Benjamin es un operista imprescindible
El festival de Aix-en-Provence estrena 'Picture a day like this', la nueva ópera del compositor británico, con libreto de Martin Crimp
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'Picture a day like this'
- Música y dirección musical George Benjamin
- Libreto Martin Crimp
- Puesta en escena, escenografía, dramaturgia e iluminación Daniel Jeanneteau, Marie-Christine Soma
- Intérpretes Marianne Crebassa, Anna Prohaska, Beate Mordal, Cameron Shahbazi, John Brancy, Mahler Chamber Orchestra
- Lugar Théâtre du Jeu de Paume, Aix-en-Provence
El estreno en Aix-en-Provence de 'Picture a day like this', la nueva ópera de George Benjamin y Martin Crimp, ha convertido al festival francés en el centro del mundo musical. Benjamin y Crimp son una activo indiscutible en el mundo ... de la ópera, siempre atento a las noticias que surgen de un taller que trabaja con parsimonia, puliendo las ideas hasta lo indecible y materializándolas con precisión quirúrgica.
Pocos autores podrán presumir de una fama semejante consolidada en este mismo lugar tras el estreno, unos nueve años atrás, de 'Written on Skin', cuya difusión internacional suma versiones en concierto (así se escuchó en el Teatro Real de Madrid en el 16) y escénicas, lo que contabiliza en este momento hasta media docena de producciones distintas.
Benjamin y Crimp forman una unidad indisociable que nace en 2007 con 'Into the Little Hill', ópera de cámara que reelabora el cuento de 'El flautista de Hamelin' en clave política. En un formato más amplio luego vino 'Written on Skin' basada en la historia del medieval Guillem de Cabestany, autor de 'La dulce tristeza', una de las canciones más conmovedoras de la literatura trovadoresca.
Y años después 'Lessons in Love and Violence', también basada en fuentes medievales, en este caso sobre la obsesiva relación del Rey Eduardo II y su amante Piers Gaveston. 'Picture a Day like this' retoma muchas de los principios que dieron forma a 'Into the Little Hill', entre los más evidentes su formato de cámara y la posibilidad de recrear una ensoñación, en este caso a partir de una fábula en la que se interroga sobre la naturaleza humana y el autodescubrimiento.
Miedo al fracaso
Varias escenas configuran 'Picture a day like this' relatando el viaje de un mujer que ve morir a su hijo. La resurrección es posible si encuentra antes de que anochezca a una persona feliz y consigue que esta le entregue un botón de su manga. Conocerá a unos amantes que discuten tras plantearse la posibilidad de entablar una relación abierta, a un artesano que solo anhela morir, a una compositora abrumada por el miedo al fracaso e insegura ante su propia mediocridad, y a un coleccionista incapaz de consolase en medio de tanta riqueza. La entrada en el jardín mágico que gobierna Zabelle vendrá a enfrentar a la mujer consigo misma antes de que el botón aparezca en su mano y el milagro se produzca.
Martin Crimp escribe un libreto concentrado, incisivo y poderosamente afilado. Benjamin una música que se adapta y reflexiona sobre cada una de las escenas tratadas como unidades independientes y cuya fuerza dimana de la acumulación, de una búsqueda que no cesa y añade ansiedad. El impecable trabajo de fondo justifica el tiempo de elaboración que los autores imponen a cada una de su óperas.
Crimp es un escritor minucioso y Benjamin un compositor que piensa el sentido exacto de las notas: según su propio relato, lo hace con la parsimonia de un eremita que llegado el momento decisivo se encierra durante meses ajeno al mundo y a sus inclemencias. Todo surge de la templanza, empezando por las dos décadas que Benjamin estuvo dudando sobre la sustantividad del género hasta llegar al convencimiento de que la ópera debe ser una unidad significante y sugestiva, preocupación que ha afectado a otros muchos entre quienes están el danés Hans Abrahamsen (a quien Benjamin dedica 'Picture a day like this') y cuya primera ópera, 'La reina de las nieves' fue escrita cuando el autor ya había cumplido los sesenta. Están también los años que Benjamin estuvo buscando a un colaborador con capacidad para plasmar literariamente sus ideas.
Argumento onírico
'Picture a day like this' refleja el control que ambos ejercen sobre sí mismos y sobre su trabajo en común. Luego están la cuestiones de estilo en relación a un argumento de carácter onírico que vuelve a demostrar la preferencia por los temas oscuros, tantas veces en la frontera entre lo evidente y lo metafísico, y las semejanzas formales entre 'Picture a day like days' e 'Into a Little Hill'.
Elogiar, por tanto, esta nueva ópera por la natutaleza de su argumento, o por su exquisita realización es reiterar lo previsible, ya sea la simplicidad de los medios como forma de síntesis, la inteligiblilidad del texto como obligación narrativa o la sensatez de una música trabajada con cincel y en la que tan importante es la funcionalidad orquestal y vocal.
Nada queda al azar en el proyecto, incluyendo la interpretación que se ha ofrecido estos días en Aix, derivada del trabajo que Benjamin (responsable de la dirección musical de las representaciones) ha hecho junto a varios miembros de la orquesta Gustav Mahler, vieja conocida y destinataria de su 'Concierto para orquesta', y con la que proyecta otras actuaciones en el festival.
Intérpretes
Estar en casa es una singularidad añadida que deja a 'Picture a day like this' en manos de voces que han estado muy presentes durante el proceso de composición y para las que Benjamin ha moldeado la partitura. Marianne Crebassa y Anna Prohaska hacen una sublime interpretación de la mujer y de Zabelle. John Brancy con una salud vocal exultante da cuerpo al artesano y al coleccionista. Más débiles, Cameron Shahbazi y Beate Mordal, pareja de amantes y colaboradores en la escena de la compositora, quedan a una altura suficiente.
Todos ellos son parte de un realización cuya consistencia incluye a Daniel Jeanneteau y Marie-Christine Soma, autores de la puesta en escena: también viejos conocidos de Benjamin y firmantes aquí de un diseño que comparte el principio de condensación que propone la obra sobre paredes que actúan de espejo, paneles móviles que generan espacios y un 'jardín encantado' al que abona un suntuoso video creado por Hicham Berrada.
MÁS INFORMACIÓN
Benjamin no ha querido nunca reconocerse en una tradición concreta, cuestión intrínsecamente imposible pero que efectivamente resulta insustancial en tanto siga sorprendiendo cada cierto tiempo con obras tan personales y conmovedoras como 'Picture a day like this', un elogio sobre el oficio de la escritura y el afán por la destreza, ejemplo de originalidad en tanto se niega a reproducir formas al uso, posibilidad que convierte el talento en una magnitud admirable, invocación a la fantasía y promoción de un estado de gracia compartido.
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