Kanye West pierde 20 millones de dólares por el desnudo de su mujer en los Grammy

La mujer de West acudió a la alfombra roja de los Grammy con un abrigo de piel, pero la pareja tenía un plan para armar follón, quitándoselo para descubrir un vestido que dejaba ver todo su cuerpo. Según la experta en lectura de labios Nicola Hickling, en un momento Kanye le dijo: «Empieza la escena ahora». A lo que Censori respondió con un asentimiento. Acto seguido, el rapero insistió: «Haz la escena, diré que tiene sentido». Y continuó: «Déjalo caer detrás de ti y luego gira, yo te cubro». A lo que ella respondió: «Está bien, vamos». Una escena que según algunos medios, fue diseñada para replicar la portada del álbum 'Vultures 1', el álbum de colaboración de West con Ty Dolla $ign.

Él fue quien le pidió a Censori que acudiera ataviada con ese vestido transparente que lo dejaba ver todo, y ahora es él quien está pagando las consecuencias, literalmente: a raíz de la polémica le han cancelado dos conciertos en Tokio por valor de veinte millones de dólares.

Según fuentes cercanas a los promotores de los conciertos, la reacción en Japón ha sido de absoluto rechazo: «Kanye está arruinando todas las oportunidades que se le presentan. Este espectáculo fue más que inquietante y ha causado horror en Japón», asegura una fuente cercana a los promotores de sus conciertos en el país nipón, que está experimentando un fuerte despertar cultural en torno a los derechos de las mujeres y el movimiento #MeToo, y el comportamiento de West ha sido interpretado como un acto de control coercitivo sobre Censori.

Todo esto ha echado atrás a los inversores que iban a impulsar sus conciertos en la capital japonesa, lo cual deja al rapero sin cobrar los citados veinte millones de dólares. «West está arruinando cada oportunidad que se le presenta. Sobre todo, después de hacer esta maniobra que ha resultado espeluznante, incluso más allá de lo imaginable. Su performance ha sido recibida con horror en Japón, donde hay un despertar cultural en relación con los derechos de las mujeres. Aquí ha sido visto como un acto de control inaceptable y la cultura japonesa le está juzgando», ha indicado una fuente cercana al artista en el 'Daily Mail'.

En Estados Unidos también ha habido reacciones furibundas contra el rapero, especialmente porque el incidente ocurrió frente a vallas publicitarias que solicitaban donaciones para las víctimas de los incendios forestales en Los Ángeles. «Fue una falta de respeto total a los Grammy. Hacer un espectáculo así en un evento que también es un acto benéfico, en el contexto de lo que ha ocurrido en Los Ángeles, es increíblemente estúpido, vulgar y erróneo. Kanye solo está interesado en su criptomoneda en este momento y todo lo demás parece pasarle por alto», comentaba un diario local.

Lo que parece que sí se va a ahorrar la pareja es la multa por escándalo público y exhibicionismo que muchos medios estadounidenses aseguraban que iba a recaer sobre Censori. Según TMZ, fuentes de la policía de Los Ángeles confirmaron que no habrá consecuencias legales por la escenita. Esto se debe a que los premios Grammy son un evento privado y ni los asistentes ni los organizadores del espectáculo han presentado una denuncia a la policía.

En una declaración a Page Six, la abogada de Los Ángeles Andrea Oguntula dijo: «Aunque el atuendo de la Sra. Censori indudablemente sobrepasó los límites, un cargo de exposición indecente en California requiere la exposición pública intencionada de los genitales de uno con la intención específica de ofender o excitar sexualmente. Es teóricamente posible, pero poco probable, que se enfrente a un proceso penal por este incidente».

Sin embargo, el atuendo puede haber violado los códigos de vestimenta de la cadena. Según la Normativa de Vestuario de la CBS, pues en los Grammy está prohibido mostrar «pechos, nalgas y genitales». No obstante, el momento no se emitió en televisión, ya que el «contenido obsceno» está «prohibido en televisión y radio por cable, satélite y difusión».

Esta no es la primera vez que la pareja monta un escándalo por la vestimenta de Censori en un evento, ni tampoco la primera vez que West pierde contratos por sus ocurrencias. Y seguramente no será la última.