Las últimas horas de Jim Morrison, el misterio tras la muerte del icono de The Doors

El cantante de The Doors se había marchado a París huyendo de varias cosas. Lo primero, de su grupo. Estaba cansado de las exigencias de la fama, de los conciertos y las grabaciones. Lo segundo, de sí mismo. Necesitaba reencontrarse como compositor, dar con la poesía adecuada para añadir un capítulo más a uno de los repertorios más impactantes de su época. Pero también estaba escapando de la Justicia estadounidense: dos años antes, en 1969, fue condenado a seis meses de prisión por comportamiento indecente en un concierto en Miami, y aunque apeló la sentencia, prefirió esperar el resultado lejos de Florida.

El caso es que ya nunca volvió a Estados Unidos porque murió en París el 3 de julio de 1971 debido «a su estilo de vida», como resume su hermano Andy Morrison en la nueva docuserie 'Before the End: Searching for Jim Morrison' (antes del fin, buscando a Jim Morrison), que indaga en las circunstancias que rodearon la muerte del músico a los 27 años ofreciendo un retrato no sólo artístico sino también humano, desgranando anécdotas impactantes sobre sus primeros años de vida, revelaciones desgarradoras sobre los claroscuros de su ascenso al estrellato e incluso indicios que contradicen la versión oficial sobre su muerte.

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«Su estilo de vida lo mató. Obviamente bebía demasiado. Jim ya no gozaba de buena salud, había ganado peso debido al alcoholismo y ocasionalmente consumía drogas. Si no estás en buen estado y te entregas a esos excesos, no es difícil que ocurra», dice Andy en el documental de tres episodios, que fue estrenado en Amazon Prime, AppleTV, Google Play y YouTube TV el 13 de enero.

Andy Morrison cree que su hermano «quería retomar una escritura seria» en París. «Tal vez ya había superado lo de The Doors. No estaba completamente fuera, pero necesitaba un respiro», asegura en la docuserie, que cuenta con un imponente elenco de entrevistados. Están los primos de Morrison, Ellen Edwards y David Backer, sus amantes Anne Moore, Gayle Enochs, Judy Huddleston y Suzanne Roady-Ross; sus amigos Mirandi Babitz y Salli Stevenson, el fundador de Elektra Records, Jac Holzman, el manager Todd Schiffman, el roadie de los Doors, Gareth Blyth, el guionista Randall Jahnson, los críticos de rock Ellen Sander y Richard Meltzer, e incluso sus compañeros de clase de UCLA Philip Oleno y Richard Blackburn, además de su compañero de cuarto Ron Cohen y un profesor de la universidad, Dick Adams.

Su paso por la Florida State University también queda documentado con entrevistas a sus amigos Bryan Gates y John McQueen y el profesor Ralph Turner, y también aparece su entrenador de natación de Alameda High School, Ash Jones, su amigo de la infancia, Jeff Morehouse, conocidos de la época de París, Philippe Dalecky y Gilles Yepremian y, en exclusiva gracias al hermano de Jim, también sale Robyn Wurtele, la enigmática asistente de Morrison en la época de París, y un tal 'Mr. X', una fuente anónima que aporta interesantes datos desconocidos hasta ahora.

Un paro cardíaco sufrido en la bañera del hotel fue la causa oficial de la defunción según el informe médico. Siempre se ha dicho que pudo ser una sobredosis de heroína, proporcionada por la novia del cantante Pamela Courson (quien prefería la cocaína, ya que no consumía heroína debido a una fobia a las agujas) en los baños de un club nocturno parisino, y adquirida previamente al oscuro personaje Jean de Breteuil. Pero nunca se hizo la autopsia al cadáver.

Tampoco se avisó a tiempo de su entierro. Ni siquiera se anunció el lugar ni se organizó ningún tipo de ceremonia. De hecho, en el momento de dar sepultura a Morrison tan solo asistieron cinco personas. El teclista Doors, Ray Manzarek, tardó en creerse la noticia. «Mi primera reacción fue pensar que era un rumor tonto de Hollywood, mandé incluso a Siddons (manager de la banda) a París para confirmar la muerte de Jim», comentó en una entrevista a 'Daily Mail' en 2013. «Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte creando un certificado de muerte ridículo, pagando a un doctor francés, poniendo un saco de 150 libras (68 kilos) dentro del ataúd y desaparecer a alguna parte de este planeta, ese tipo es Jim».