De Bizarrap a Phil Spector: cuando el productor es la superestrella
El joven argentino, último en sumarse a la estirpe de magos del estudio de grabación , bate récords junto a Shakira, Quevedo o Residente
Barcelona
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Iniciar sesión«Yo soy la música». Abrimos al azar una página de 'La fábrica de canciones. Cómo se hacen los hits', de John Seabrook, y ahí está, resaltando como un neón recién estrenado, una frase de Timothy Zachery Mosley. Sí, hombre, Timbaland. ¿No? ¿Nada? Pues ... a principios del siglo XXI no había quien le tosiera: Justin Timberlake, Kanye West, Rihanna, Beyoncé, Jay-Z, Missy Elliot, Nelly Furtado… Incluso Madonna quedó embrujada por el mago de Norfolk y lo fichó para las sesiones de 'Hard Candy', su disco de 2008. «En el mundo del hip hop, los productores reciben el mismo reconocimiento que los artistas. Dr. Dre es más importante que cualquiera de sus raperos», resume Seabrook.
Está claro que Timbaland dejó de ser la música hace tiempo, pero lo que logró con 'Cry Me A River', 'Get Ur Freak On' o el 'One in a Million' de Aaliyah es más o menos lo mismo que consigue Gonzalo Julián Conde, más conocido como Bizarrap, cada vez que abre las puertas de su estudio y transforma en oro viral todo lo que toca. ¿La sesión 49 con Residente? Un bombazo.¿La 52 con Quevedo? Récords de escucha pulverizados. ¿La 53 con Shakira? Tampoco falta insistir, Desde que vio la luz casi no se habla de otra cosa.
A sus 24 años, el argentino de la gorra y las gafas de sol, A&R precoz de Warner y licenciado en Marketing, es el penúltimo en sumarse a esa estirpe de productores estrella, cotizadísimos alquimistas sonoros , que consiguen que su nombre sea sinónimo de éxito inmediato. Gente que, como Rick Rubin, Brian Eno, Max Martin, Quincy Jones, Bob Ezrin, Sylvia Massy, Tony Visconti, Manuel Lara o Catherine Marks, ha escrito desde las sombras y junto a la mesa de mezclas buena parte de la historia de la música popular.
Un oficio que, si hacemos caso a Nigel Goldrich, arquitecto del sonido de Radiohead, inventó sir George Martin mientras los Beatles andaban entretenidos volteando el pop y que, pese a las revoluciones tecnológicas y los tsunamis estilísticos, sigue respondiendo a la misma naturaleza. «El productor musical se puede equiparar al director de cine. Decide en todo momento hacia dónde va la grabación», resume en sus memorias Javier Limón, productor de, entre otros, Andrés Calamaro, Estopa, Joan Manuel Serrat, Bebo Valdés y Dieg El Cigala. «El productor es el ideólogo, el director del proceso creativo que supone hacer una canción. Es el responsable del resultado final», dejó dicho Alejo Stivel, cantante de Tequila y productor de M Clan y La Oreja de Van Gogh.
Pero, ¿qué es lo que hace exactamente un productor? Veamos: cuando no acosaba a mujeres o perseguía a los Ramones o Leonard Cohen revólver en mano, Phil Spector inventó su célebre y wagneriano muro de sonido; Steve Albini encerró a los Pixies en un lavabo diminuto para grabar 'Where Is My Mind?'; George Martin dobló la velocidad de 'Please Please Me' para que los Beatles obtuviesen su primer número uno; David Fridmann se inventó un sonido por el que se pirraban los neopsicodélicos de principios del siglo XXI; Paco Loco ha construido una pequeña aldea gala del indie de aquí en el Puerto de Santa María; Alizzz ha creado junto a C Tangana la nueva vía del pop español…
Martin, rey Midas del pop
En Suecia, Max Martin se ha convertido en el rey Midas del pop del siglo XXI gracias a sus producciones para The Weeknd, Taylor Swift, Katy Perry, Britney Spears, Lady Gaga y Coldplay. ¿Y Bizarrap? «Yo hago los 'beats' de las canciones, se los muestro a los artistas. Primero pensamos porque lado queremos ir. Si un trap, un rap, un reguetón… Las letras son cosas de los artistas, yo ayudo, pero casi al 100% son suyas», explicaba el bonaerense en una entrevista. Parece fácil, ¿verdad?
En España, y después de años vagando de aquí para allá intentando arañar minutos de las siempre apretadísimas agendas de Kramer, Steve Albini o Brad Jones, despunta una generación de productores de primera: desde Castelldefels, Cristian Quirante, Alizzz para los que entregan los Grammy, anda haciendo historia junto a C Tangana; Sergio Pérez se ha convertido en el mejor aliado del indie de ahora gracias a sus trabajos para Mujeres, La Bien Querida, Joe Crepúsculo o Maria Rodés; y Raül Fernández ha cambiado los discos propios bajo el nombre de Refree por una frenética actividad en la pecera que va de Rosalía a Kiko Veneno y de Silvia Pérez Cruz a Guitarricadelafuente o Amaia.
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«El trabajo de productor es bidireccional: yo ofrezco, pero también recibo cosas y aprendo un montón«, resumía el catalán. «Nunca he creído que los productores 'vendan' discos. Los que lo hacen son los artistas», desmitifica Francisco Martínez, Paco Loco cuando se calza la capa de productor de Nacho Vegas, Lori Meyers, Triángulo de Amor Bizarro o La Habitación Roja, en el documental ''Paco Loco: viva el noise'. «De hecho, George Martin es el productor más emblemático de la historia y solamente vendía de verdad discos con los Beatles«, añade un tipo que puede presumir de haber grabado, producido y, según se mire, también asesorado, más de 800 discos.
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