Bunbury: «En la pandemia quizá fui demasiado naíf al pensar que todos estaríamos de acuerdo en defender los derechos fundamentales»

-Enhorabuena por el disco, coge bien por la pechera. Arranca con 'Nuestros mundos no obedecen a tus mapas', una especie de comunicado reivindicativo de los humanos artistas, dirigido a los humanos no artistas. Como para aclararles ciertas cosas, pero más a modo de defensa que de ataque.

-Lo has entendido perfectamente, Nacho, y lo has explicado mejor de lo que yo mismo lo haría. Es una canción que abre muy bien el álbum, como una declaración de intenciones.

-Si digo que 'Invulnerables' tiene un aroma a hitazo ochentero, ¿le resulta extraño o fuera de lugar? El comienzo con ese sinte salpicando, la construcción del crescendo hacia el estribillo, ese cencerro que suena casi como un metrónomo…

-Yo la veo más New York New Wave, finales de los setenta, pero tampoco nos pongamos tiquismiquis con la exactitud de las fechas. Pensaba en los Devo, los primeros Talking Heads, en ese tipo de bandas de la nueva ola americana. La canción, como todo el disco, se grabó sin claqueta y en cinta analógica, así que nos vino bien que alguien nos penetrara los oídos con un tempo con el que conectar.

-Da para pensar en un director arrollador, y hay más en el disco… ¿Al escucharlas no le dan ganas de comerse mil escenarios e ir un poco más allá de «ciertas ciudades escogidas», como ha anunciado?

-Ay, lo de los mil escenarios se acabó. Quedan atrás. No me apena tanto, la verdad. Ya lo hice. Ahora estoy disfrutando de otra etapa vital, en la que priorizo lo creativo a lo re-interpretativo. Pero sí, paradójicamente, este es un disco que funcionaría muy bien en directo. Haremos cinco conciertos a finales de este año y otros cinco el año que viene. Poca cosa, pero espero priorizar la calidad de los shows sobre la cantidad, que es algo que queda absolutamente descartado.

-Este álbum es una respuesta al trauma sufrido al verse obligado a dejar los escenarios. ¿Buscó curación o alivio psicológico a través del proceso creativo? ¿Valoró alguna otra forma de terapia ante semejante bofetada vital?

-No sé nada de terapias, ni de psicólogos. Siento cierto rechazo o quizás timidez y discreción. Soy de los que piensan que la salida es hacia adentro. Que para buscar respuesta a problemas y traumas, tienes herramientas que están a tu disposición y que nacemos con ellas. Necesitamos desarrollar cierta fortaleza espiritual y psicológica. Obviamente, no todos somos iguales y habrá quienes en situaciones desesperadas, necesiten de ayuda profesional o les venga estupendamente conversar con su párroco. No soy quién para juzgar a nadie, porque meter a todos en saco similar, es una forma segura de cometer injusticias.

-En 'De vuelta a casa' la letra dice «hubiera preferido no despedirme así». Cantar eso sobre un escenario, ¿no es una especie de venganza perfecta contra la calamidad?

-Bueno, lo del escenario ya se verá. Pero cantarla en el micrófono en el estudio fue hermoso. Es una de mis canciones favoritas del disco y junto a 'Desaparecer' conforma el núcleo principal de lo que quise comunicar con este álbum.

-Greta Garbo dejó su profesión por voluntad propia. ¿Titular así el disco quizá quiere decir que el mayor anhelo de todo artista no es el éxito, sino poder dejarlo cuando uno elija?

-El éxito es una consecuencia de la obra que comunica con una audiencia. El propósito de todo artista es la obra en sí misma. Dejarlo en algún momento es algo que, me imagino, todos nos planteamos en algún momento. Por mil razones que se interponen por el camino. La cima es un lugar solitario y es difícil de respirar en lo alto de un ocho mil. Así que, lo lógico es estar ahí de visita. Encontrar un lugar de acampada a una altura menor suena bastante ideal, donde puedes realizar lo que verdaderamente es importante, en esta pasión-barra-profesión. Dejar de expresarte es complicado, porque es una necesidad, además de una vocación. De todas formas, en algún momento, la edad o alguna torpeza, nos expulsará a patadas de aquí. O sea, que no está de más saber dónde está localizada la salida.

-¿En el mundo de la música no hay un/a Greta Garbo? O algún caso comparable…

-Pienso en la última de década de Bowie, por ejemplo. Es un gran ejemplo de gretagarbismo.

-¿Cómo fue la sensación al descubrir lo del dichoso glicol y saber que podrías volver a dar conciertos?

-La sensación fue de alivio. Saber que físicamente yo me encontraba bien y que, a partir de ahí, la elección de subirme o no a los escenarios era mía.

-Pensaba que había hecho un disco basado en algo real (su retirada), y de pronto descubre que al final, ha hecho un disco basado en algo irreal. ¿Eso ha cambiado su percepción o su relación con estas canciones?

-Yo creo que es un disco basado en sensaciones y emociones reales. La verdad es que una vez que grabo un disco, no lo vuelvo a escuchar a no ser que me tope con la canción en un supermercado o en la radio. He empezado a componer canciones para el siguiente y eso es lo que me preocupa. No sé hasta qué punto estoy o no en sintonía con las canciones que grabé hace treinta o veinte o diez años. Son reflejo de un momento concreto. Esa fue su función, para mí. Luego está la comunicación con el público, que se me escapa, pero siempre me alegra mucho.

-Hablemos sobre 'Microdosis' un momento. Me pregunto cómo fue el proceso de ensayo y error hasta dar con una microdosis que no produjera el clásico viaje, pero sí tuviera ese mínimo efecto 'door-opening' en la mente. Ahí debe ser difícil distinguir entre la creatividad generada por la sustancia y la generada por la sugestión… ¿no?

El proceso de ensayo y error lo hicieron otros. A día de hoy, está muy definida y medida, de manera muy precisa, lo que supone una microdosis de psilocibina. Por supuesto, me la salté en alguna ocasión.

-¿Alguna vez ha escrito (o intentado escribir) una canción durante un viaje enteogénico de los 'fuertes'?

-No sé si sabría encontrar el lápiz y el papel.

-¿Cree en Dios? No sé si serásestrictamente ateo, o agnóstico, o si cree que algo habrá.

-Es una muy buena pregunta. La palabra Dios, tal y como la entendemos, nos lleva a pensar en las tres grandes religiones monoteístas y sus instituciones, que han dado algunos motivos para sentirnos recelosos ante sus credos. Pero cerrar las puertas a lo invisible e inexplicable, nos deja en una posición complicada para entendernos como humanidad, más allá de una comprensión meramente superficial.

-En la vida fuera de la Tierra supongo que sí cree. Si pudiera contactar con extraterrestres, ¿les preguntaría primero por su política? ¿por su organización social y tecnológica? ¿o por su arte?

-El arte extraterrestre es un tema que me interesa, porque quizás el arte es algo exclusivamente humano. Ninguna película o libro de ciencia ficción, que yo sepa, plantea la capacidad de los seres de otros planetas para crear algo, más allá de su capacidad tecnológica, su estructura política (casi siempre tiránica) o incluso, su religión. Que no haya cine extraterrestre o grandes músicos y pintores, sitúa a los alienígenas en una posición de inferioridad que me alegra bastante.

-Apoyó una manifestación que cuestionaba la restricción de derechos fundamentales «bajo el pretexto de una emergencia sanitaria». ¿Qué valoración hace ahora de la respuesta de las autoridades ante la pandemia?

-Bueno, yo grabé un pequeño vídeo mostrando mi apoyo a las libertades que aparecen registradas en la declaración de Derechos Humanos. La libertad de expresión, de movimiento, de credo, la libertad médica. Quizás fui demasiado naif, creyendo que todos estábamos de acuerdo en lo básico.