Ed Sheeran adelanta parte de su nuevo disco ante un grupo reducido de fans en Madrid

Acompañado por su inseparable guitarra y un piano, el cantautor, ganador de varios Grammy, fue desgranando una a una las canciones y explicando la historia detrás de todas ellas.

Comenzó con 'Boat', la primera que compuso para el álbum y que lo abre, para seguir con 'Salt Water'. Sheeran reconoció que componer ha sido especialmente «catárquico» para él porque le ha permitido hablar de todo lo que le ha pasado.

A continuación llegó su nuevo single, 'Eyes Closed', publicado hace apenas tres semanas y con la seña clara de identidad de los hits de Sheeran. En él, el artista narra el vacío y la tristeza provocadas por la pérdida de un ser querido, en su caso su amigo Jamal Edwards, y la dificultad de seguir adelante con la vida, de ahí el que apueste por mantener los «ojos cerrados».

Después llegaron 'Life goes on', en la que narra cómo la vida sigue aunque las personas aún no hayan superado la pérdida, y ' The end of youth'.

El cantante también habló del cambio que ha supuesto en su vida el ser padre y del revés que supuso el cáncer de su mujer durante el embarazo de su segunda hija, algo de lo que trata en 'Sycamore'.

A continuación tocó 'No strings' y completó las canciones del nuevo álbum, aunque ya en solitario sin piano, con 'The hills of Aberfeldy', que cierra el disco y que compuso en 2012, parte de la cual interpretó a capella.

Para completar la actuación, y regocijo de los alrededor de 400 asistentes, Sheeran cantó dos de sus grandes éxitos, ambos compuestos, según explicó, de forma «accidental»: 'Perfect' y 'Shape of you'.

El colofón lo ha puso con 'Bad habits', de su anterior álbum, que intercaló con algunas estrofas de 'Shivers'.

El concierto de este sábado fue un aperitivo tanto del nuevo álbum como de la gira con la que Sheeran recorrerá Europa y Norteamérica, que por el momento no cuenta con fechas cerradas en España para este año.

El quinto disco de Sheeran, sin contar el álbum de colaboraciones que lanzó en 2019, ha sido producido por Aaron Dressner, quien ha trabajado entre otros con Taylor Swift, y ya está en preventa. Precisamente, para poder acudir al concierto los fans tenían que compartir una prueba de reserva el álbum con la que entrar en un sorteo de las entradas.

El cantante británico, acostumbrado a conciertos con hasta 100.000 espectadores, reconoció sentirse más «nervioso» ante un público más reducido pero también confesó que le gusta más este formato porque le permite ver las reacciones de los fans a su nuevo álbum, del que dijo sentirse especialmente «orgulloso».