Siniestro Total: «La judicialización del humor y del arte es una cosa nefasta»

Julián Hernández, Miguel Costas y Javier Soto hacen repaso de la trayectoria de la banda ante el anuncio de su concierto de despedida, el próximo 6 de mayo en el WiZink Center

Siniestro Total Ricky Dávila

Nacho Serrano

Tras cuatro décadas ininterrumpidas de carrera de obstáculos, una de las bandas españolas más míticas de la historia de la música popular se despide de los escenarios con un concierto muy especial en el Wizink Center de Madrid. Será el próximo 6 de mayo, coincidiendo ... con el cuarenta aniversario no de la formación de Siniestro Total , sino de su primer concierto en la capital («en el Marquee con Derribos Arias de teloneros, lujo asiático», dice Julián Hernández), y para la ocasión contarán con los mejores invitados posibles: los miembros de antiguas formaciones del grupo. «Que no llore nadie porque nosotros estamos encantados de la vida. Nos despedimos con una fiesta, y creemos que esa es la mejor manera de irse», confesaba Julián Hernández en una rueda de prensa que contó con la aparición sorpresa de sus colegas de Los Enemigos, que les entregaron una placa conmemorativa por los servicios prestados antes de que se certifique la eutanasia de la banda. Después de eso no sabremos a dónde vamos, pero bailaremos sobre su tumba.

Siniestro Total, recibiendo la placa conmemorativa de manos de Los Enemigos Miguel Paubel

¿Por qué ya no van a dar más conciertos?

(Julián) ¡Me alegra que me haga esa pregunta! Todo el mundo está de acuerdo en que hay que saber retirarse a tiempo, pero nadie sabe qué significa eso. Nosotros estamos siguiendo el ejemplo de Miguel Induráin, a quien le exigieron correr un sexto tour porque decían que lo ganaba seguro, cuando él decía que era imposible. Cuando abandonó, la gente dejó de acordarse de él como un fenómeno de la naturaleza, y pasó a ser un desconocido.

(Miguel) Tendríamos que haberlo hecho en el '83.

(Julián) Yo creo que cuarenta años son suficientes para poder decir, 'mira, ya no nos la vamos a jugar'. Es como el juego de las siete y media, no puedes seguir permanentemente porque te la juegas.

La puerta del estudio de grabación seguirá abierta, ¿no? Nadie ha dicho lo contrario.

(Julián) Por lo pronto, sacaremos el disco en directo que se va a grabar en el concierto. Si sale un desastre absoluto lo publicaremos como obra de arte conceptual. Si sale de puta madre, competiremos con los grandes discos en directo grabados en Budokan o en Bataclán. Eso ya se verá, pero lo que tenemos claro es que lo de la furgoneta, los viajes... ya no. El otro día leí que a Alejandro Sanz, que tiene su jet privado, también le joden los viajes. Así que imagínate a nosotros. Haremos dedo en la pista de despegue para que nos coja y nos lleve con él.

(Miguel) Claro, es que la gente nos ve bajar del escenario y piensa, 'joder, estos curran dos horas al día y ya está', pero no tienen en cuenta todo lo que hay detrás. Los ensayos, las clases de piano y ballet...

(Julián) Las semanas enteras completamente drogados, dándolo todo... Es verdad que la gente tiende a pensar que nos ganamos la vida haciendo el ganso un rato cada noche.

¿Cómo fueron las llamadas a los antiguos miembros, para reunirles al estilo Blues Brothers? ¿Hubo momentos peliculeros, emocionantes?

(Julián) Estamos intentando evitar como si fuera la tiña todos los momentos Operación Triunfo o gala de los Goya, con todo el mundo moqueando entre lágrimas.

(Miguel) Yo estoy igual, sólo un poco más canoso.

«Si recordáramos todo lo que hemos hecho acabaríamos en el psicoanalista»

Confeccionar el repertorio, teniendo cuarenta años de canciones, va a ser complicado a no ser que toquen tres horas.

(Julián) Cuidado con las horas, que la resistencia física ya no es la misma. Mira, te voy a dar una cifra, así en plan Yolanda Díaz. Le voy a decir algo, señor Casado...

(Javier) No, mejor a Egea.

(Julián) Vale, pues mire le voy a decir algo señor Egea... Manejaremos una horquilla... me encanta este tipo de lenguaje... una horquilla de cuarenta a cincuenta canciones. Si tienes en cuenta que los Rolling no llegan a veinte, pues no está nada mal. Tocamos más canciones que ellos, y con una intensidad muchísimo mayor.

Esta despedida les habrá dado vértigo por los cuarenta años...

(Julián) Y tanto.

... y también les habrá hecho recordar todo lo que han logrado.

(Miguel) Mejor no pensar en el pasado, que íbamos a acabar muy mal.

(Julián) Si hacemos ese repaso acabamos todos en el psicoanalista. El pasado, pasado está. Déjalo estar. Pero es verdad que no nos ha quedado más remedio que echar la vista atrás para confeccionar el repertorio.

Entre los momentos legendarios del grupo está esa noche que estrenaron 'Miña terra galega' en el RockOla. Querían provocar a los modernos haciendo una versión de un grupo 'sureño, racista y de los setenta', pero resultó que les encantó a todos. Quisisteis ser un poco tocapelotas y el tiro os salió por la culata, ¿os molestó o lo celebrasteis?

