Suscríbete a
ABC Cultural

OPINIÓN

Rosalía y el síndrome de Bertín Osborne

Aplaudida incluso por unos Chunguitos demediados y que hoy son carne de reality, la versión de «Me quedo contigo» en los Goya establece un nuevo paradigma en la involución que representa este subgénero

Rosalía, durante su actuación en los Goya REUTERS | Vídeo: EP
Jesús Lillo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Muy extendido y aún más llevadero, el síndrome de Bertín Osborne cursa entre una audiencia televisiva que solo tolera versiones descafeinadas de canciones pasadas de vuelta y subidas de tono. Tocar una pieza de los Pixies con una guitarra acústica y con voz de haberse ... levantado de la siesta es el modelo a seguir por quienes cultivan esta nueva modalidad de sintonía de ascensor y bajonazo, música maravillosa para gente maravillosa que se resume en las letras que caben el letrero de «no molestar» y que traslada al siglo XXI la teoría y práctica de recreadores como James Last, Fausto Papetti, Paul Mauriat o Ray Coniff.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia