'La Celestina', de Pedrell, ve la luz un siglo después de alumbrarse

Sobre el escenario se podrá ver un elenco encabezado por Miren Urbieta-Vega y Andeka Gorrotxategi como Calisto y Melibea, que tendrán que soportar los tejemanejes de la vieja Celestina, encarnada por Maite Beaumont. A la batuta, Guillermo García-Calvo. Lo que no se verá, pese a estar ahí, son los dos años de trabajo del musicólogo David Ferreiro Carballo, que se ha encargado de hacer la edición crítica de la partitura que los maestros de la Orquesta de la Comunidad de Madrid tendrán en sus atriles. Ha trabajado a partir del manuscrito original, de setecientas cincuenta páginas, que se conserva en la Biblioteca de Cataluña.

El estudioso pertenece a un grupo de investigación de la Universidad Complutense que se centra en las influencias literarias de los compositores españoles durante los primeros quince años del siglo XX. «La investigadora principal del proyecto, Elena Torres, me propuso acometer esta tarea, y dije que sí», explica. Fue un poco más tarde cuando fue consciente de la envergadura del proyecto: «Me puse a trabajar y a estudiar, y entonces vi lo que se me venía encima». Para la labor ha contado, eso sí, con el apoyo del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU).

A partir de ahí, había que copiar, revisar y en ocasiones corregir el manuscrito, razonando debidamente cada paso y cada decisión. El resultado es un conocimiento minucioso de la partitura, que le permite hacer algunas reflexiones interesantes. Quizás la más llamativa sea la conclusión a la que ha llegado sobre la influencia de Wagner en la obra de Pedrell. Es algo de lo que se ha hablado mucho, pero que quizás haya que matizar a partir de ahora. «Posiblemente el wagnerismo de Pedrell era más claro en óperas anteriores, pero en 'La Celestina' no capitaliza la obra», asegura. Además, las influencias son mucho más diversas, desde la Gran Ópera francesa al Verismo italiano.

A ello hay que añadir la faceta como musicólogo de Pedrell, que lo lleva a incorporar en su partitura elementos de la música popular y de la música historicista. Una estética con la que quiso establecer el canon de la ópera nacional española. 'La Celestina' es la segunda ópera de la que él llamó 'La Trilogía ideal', completada por 'Los Pirineus' y 'El comte Arnau'. Tras presentar la primera, 'Los Pirineus', le llovieron las críticas. Algunos le dijeron que la ópera española ya existía, y se llamaba Zarzuela. Otros le afearon que 'Los Pirineus' partiese de un libreto en catalán, con el argumento de que no podía considerarse española una ópera que no estuviese cantada en castellano. Pedrell, que detestaba la política, fue ajeno a la aparente incompatibilidad entre lo nacional y la pluralidad cultural de España, pero esto le acabó pasando factura. Por varias razones, incluidos «encontronazos con los empresarios y rencillas con compañeros», según Ferreiro Carballo, no logró que 'La Celestina' se llegase a estrenar. Tampoco lo logró, pese a intentarlo con ahínco, su discípulo, Manuel de Falla.

Pedrell fue reconocido como musicólogo, apreciado por su apoyo a iniciativas musicales en Cataluña y su compromiso con el patrimonio español. Pero en los años posteriores a su muerte y a la guerra civil algunos lo veían demasiado centralista y otros, demasiado catalanista. De ahí que lleguemos a 2022 y, en el centenario de su muerte, las conmemoraciones se estén haciendo con sordina. Quizás el estreno en La Zarzuela sirva para que 'La Celestina' enamore al público y se quede en nuestras programaciones.