La tormenta desbarata el regreso musical de Nueva York
El huracán Henri obliga a cancelar el concierto ‘We Love NYC: The Home Coming Concert’ antes de la actuación de Springsteen, Paul Simon o Maluma
En imágenes: Los mejores momentos del concierto antes de su cancelación
Vista de Central Park durante el concierto
Era una noche para celebrar el regreso de la música a Nueva York, la victoria -todavía no cerrada- de la ciudad frente a la pandemia de Covid-19. Decenas de estrellas se reunieron en Central Park en la noche del sábado para celebrar el concierto ‘ ... We Love NYC: The Home Coming Concert ’ (algo así como ‘Amamos Nueva York: el concierto de la vuelta a casa’). Pero todo el protagonismo se lo llevó un artista no invitado: Henri, el huracán que avanzaba en el Atlántico hacia las costas de Connecticut y Rhode Island y cuyos coletazos se sintieron con fuerza en la Gran Manzana.
Barry Manilow cantaba ‘I Can’t Smile Without You’ hacia las siete y media de la tarde cuando miembros del equipo de seguridad del evento invadieron el escenario y empezaron a pedir a los músicos que dejaran de tocar. Por los altavoces, se emitían un mensaje que pedía a todos los asistentes que «con calma y orden» abandonaran el lugar. Por el Este llegaba un espectáculo de rayos que anticipaban una tormenta monumental. En el Great Lawn, uno de los grandes prados del parque de Manhattan, caían ya algunas gotas.
El público, abandonando Central Park
No se equivocaron esta vez los meteorólogos y los equipos de seguridad. Para cuando los miles de personas que estaban congregadas salían del parque camino del metro o de sus coches, ya caía una cortina de agua como una catarata. Los precavidos iban enfundados en chubasqueros o ponchos de plástico, pero muchos llegaron a casa duchados.
Ayer se supo que la lluvia que trajo Henri fue histórica . En la estación meteorológica que opera en Central Park desde 1869, nunca se había registrado una precipitación tan alta como la de esa noche. Cuando más llovió en Nueva York fue entre las diez y las once, la hora en la que estaba previsto que acabar el concierto.
Casi 60.000 entradas gratuitas
Aunque se sabía que el huracán Henri -ayer bajó de intensidad poco antes de tocar tierra en Rhode Island, ya degradado a tormenta tropical- podría trastocar los planes del concierto, la celebración empezó con buen pie. Un sol picante daba la bienvenida a los miles de personas que hicieron cola durante horas para entrar en el recinto, después de haber conseguido una de las casi 60.000 entradas gratuitas. En la zona VIP, las entradas costaban hasta cinco mil dólares.
«Fuimos el epicentro de este virus y ahora nos hemos convertido en el epicentro de la recuperación », dijo Gayle King, presentadora estrella de la CBS a una campa atiborrada de asistentes.
El problema para este concierto multitudinario es similar que el que tuvo el polémico 60º cumpleaños del ex presidente Barack Obama, celebrado hace unos días en Martha’s Vineyard, su refugio vacacional: era mucho mejor idea cuando se planearon, hace unos meses, que ahora mismo.
Andrea Bocelli, durante su actuación
El concierto se fraguó en junio, cuando todo era optimismo alrededor de la pandemia de Covid-19. La vacunación en Nueva York avanzaba con fuerza, los contagios se habían desplomado y las hospitalizaciones y fallecimientos eran muy bajos. Las autoridades, como en el resto de EE.UU., levantaron las restricciones, también para lugares cerrados, donde ni siquiera habría que llevar mascarilla. Restaurantes, teatros o recintos deportivos recobraban la normalidad. A finales de agosto y septiembre, con el final del verano, Nueva York volvería a ser la de siempre.
La variante Delta ha desbaratado esas previsiones, con los contagios disparados, a pesar de que las hospitalizaciones y los fallecimientos siguen bajo control (no ocurre así en otros estados con índices más bajos de vacunación, como Alabama o Tennessee).
Cuando se anunció el concierto el pasado 7 de junio, Nueva York registraba unos 240 contagios al día. Ahora son alrededor de dos mil. Las autoridades de Nueva York han recuperado restricciones -estar vacunado para cenar el interior de restaurantes, exigencia de mascarilla en lugares cerrados- y la celebración de un concierto de este tipo generaba ahora dudas. Aunque se exigiera para la entrada al menos un a dosis de vacuna y se recomendara mascarilla (casi nadie se la puso).
A pesar de todo -incluido el pronóstico meteorológico- se mantuvieron los planes para decirle al mundo que Nueva York ha vuelto. Que, en realidad, es la forma que tiene Nueva York de decirle a las gentes del mundo que vuelvan a ella: que regresen los turistas, los congresos, las reuniones de negocios, los artistas, los estudiantes… Nueva York los necesita, aunque de momento solo pueda ofrecer una versión a medio gas: los grandes musicales de Broadway, cerrados durante más de año y medio, reabrirán el mes que viene, pero con exigencia de prueba de vacunación; y ni siquiera se permite volar hasta aquí a los turistas que vienen desde Europa.
Ni Springsteen ni Maluma
El evento fue retransmitido en directo por la CNN, para vender el país esa imagen de campanillas de Nueva York, la gran ciudad del entretenimiento, de la música, del espectáculo. Arrancó con la Filarmónica de Nueva York, con melodías icónicas de la Gran Manzana. ‘Candide’, de Leonard Bernstein; ‘Rhapsody in Blue’, de George Gershwin o el ‘New York, New York’ que popularizó Frank Sinatra.
Jennifer Hudson cantó el aria 'Nessun Forma'
Todavía con la orquesta en el escenario, Jennifer Hudson cantó el aria ‘Nessun Forma’, un guiño a Aretha Franklin, que lo interpretó en los Grammy de 1998 (Hudson se pondrá en la piel de la gran diva estadounidense en ‘Respect’, uno de los musicales más esperados en la vuelta de Broadway). Andrea Bocelli , superestrella en EE.UU., cantó ‘O sole mio’ y el astro respondió escondiéndose entre las nubes que empujaba el huracán Henri.
Todavía actuaron muchas estrellas -desde el rapero Busta Rhymes al dúo formado por Carlos Santana y Wycleaf Jean con ‘María, María’- pero muchos más, los más esperados, se quedaron sin comparecer .
Los neoyorquinos se quedaron sin ver a Bruce Springsteen cantar con Patti Smith ‘Because the Night’, la canción que ambos compusieron en 1978. Ni a Paul Simon , The Killers -que lo compensaron con un pequeño concierto acústico en una de las carpas del festival, compartido en redes sociales- o Elvis Costello . Y sin Maluma . Fue una noche de perros, no de perreo.