C. Tangana: «No sé qué tipo de director voy a ser, pero voy a intentar rodar un documental sobre mi artista favorito»

«El principal argumento es que mi interpretación vocal no es lo importante. La gente no va por eso», respondió Pucho a una pregunta sobre la fobia al directo que confiesa tener en una escena del documental. «Si viene a verme un virtuoso al que no le interesa lo que hago, que no entiende mi lenguaje, y no le interesa lo performático y sólo escucha a músicos clásicos, si ve lo mío, le dará igual. Pero si hay alguien a quien le interesa la idea, el concepto artístico, puede emocionarse con el espectáculo. Pero claro tengo que pasar por el ridículo de hacer una cosa que sé que no es la que mejor se me da. Esto yo creo que le pasa a todo el mundo en su profesión. Puede dársete muy bien la parte de oficina, pero cuando luego tienes que vender algo a tus clientes, se te da mal o no es lo que más te gusta. A mí me pasa igual. Yo en el estudio tengo las inseguridades normales, pero siento que tengo el control. En el escenario no, y de hecho yo no creía que yo fuera un artista hasta que he hecho este show. Creía que era un rapper, que venimos de las fiestas, y no están mal, pero mi ambición artística me hacía sentirme menos artista por los shows qu yo hacía. Y ahora, me siento más artista gracias a este último espectáculo».

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Uno de los periodistas de la rueda de prensa preguntó cuánto dinero habían perdido con la gira, lo cual da buena cuenta de que el documental busca demasiado el drama y deja sin explicar que en realidad, de ruina nada. «Es verdad que el documental se centra mucho en esa parte más problemática, más difícil, en el choque entre la ambición creativa y la imposibilidad, o la dificultad de hacer eso posible y viable financieramente. Pero el resultado al final fue positivo. Lo que pasa es que esa parte no sale tanto porque el drama es siempre más cinematográfico», admitió Cristina Trenas.

Sobre sus reflexiones en la película sobre «el C. Tangana marketiniano», como él mismo dice, el artista dijo: «Ese comentario superfluo, ese titular lo he vivido. A mí me hubiera gustado otro documental, porque he tenido que afrontarlo dejando mi vida en manos de estas tres personas, y ellos han decidido qué salía y qué no. Y para mí ha sido duro verme así, mostrarme así. Pero con este documental no quiero que nadie piense nada nuevo de mí. Si me quedo igual, yo estoy encantado de la vida. Si lo que pensabas de mí antes de ver el documental es lo mismo que piensas después, estamos perfectos».

En este sentido, para Pucho este documental «ha sido una manera» de verse «desde fuera», y asegura que lo que se ve, es su realidad del día a día. «Soy un obseso del control, y haber cedido tanto terreno me ha permitido verme desde fuera y ver el proceso, y cosas que quiero mejorar de mí mismo. Hay un poso que me gusta, cuando veo a Lele implicada, cuando veo al abrazo de Pep con Johnny. Es que ha habido mucha tensión. Ha habido partes del docu que he visto desde fuera que me hacen sentir bien. Y uno cree que está cuidando de todos, pero nunca lo sabes a ciencia cierta teniendo un equipo tan grande. Luego, cuando salgo yo, quiero enterrar la cabeza en la arena».

Sobre las insinuaciones de dejar la música que deja caer en el filme, dice no tener ni idea de qué va a hacer, y que le gusta no tenerla. «Sacaré discos toda mi vida porque es una pulsión que tengo. No necesito estar sacando canciones todo el rato. En cuanto al cine, lo que estoy rodando un documental que va sobre mi artista favorito de la actualidad, que es Yerai Cortés, un guitarrista flamenco que me ha acompañado en la gira».