Xoel López: «Es tan importante adoptar ídolos como abandonarlos»

Sin embargo, el compositor, vocalista y guitarrista Xoel López necesitó poner un punto y aparte en su carrera, y en 2009 se marchó a Buenos Aires, donde empezó a componer los mimbres de su trayectoria en solitario. «Paramales» , editado el pasado mes de junio y reconocido por la crítica especializada como uno de los mejores trabajos nacionales de 2015, es su consistente y espléndido nuevo disco, en el que se consolida el notable golpe de timón que mostraba en el anterior, «Atlántico» : «Esta vez ha sido mucho más fácil, ha salido todo de forma más natural. Con el disco anterior tuve muchos problemas porque mi intención era deshacerme de alguna manera de todo lo anterior para tratar de empezar de nuevo. Fue un proceso complejo, pero creo que salió bien. A la hora de escribir y grabar “Paramales” he tenido la sensación de que ha ido todo más rodado, mucho más ágil».

Varios meses después de su edición, el álbum luce lustroso en la discografía de su responsable: «No siempre pasó así, pero este me sigue sonando muy bien; al menos a corto plazo, ha pasado la prueba del tiempo. Creo que estoy en un momento muy grato; me siento muy cómodo con lo que estoy haciendo , con lo que soy como músico, y este disco me parece un buen reflejo de ello».

En la época en la que mayor popularidad iba logrando con Deluxe, Xoel empezó a entrar en conflicto consigo mismo, a llenarse de dudas e inseguridad: «Fue un momento difícil; no estaba muy contento con cómo iban las cosas y la verdad es que lo pasé mal, pero, finalmente creo que fue muy importante y muy positivo. La experiencia siempre sirve para avanzar, pero muchas veces los malos momentos te enseñan más que los buenos, y en este caso fue así».

De manera que en 2009 Xoel se trasladó a la capital argentina: «Cuando se plantea una situación como aquella no hay una sola respuesta, sino muchas. La de irme a América casi como para empezar de nuevo fue la que yo elegí, y lo cierto es que estoy muy satisfecho de haberlo hecho. De esa forma pude hacer cosas que aquí no me podía permitir. En España estaba en el foco de mucha gente, de medios, de público… Allí no era nadie y a nadie le importaba si hacía una cosa u otra, si me equivocaba o no. Mis errores no tenían consecuencias drásticas, de manera que pude empezar a probar cosas que antes habrían sido impensables. Pude permitirme trabajar bajo el esquema de ensayo y error, cosa que aquí no habría podido hacer. También fue difícil en el sentido de que todo era nuevo, no tenía el respaldo con el que sí había contado antes y, bueno, la verdad es que a veces sí eché de menos una palmadita en la espalda».

Aquel proceso no cambió la esencia del músico Xoel López, pero abrió muchas puertas: «Mi música antes era más mimética. La presencia de mis ídolos musicales estaba quizá demasiado presente, y creo que adoptar ídolos es tan importante como, en su momento, abandonarlos. Por supuesto, sigo debiendo mucho a la música que he escuchado siempre y a la que escucho ahora, pero mis influencias ahora están más mezcladas y son menos evidentes. Una cosa curiosa es que he descubierto la influencia de música que escuchaba en casa cuando era pequeño. Mi padre tenía una buena colección, y le gustaban los Beatles o Dylan , pero también cosas como el folklore latinoamericano o la bossa nova… todo eso estaba por ahí, en alguna parte, y ahora parece que ha asomado con más fuerza».

No significa eso que ahora sea más artista que antes: «Todo lo artista que soy ahora lo era ya cuando empecé a hacer canciones, con 16 o 17 años… Otra cosa es que tenga más personalidad o que la música se haya convertido en un oficio, pero yo creo que el que quiere comunicar algo con cualquier forma de arte ya es un artista».