El concierto había entrado en la recta final de los bises, el Estadi Olímpic era un desmadre y, de pronto, sorpresa en el escenario: junto a Bruce Springsteen y la E Street Band; junto a esa poderosa sección de vientos que en su día ... acompañó a Southside Johnny, aparecieron dos invitadas inesperadas. O quizá no tanto.
Porque ahí estaba, acompañando flanqueando a Patti Scialfa, Michelle Obama y Kate Capshaw. La ex primera dama de Estados Unidos y la actriz estadounidense y esposa de Steven Spielberg, pandereta en mano y convertidas en algo así como 'las Springsteenetes'.
A Barack Obama y Steven Spielberg apenas se les vio (la cantidad de guardaespaldas con pinganillo repartidos por el recinto parecían indicar que muy lejos no debían estar), pero casi 60.000 personas vieron a Michelle y Kate sumarse con entusiasmo a los coros de 'Glory Days', uno de los himnos de 'Born In The U. S. A.', y trasladar al escenario una amistad que se han encargado de pasear estos por días por Barcelona.
Hoy mismo, por ejemplo, mientras Springsteen descansaba tras la paliza de anoche, los Obama y los Spielberg han visitado el monasterio de Montserrat. El viernes, horas antes del concierto, ya se dejaron ver en el Moco Museum y la Sagrada Familia y el jueves compartieron con Springsteen mesa y mantel de madrugada en el restaurante Amar.
El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, tenía previsto abandonar Barcelona este mismo sábado para participar en un ciclo de conferencias en Zúrich (Suiza).
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