Así será la neolengua inclusiva del Congreso de las diputadas y los diputados
La Cámara aprueba la toma en consideración de la reforma del Reglamento, en contra de las directrices de la RAE
Esta es la palabra española que más dudas ortográficas genera y la resolución que da la RAE
El Congreso desoye a la RAE y da el primer paso para adaptarse al lenguaje inclusivo

Si la iniciativa de PSOE y Sumar para adaptar el Reglamento de la Cámara Baja al lenguaje inclusivo sale finalmente adelante, el Congreso de los Diputados pasará a ser «Congreso», a secas, pero «los diputados», en el articulado del texto, pasarán a ser «las diputadas y los diputados». Lo que se quita por un lado se pone por otro; todo sea por evitar el masculino genérico que, según PSOE, Sumar y sus socios parlamentarios, silencia a la mujer, y que según la Real Academia Española (RAE) no tiene ningún sentido. Por mucho que la RAE insista en que el masculino genérico «es inclusivo (en español y en otras muchas lenguas)», no parece que esta vez vaya a parar los pies a la Cámara.
El Congreso aprobó ayer martes la toma en consideración de la proposición de reforma del Reglamento para adaptarla al lenguaje inclusivo y la mayoría manifestada (174 síes frente a 169 noes) anticipa que la medida terminará saliendo adelante. La reforma del texto propuesta toma en consideración la guía de recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje en la Administración parlamentaria aprobada en la reunión de la Mesa de la Cámara el pasado mes de diciembre. Esa guía proponía, entre otras cosas, priorizar el uso de términos que no presenten variación de género o diferenciar el uso del masculino y del femenino en la designación de profesiones. Unos ejemplos: cambiar «el presidente» por «la presidencia»; no decir «los ciudadanos», sino «la ciudadanía», o convertir los distintos trabajadores en «personal».
Aplicadas estas recomendaciones al Reglamento de la Cámara Baja, la denominación «Congreso de los Diputados» desaparece; ahora es el «Congreso», a secas. Esta es la primera modificación que se aprecia en el artículo 1, pero afecta a la globalidad del texto, que tiene 207 artículos en total. En el artículo 2, «el diputado electo de mayor edad» pasa a ser «la diputada o diputado de mayor edad», aunque en esa misma oración no se duplica la expresión «los dos más jóvenes». En este caso el masculino genérico no molesta. Y mientras que el Congreso pasa a quedarse en soledad, los impulsores de esta reforma no ven necesario hacer lo mismo con el «Estatuto», que se desdobla; así, «el Estatuto de los diputados» se convertirá en «el Estatuto de las diputadas y los diputados».
Más cambios. En línea con la guía aprobada en diciembre por la Mesa, «el presidente» es en el texto renovado «la presidenta o presidente», y «el Rey» es «el Rey o la Reina». Unas veces el género masculino va por detrás y otras por delante. Otras veces, se omite el sujeto: antes se decía «los diputados estarán obligados» y ahora, directamente, «tienen la obligación de». O bien se sustituye por «quien»: «el diputado incurso en ella tendrá» es en el nuevo Reglamento «quien se encuentre incurso». Otra opción es reformular la frase. Si el Reglamento actual dice «el diputado quedará suspendido en sus derechos y deberes parlamentarios», el que previsiblemente saldrá aprobado corrige: «los derechos y deberes parlamentarios quedarán suspendidos para las diputadas y diputados». También se recurre al «ningún» o «nadie» para no escribir «diputado».
Para lo que no hay alternativa es para «miembro». Los «miembros del Gobierno» mencionados en el capítulo quinto siguen siendo del género masculino genérico. Aquel «miembros y miembras» de la exministra socialista Bibiana Aído no hizo fortuna.
Con estos cambios aspira el Congreso a erradicar el «lenguaje sexista», que es «una fuente para perpetuar estereotipos y desigualdades de género». Dicho con las palabras de Ione Belarra, líder de Podemos: «Lo que no se nombra no existe y para que los hombres puedan seguir manteniendo todo el reconocimiento, es imprescindible que sigamos usando eso que llaman el masculino genérico. Nosotras, nosotros y nosotres no lo vamos a permitir».
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