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El regreso discográfico de Nacha Pop: «Que no esté Antonio es mi reto y mi tristeza»

Nacho García Vega explica los secretos del álbum «Efecto inmediato», ya a la venta, y que aparece bajo el nombre de la legendaria banda que creó junto a su primo Antonio

Nacho García Vega durante la entrevista P. M. P.
Pablo Martínez Pita

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«Nacha Pop no es un palacio al que se acude en horas de visitas, y que no se te ocurra tocarlo no vayas a desconchar la pared. Todo lo contrario, es un edificio que mantiene sus cimientos, su estructura y su concepto artístico y estilístico pero que acoge a gente joven, no solo músicos, sino también de público; tiene que ser algo vivo, si no no tiene sentido». Son palabras de Nacho García Vega , que de esta forma «justifica» la aparición de un nuevo disco, «Efecto inmediato» , de la legendaria formación que nació en el cambio de década de los setenta a los ochenta.

Claro que hoy falta un pilar fundamental de la banda, Antonio Vega , pero lo cierto es que Nacha Pop no es un grupo que regrese, sino que ya estaba en movimiento. En 2007 se produjo la reunión de los dos primos en una gira que resultó todo un éxito, y de la que quedó constancia en el CD + DVD «Reiniciando» . Y después, en 2013, el grupo volvía a salir a la carretera aunque ya, lamentablemente, sin la presencia del autor de «La chica de ayer» . Nacho nos habla, en un hotel céntrico de la capital y con la aceleración oratoria que le caracteriza, de este proyecto que acaba de ver la luz.

¿Qué se siente con un nuevo disco de Nacha Pop en la manos?

Se siente el cosquilleo necesario. Eso significa ilusión y significa que no estás de vuelta de todo, que no pesa más la experiencia que la espontaneidad. Siento esas cosas parecidas a las que sentía en los 80. Además ha tenido una buena recepción, una buena acogida, así que no puedo pedir más, estoy muy contento.

¿Cómo se gestó este trabajo?

En realidad las canciones más viejas son de 2006 y 2007. Ahí yo empecé a componer lo que iban a ser las canciones del nuevo disco de Nacha Pop, cuando se materializó la posibilidad de que Antonio y yo siguiéramos con el grupo. De hecho, cuando nos juntamos nos pareció una idea fantástica, porque nos vieron más de 200.000 personas en directo en lo que fue una vuelta al contacto con nuestro público. Le pusimos al proyecto «Reiniciando» porque no se trataba de llegar y llenar treinta sitios grandes, llevarnos una pasta y despedirnos, sino que era como cuando reinicias un ordenador, y eso suponía un trabajo en estudio de creatividad, y de volver a poner al grupo en el mercado no a base de recopilatorios, sino de canciones nuevas. Yo llevaba un poco de adelanto respecto a Antonio, y tenía compuestas ocho o diez canciones, y de esas nos centramos en cuatro o cinco. Iba a ser la parte mía del disco, y grabamos dos o tres bocetos que se quedaron en eso, en bocetos. Y algunas de esas canciones Antonio ya las conoció y grabó una guitarra (en el tema «Hazme el favor») que hemos podido trasladar unos cuantos años después no solo al disco, sino también al directo. Cuando la tocamos en vivo yo se lo digo al público antes de tocarla: «Vais a escuchar un solo inconfundible, marca de la casa, de Antonio Vega».

¿Hubo un ejercicio de volver al punto donde lo dejasteis?

Una vez que hemos terminado el disco, ya me han dicho muchas personas que suena a «El momento», que es el último disco de Nacha Pop en estudio. Es muy guitarrero, con canciones muy directas, y en ese sentido creo que tiene todo el espíritu de Nacha Pop, mucho más que mis discos de Rico o en solitario, y que los de Antonio Vega. Esto es lo más Nacha Pop que se ha hecho en este tiempo, aunque no está Antonio, y eso es por un lado mi reto y también mi tristeza.

Se echa en falta a Carlos Villalta, «Carlos Brooking», aunque participa en el tema «Así de claro»

Ya no pudimos contar con él en 2007, por sus obligaciones personales, familiares y laborales, pero cuando le dije que iba a seguir haciendo conciertos como Nacha Pop me apoyó en ese momento a tope, y la familia de Antonio también. Cuando nos decidimos a grabar el disco, yo sabía que tenía que grabar Carlos, y él me dijo que encantado. Quería grabar bajos y alguna guitarra, pero la pena es que había muchas ya, no había por dónde meter una guitarra más: pero el bajo, ese sonido de la Gibson que es la que él utiliza, que suena a palo, es inconfundible, marca de la casa también.

¿Y Antonio Martín Caruana, «Ñete»

Es que él está bastante alejado de mi universo musical. Ñete, cuando se fue del grupo en 2006, fue sobre todo por desavenencias estilísticas, y de forma de trabajar y de grabar. En ese sentido, a mí me costaría mucho recuperar eso que él hacía en el 84-83, cuando estaba todavía. Las cosas han cambiado y hay cosas que bueno, han seguido su evolución. En Nacha Pop hemos trabajado con mogollón de baterías, como Sergio Castillo en toda la fase final del grupo, y luego con otros muchos baterías en directo. Tengo una excelente relación con Ñete, y además le aprecio muchísimo, me parece una personalidad y un carácter que admiro, sin embargo, musicalmente no me suscitaba esa familiaridad para tocar con él como con otros músicos de esa época que sí he notado más afinidad.

Los ochenta han marcado a mucha gente de una forma que no lo han hecho otras décadas.

Es curioso, pero todos tendemos a pensar que es un fenómeno muy español por la transición política, por el cambio cultural, social y económico que vivimos en ese momento. Desde luego que tiene que ver con eso, pero luego en los últimos diez o quince años he hablado con muchísimos músicos franceses, alemanes, ingleses, finlandeses, japoneses, croatas... y resulta que en sus países pasa lo mismo. Conclusión: tiene que ver muchísimo con la música, no solo con el momento en que se hizo esa música. Cuando lo ves con la óptica de muchos años después, es más fácil asociarlo a un momento histórico que al rollo estilístico puro, pero lo cierto es que no es así. Me decía el otro día una punky francesa que toca el bajo que en Francia cualquier festival con grupos de los ochenta está todo vendido bastantes meses antes. Algo hay que no es solo de la movida española, sino que tiene que ver con canciones de tres minutos y medio muy directas con unas letras muy reconocibles, con melodías que se te quedan.

Nacha Pop o Los Secretos no tuvieron un éxito apabullante en su momento, pero han sobrevivdo al paso de tiempo.

La clave son las canciones atemporales. Si no, no se puede evitar que suenen a «revival» por mucho que lo intentes evitar. Si las canciones son más atemporales, es otra cosa. Puedes meter una canción del 82 al lado de una del 2015 sin que haya un abismo estilísitico. Creo que eso es uno de los puntos fuertes que tenía Nacha Pop, y que intentamos trabajar para que siga siendo así.

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