(Julián) La compusimos expresamente para ese concierto, y me acuerdo de que era el día mundial del disfraz de gorila porque casi se nos asfixian los coristas que iban con máscaras de gorila. Funcionó tan bien que la grabamos para el siguiente disco. Sí que fue una frustración, pero de la frustración también tiras. Es como lo de hacer chistes sobre Ayuso o sobre Trump, en realidad les beneficias. La parodia de hacer que los modernos del RockOla se molestasen se convirtió en una canción muy aprovechable.

Es que Siniestro Total ha acabado gustando a mucha más gente de la que hubierais imaginado. Yo os he escuchado en el antro punkarra más infecto y en bodas de gente bien.

(Julián) ¡Jajajaja!

(Javier) Con los sitios donde hemos tocado pasa igual. Recuerdo que en México una noche tocamos en una sala súper pija, y al día siguiente fuimos a un festival y nada más llegar vimos al jefe de seguridad escapando por patas, de la que tenían liada.

(Julián) Nosotros luego no pudimos ni acabar el concierto, aunque había gente a la que debió darle igual, porque les mirabas a los ojos y estaban tan vacíos que podías verles el fondo del cráneo. Estaban todos hasta arriba de pegamento. Al final acabamos a hostias.

«No estamos dispuestos a renunciar a la obra de El Bosco, de Quevedo, de Gila o de Álex de la Iglesia»

¿No os parece raro que no hayáis sido víctimas de la cultura de la cancelación con carácter retroactivo?

(Julián) No... Me estoy acordando de una cosa que nos pasó en el Antzokia de Bilbao, con Manuel Manquiña. No era un concierto, era una cena o algo... total, que allí había gente de Gestoras Pro Amnistía, del entorno del Movimiento de Liberación Nacional Vasco como dijo Aznar, y de pronto a Manuel se le ocurrió empezar a decir barbaridades tipo '¡para qué coño queréis la independencia, con lo bien que se come en España!', '¡viva la Guardia Civil, hostia!'. Cuando le miraron con mala cara dijo: ¡Ah, que sois vosotros, caralho!', y nos reímos todos porque sabíamos lo que era coña y lo que no.

(Miguel) Yo quiero efecto retroactivo para el pago de royalties.

Más que un crecimiento del sentimiento de ofensa, ¿no ha habido una pérdida catastrófica del sentido del humor?

(Julián) Es posible. Pero la gente está más concienciada con determinados temas y no se pueden hacer chistes sobre ellos. La cuestión está en lo siguiente: ¿En qué cabeza cabe que puedas ir a juicio por una canción? La judicialización del humor y del arte es lo que no tiene sentido. Es una cosa nefasta.

(Javier) La gente se lo toma todo más a pecho, el machismo, el rollo ese progre...

(Julián) Nos olvidamos de que el humor no es una cosa estándar. Existe el humor negro, y tiene que existir. Una vez nos incluyeron en una lista de canciones que incitaban al odio por 'Bailaré sobre tu tumba'. Decir que incita al odio es falso, es humor negro. Nos tendríamos que cargar a El Bosco, a Quevedo, a Gila, a Álex de la Iglesia, y yo no estoy dispuesto a renunciar a la obra de ninguno de ellos. El humor negro roza la violencia y el mal gusto, pero es que si no no es humor negro.

De todas maneras, en los ochenta también pasaban cosas. A vosotros os cancelaron una actuación en televisión porque la noche anterior actuaron en el mismo programa Las Vulpes, y la liaron tanto con 'Me gusta ser una zorra' que suspendieron la emisión.

(Julián) Era el programa de Carlos Tena. Nosotros grabamos lo nuestro, tenían los vídeos preparados, pero el futuro ministro Wert escribió en el ABC una proclama contra el gobierno socialista por aquella emisión, y se canceló el programa. En la primera página del periódico pusieron la letra entera de la canción. Al final, lo que grabamos se convirtió en un videoclip mítico que se puede encontrar fácilmente.

(N. de la R.) ABC tuvo gran protagonismo en la polémica de Las Vulpes en 1983. Dimos destacada información sobre la actuación televisiva que generó gran escándalo en la sociedad española de la época, porque 'Me gusta ser una zorra' se emitió en horario infantil. Nuestro diario reprodujo la letra completa de la canción, dedicó a la libertad de expresión editoriales y algún artículo en Tercera. Incluso se hizo eco de la indignación del entonces Fiscal General del Estado -Sr. Burón Barba-, así como de la salida de Carlos Tena tras el programa que causó la polémica. Pero nunca publicó ningún texto de José Ignacio Wert, ni entonces ni después, sobre el asunto. En este extremo, la memoria ha debido fallar a nuestros músicos y es necesario aclararlo.

Han llamado a su concierto '40 años sin pisar la Audiencia Nacional'. ¿Alguna vez han pasado una noche de calabozo, como les pasó a Eskorbuto?

(Javier) No, y por eso hemos puesto ese título, para ver si pasamos una noche en los calabozos de la Audiencia Nacional y así nos dan publicidad gratuita.

(Miguel) Sería una promoción cojonuda para el concierto.

(Julián) Pues sí, ahora mismo una citación de la Audiencia Nacional sería...

Hay quien se queja de que el último concierto de Siniestro Total no sea en Vigo.

(Julián) Es comprensible, pero teníamos reservado el WiZink desde hace mucho porque no teníamos forma de organizarlo de otra manera con esta cantidad de gente. Que vengan los de Vigo que les invitamos a las cañas.

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