El Cruïlla encuentra su sitio y echa el cierre con 76.000 asistentes
El festival barcelonés despide su edición 2023 con Antònia Font y Placebo y convencido de estar «creando un nuevo modelo, una forma de hacer que marca tendencia»
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Baracelona
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Iniciar sesiónEl Cruïlla, ahora sí, ha encontrado su sitio. O eso parece. «Hace años que soñábamos con este festival», ha valorado el director de la cita barcelonesa, Jordi Herreruela, durante la rueda de prensa de balance de la XIII edición que han despedido este ... sábado Placebo y Antònia Font. «Estamos creando un nuevo modelo, una forma de hacer del siglo XXI que marca tendencia. Es un festival grande, pero no tanto, y en el que el trato es tanto o más importante que el cartel», ha dicho.
Ese festival soñado, coronado por actuaciones tan dispares como las de Rubén Blades, The Offspring, Sidonie, Omara Portuondo, Parov Stelar y Nicki Nicole, es el que ha reunido este fin de semana en el Forum de Barcelona a 76.000 personas: 12.000 el miércoles, 16.000 el jueves, 25.000 el viernes y unas 23.000, a falta de afinar, el sábado. «Tampoco queremos anunciar un gran crecimiento ni nada parecido», ha apuntado Herreruela sobre unas cifras que vienen a igualar anteriores récords. «Vamos avanzando y consolidado de una manera tranquila», ha dicho.
Sostiene Herreruela que, además de dar pasos de gigante en cuanto a sostenibilidad (el Cruïlla de este año ha sido el primer gran festival que funciona sin generadores; se han dejado de usar 13.000 litros de gasoil y se han reducido en 36.000 kilos las emisiones de CO2), el gran factor diferencial del festival está en el público. No en el escenario, sino en la pista. «Está pensando para todo el mundo, para que la gente pueda ser quien quiera. Eso es lo que marca el camino», ha celebrado.
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Así, el gran triunfo está en ese 51 por ciento de «repetidores» y el casi 40 por ciento del público que compra abono para brincar con The Offspring y bailar salsa con Rubén Blades. «Es una manera de disfrutar de la música bailando en comunidad y con grandes bandas tocando», defiende el director.
Esta nueva edición, marcada también por los problemas de movilidad derivados de las obras del metro y el Tram, también ha confirmado el carácter eminentemente barcelonés de la cita: sólo un 10 por ciento de los asistentes es de fuera de la provincia de Barcelona, mientras que el porcentaje de público extranjero es tan ridículo que ni se contabiliza. La experiencia, añade Herreruela, también es importante. «Hay grupos que han actuado aquí y también en el Mad Cool haciendo el mismo concierto pero la sensación seguramente es diferente», ha asegurado en referencia a conciertos como los de Sigur Rós.
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