Muere Morfi Grei, cantante de La Banda Trapera del Río, a los 64 años

Considerada como una de las principales bandas pioneras del punk en España, La Banda Trapera del Río se formó en 1976 en el barrio de San Ildefonso de Cornellá de Llobregat, también conocido como Ciudad Satélite, con Morfi a la voz, Modesto Agriarte 'Tío Modes' a la guitarra y Juan 'Raf' Pulido a la batería. Por el grupo también pasaron miembros efímeros como Carlos Motos, Emilio 'Rockhita' (quien por cierto dio clases de guitarra a Estopa) o 'El Montoya'.

Debutaron tres años después con un disco epónimo editado por Belter (reeditado en 1992 por Perfil), y tras una década de los ochenta entregada a sus incendiarias actuaciones en directo, le seguirían 'Guante de guillotina' (Okey-Divucsa, grabado en 1982 pero publicado en 1993), 'Mentemblanco' (Munster, 1995) y, tras otro larguísimo parón discográfico, 'Quemando el futuro' (Maldito Records, 2019).

«El principal punto de inflexión de mi vida es cuando vi a Lou Reed en el Palacio de los Deportes de Montjuïc para presentar el disco Sally can’t dance, de la mano del promotor Gay Mercader», explicaba el cantante cuando fue preguntado por su incursión en el punk. «Yo tenía quince años y Lou venía de hacer su glorioso Rock & roll animal. Yo me decía que al rock & roll español le faltaba algo. Que había buenos músicos, pero alguna cosa fallaba. Y estaba claro: eran las letras, le faltaban poetas urbanos. Y eso era Lou Reed en Nueva York. Así que yo quise ser lo mismo para Cornellà y Barcelona, con letras como 'Ciutat podrida' (de la que se dice que fue la primera canción de rock'n'roll cantada en catalán), 'Curriqui de barrio', o 'Venid a las cloacas'».

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Tras la muerte del Tío Modes en 2004, en 2006 la compañía Munster (que ya editó el 'Directo a los cojones' en 1994) adquiere los derechos discográficos de la banda y publica la recopilación '1978/1982. Grabaciones completas'. Dos años después, en 2008, tiene lugar en la sala Gruta 77 de Madrid un concierto de homenaje a La Banda Trapera del Río en el que participan los grupos Rojo Omega, Los Chicos y Motociclón, con Morfi Grei cantando algunos temas con ellos. Es ahí donde le pica el gusanillo de un regreso, y en 2009 organiza una serie de conciertos de reunión que se prolongan hasta el fallecimiento de 'Raf' Pulido el año siguiente. Ese 2010 se lanza el documental 'Venid a las cloacas', y en 2016 se reforma la banda para hacer una gira de 40º aniversario que se alargó hasta 2021 con algunas interrupciones debido a los problemas de salud de Morfi, derivados de su hígado y de un bypass en la arteria femoral.

Durante la pasada década también tuvo proyectos paralelos como Morfi Grei & Electroputas (con los que sacó el excelente tratado de electro-rock 'Cielos movedizos', en 2011), Subtrabellos (con miembros de Subterranean Kids y Decibelios) y colaboraciones más esporádicas como Morfi Grei y El Mal Fario o Morfi Grei & Dirty Rockets. Su último proyecto, con el que preparaba un álbum, era la Ley de Morfi.

En 2012 publicó el libro 'Letras Pétreas', una edición autogestionada con el apoyo del Ayuntamiento de Cornellá al que acompañó una banda sonora realizada por Edu Chifoni, y que reunía textos inéditos acompañados de otras tantas ilustraciones (fotos y dibujos) con firmas como Bigas Luna, Manuel Huerga, Toni Miró, Javier Mariscal, Pau Riba, Johnny Cifuentes (Burning), Fermín Muguruza, Nazario, Carlos Azagra, Miguel Gallardo, Colita, Salvador Costa, Francesc Fàbregas o Jordi Valls.

En 2015 también se sumergió en el mundo del teatro estrenando en el Teatre La Fragua de Cornellá la obra 'Memorias de un yonkie' (escrita e interpretada por él mismo y dirigida por Encarna Pastor), que estaba basada en sus experiencias personales y musicales y se acompañaba de una actuación con el guitarrista Pitu Parrado y la banda The Gorrions, con la que Morfi protagonizó algunos conciertos durante esa época.

En 2010 dio el pregón de las fiestas del Corpus en el balcón del Ayuntamiento de Cornellá, que ha expresado su tristeza y dado sus condolencias a la familia y seres queridos del artista. «Ha sido un shock», dice Íñigo Munster, director del sello Munster y amigo de Morfi. «Él sufrió mucho por el trasplante, le provocó muchas complicaciones y ha sido lo que le ha hecho, casi voluntariamente, detener su vida. Yo tengo la impresión de que ha sido una de las voces más concisas, directas y precisas de lo que podría ser el movimiento juvenil de barrio obrero de una época. Las letras de la Banda Trapera eran de 'Raf', pero Morfi era la cara, la voz, el grito de todo eso. Lo más importante, la esencia, está en su primer álbum. Lo suyo fue como los Sex Pistols, un disco y ya está. Después, cuando volvieron en los noventa, se presentaron ante un público que tenía cierta adoración porque no la había vivido. El disco no circuló en su momento porque Belter no hizo nada por él, pero después sí lo hizo, entre gente de los barrios, y no sólo en Cataluña. Fueron los abuelos del punk. Cuando volvieron limpios y desintoxicados, dieron conciertos memorables. Pero de Morfi destacaría que fue una de las personas más dedicadas a divertirse en cualquier situación, adversa o no. Un amigo excelente, genial, y si quieres, polémico».

Cuenta Iñigo que Morfi trabajó durante más de una década en el centro de desintoxicación «donde él mismo acabó», y que ayudó «a cientos de personas» a dejar las adicciones. «Futbolistas, políticos, gente de bien... y gente de mal. Se ganó una red social de amigos impresionante porque influyó mucho en la vida de mucha gente. Luego se hizo padre, tiene dos hijos maravillosos con proyectos musicales brillantes que la gente alucinará cuando los escuche. Morfi fue una persona hecha a sí misma, emigrante del norte de África en Cataluña, con una historia hermosa. Tengo la absoluta certeza de que sus canciones, aunque no sean las más escuchadas, van a quedar en la historia de lo más grande y macarra de la música nacional».