos juntos».
La Asociación Profesional de Archiveros y Gestores de Documentos Valencianos también ha organizado un voluntariado para diagnosticar los archivos afectados por la Dana y han difundido un correo electrónico (difusio@arxiversvalencians.org) para que se sumen profesionales en archivística que quieran contribuir.
El Comité Español de ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) señala en un mensaje de condolencia y apoyo a las víctimas que se han puesto en contacto con representantes de las administraciones de los territorios damnificados, a quienes han expresado su pesar por las pérdidas y han ofrecido su colaboración en el esfuerzo de recuperación.
También desde el Comité Español de Historia del Arte se han unido al dolor de los afectados por la Dana y ofrecen su apoyo «en lo que sea necesario para ayudar en la recuperación de los bienes históricos y artísticos que forman parte de nuestra memoria y patrimonio cultural» aportando su conocimiento y experiencia. «Estamos aquí para ofrecer nuestro respaldo y, cuando llegue el momento, para participar en las tareas de restauración y protección del legado artístico e histórico que ha sido parte integral de estas tierras», afirman en un comunicado.
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