Gioconda Belli, premio Reina Sofía de Poesía: «Todavía el cuerpo femenino es motivo de violencia y discordia»
La escritora es la tercera nicaragüense en recibir el galardón de poesía iberoamericana después de Claribel Alegría y Ernesto Cardenal
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Adrián G. Peñacoba y Clara Mollá
Madrid
La escritora Gioconda Belli (Nicaragua, 1948) ha sido galardonada con el XXXII premio Reina Sofía de poesía iberoamericana. Publicó sus primeros poemas con 20 años, en 1970, en el semanario cultural de La Prensa. Dos años después, su libro 'Sobre la grama' le valió el ... premio Mariano Fiallos Gil de Poesía de la Universidad Autónoma de Nicaragua, uno de los más prestigiosos del país. Desde entonces, su vida ha estado comprometida con dos causas: la literatura y la política. Belli es la tercera nicaragüense en recibir este premio después de Claribel Alegría en 2017, y Ernesto Cardenal en 2012, seleccionada por su expresividad creativa, su libertad y valentía poéticas, así como su significación en la cultura contemporánea de Nicaragua, que refuerza el prestigio de uno de los grandes países de la lírica hispanoamericana y su obra constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España.
La poetisa hispana fue convertida en apátrida: la dictadura de Ortega la despojó de su nacionalidad así como a otras 93 personas, a las que desterró sin previo aviso y embarcó en un vuelo sin regreso a EE.UU. Para la autora este premio llega en un momento crucial en su vida: «Al ser despatriada, me siento muy feliz de recibir este premio como poeta nicaragüense que soy. Siempre he dicho que ser nicaragüense nadie me lo puede quitar».
Gioconda Belli: «El precedente de Ortega fue Hitler, que le quitó la ciudadanía a los judíos»
Susana GaviñaLa escritora nicaragüense, exiliada en España desde 2021, es una de las 94 personas a las que el Gobierno de Nicaragua ha quitado la nacionalidad esta semana, además de confiscar sus propiedades, por ser críticos con el régimen, que los ha calificado de 'traidores a la patria'
La poeta afirma que este premio se lo quiere dedicar a su país. «Este galardón es un gran honor porque lo han ganado poetas que yo admiro muchísimo, como Cardenal o Alegría y sentirme a la par que ellos me hace muy feliz», asegura a ABC.
Cantos de vida y esperanza
La autora se nutrió de la poesía que le precedía antes de comenzar su carrera literaria, así como de los poetas que «pasaron la antorcha» a su generación: «Estoy contenta de haber seguido esa tradición de excelencia de la poesía nicaragüense». Exiliada en Madrid, la poeta reconoce que Nicaragua tiene una larga tradición de poesía. «Nicaragua es Rubén Darío, Ernesto Cardenal, Carlos Martínez Rivas… La poesía en Nicaragua es un deporte nacional», afirma. Para Belli, toda persona es poeta hasta que no se demuestre lo contrario. «Rubén Darío fue un héroe cuando en Nicaragua aún no había héroes», añade.
«La poesía es el género donde se concentra el ser. Es el perfume, la esencia», asegura la poeta. Para Belli, la poesía tiene que decir, en las menos palabras posibles, lo más profundo y esencial del espíritu humano: «La poesía es un canto constante a la existencia, a la vida, a la muerte. Es un género esencial para profundizar en lo que somos los seres humanos».
Sobre la política de Nicaragua en la actualidad, la poetisa denuncia que «es un régimen nefasto». Piensa que Daniel Ortega «se ha convertido en un tirano» y que el país derrocó una dictadura y la cambió por otra. «Está haciendo un mal inconmensurable a Nicaragua: nos ha expulsado a todas las personas pensantes, a todas las personas que trabajamos en derechos humanos, medios… Ha creado un muro de silencio alrededor de Nicaragua». Se siente parte de un pueblo que está alzando la voz, «que está rompiendo ese muro», enfatiza.
Sobre el régimen de Nicaragua en la actualidad, la poetisa denuncia que «es un régimen nefasto». Piensa que Daniel Ortega «se ha convertido en un tirano» y que el país derrocó una dictadura y la cambió por otra. «Está haciendo un mal inconmensurable a Nicaragua: nos ha expulsado a todas las personas pensantes, a todas las personas que trabajamos en derechos humanos, medios… Ha creado un muro de silencio alrededor de Nicaragua». Ella se siente parte de un pueblo que está alzando la voz, «que está rompiendo ese muro», enfatiza.
Un canto al cuerpo femenino
Sus primeros poemas causaron revuelo porque abordaban el cuerpo femenino. «Hablé de mi cuerpo y celebré mi ser mujer. Esa ha sido una de las marcas de mi poesía, la celebración del ser mujer, el gozo de tener un cuerpo femenino. Lo celebré y lo seguiré celebrando». Piensa que esto marcó un «momento diferente» en la poesía latinoamericana. «Todavía el cuerpo femenino es motivo de violencia, motivo de discordia, motivo de irrespeto», asegura a ABC. «Yo reivindico la celebración que requiere, pues es un cuerpo maravilloso, un cuerpo que puede dar vida, un cuerpo bello…», añade.
«Hay muchas razones por las cuales escribir poesía sobre quién somos y quiénes somos las mujeres», asegura. Ante la sobreexhibición del cuerpo femenino en la actualidad, con la publicidad y las redes sociales, piensa que es «un gancho para que la gente consuma», aunque ella lo que reivindica es «cambiar la cultura, aunque toma mucho tiempo». «Cambiar la cultura también significa cambiar el lenguaje, eso es en lo que yo trabajo», reivindica.
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