Raphael: «El trasplante me enseñó a vivir»
Celebra sesenta años sobre los escenarios con nuevo disco, «Raphael 6.0», que presentará el 19 de diciembre en el Wizink Center de Madrid
Alejandro Escribano
Lleno de vitalidad y optimismo, Miguel Rafael Martos Sánchez, «Raphael» (Linares, 1943), celebra en este coronavírico 2020 sesenta años sobre los escenarios . Y lo hace con «Raphael 6.0» , nuevo disco en el que vuelve a reinventarse interpretando «las ... canciones que siempre quise cantar pero que no había podido grabar hasta ahora». Así, trece clásicos como «Vida Loca», «Lágrimas negras» o «Vivir así es morir de amor» cobran nueva vida junto a las voces de amigos (Omara Portuondo, Manuel Carrasco, Luis Fonsi...) que han querido sumarse a la fiesta. Un disco que presentará el próximo 19 de diciembre en el Wizink Center de Madrid y con el que emprenderá una gira por España y Latinoamérica. En plena forma y esperanzado por el futuro, a pesar de la pandemia, el artista de Linares hace un repaso a su fecunda trayectoria y analiza los hitos de una fascinante carrera artística. Sobre la polémica «Ley Celaá» , que elimina el castellano como lengua vehicular en la educación, dice a Ep: «Pienso que no se debe producir. Me parece una barbaridad, espero que sean razonables y cojan otro rumbo . Es mi opinión, claro que mi opinión no cuenta».
- ¿Cómo nació el proyecto «Raphael 6.0»?
-Surgió al tener que celebrar mis 60 años en los escenarios. Tenía claro que no quería cantar mis canciones de siempre, porque esas ya las tengo grabadas. Quería cantar canciones que a mí me hubieran gustado en otros tiempos y que siguieran vigentes hoy en día pero que no hubiera cantado nunca. Y menos grabado. Algunas de ellas sí las había cantado en televisión y fíjese que en el momento en el que las estaba cantando pensaba: «Las voy a grabar». Porque yo, todas las canciones que me gustan, las grabo. Puede ser en este disco, en el que viene o dentro de cinco años, pero termino grabándolas. Eso lo he hecho toda mi vida. Si de pronto me dan ganas de cantar canciones latinoamericanas, agarro un paquete de canciones de esas de toda la vida, maravillosas, de Violeta Parra , de Chabuca Granda o de Mercedes Sosa y las grabo. Porque me gustan. Y entiendo que si me gustan a mí también le pueden gustar a la gente.
- ¿Cómo fue el proceso de selección de estas canciones?
-Las seleccioné según me venían a la memoria. Me puse a pensar: «¿Qué canciones me gustan? Ésta por tal cosa, ésta por tal otra...» Fue un proceso totalmente intuitivo. Como todo en mi vida. Intuición pura y dura. Por ejemplo, cuando hice «Sinphónico», que fue un gran éxito, consideraba que le faltaba algo. Y salió «Resinphónico». ¿Por qué? Por pura intuición.
- ¿Se fía de su intuición?
-Sí, totalmente. Soy una persona que no podré decir nunca: «Qué pena que no hice». Aunque salga mal, yo lo hago.
- En «Raphael 6.0» se acompaña de amigos que a dúo interpretan con usted canciones que nunca había grabado. ¿Alguna versión que le haya sorprendido?
-Sorprendido, me han sorprendido todas, lo que pasa es que hay canciones más emocionantes que otras. Me gustó muchísimo la original de Pablo López («Treinta y seis»), que es maravillosa. La de Pablo Alborán («De quererte así») es una versión de nuestro admiradísimo Charles Aznavour. De las demás, me encanta «Vivir así es morir de amor». Y la de Natalia Lafourcade, que es la otra canción nueva del disco, me parece impresionante.
- Asombra la elección de algunos temas, por ejemplo, «Lucha de Gigantes«, de Antonio Vega, con Izal...
-Bueno, yo tenía que hacer algo de Antonio Vega porque, aunque no hemos coincidido en el tiempo, porque él ya no se encontraba bien, siempre le he respetado mucho. Y como para mí siempre ha sido un referente, decidí hacerle este homenaje.
- O «Vivir así es morir de amor», de Camilo Sesto, con Vanesa Martín.
-De Camilo qué decirle, sus canciones me las sé todas. Aparte, era muy amigo mío y de toda mi familia. Creo que le habrá encantado que le cante esta canción. Tengo muy buenos recuerdos de él, era una bellísima persona y un artista con una voz prodigiosa y una personalidad arrolladora.
- El disco lo cierra con «Resistiré», que se ha convertido en himno de la pandemia. ¿Cómo la ha vivido? ¿Pasó miedo?
-Por supuesto. Por mi familia, por mis hijos, por mis amigos... y por mí mismo. Soy una persona de alto riesgo y estoy trasplantado. Y sigo sintiendo miedo, aunque estoy ya un poquito más calmado porque ya se va oyendo que hay vacunas. Uno va empezando a esperanzarse y a ver luz al final del túnel.
- Este trabajo lo presenta en directo el próximo 19 de diciembre en el Wizink Center. ¿Qué espera de esa noche?
-Presento el disco y lo que no es el disco, porque un concierto mío ya sabe cómo es (risas). Espero que sea una gran noche para la gente, que se lo merece. Sobre todo por lo que han esperado. Y para mí también, claro.
- Hábleme del día que debutó hace 60 años...
-¡Es que yo no tengo un debut! Mis 60 años de carrera los estoy contando desde que tengo carnet de profesional, que eso ahora no existe. Ahora puede cantar quien quiera y en mitad de la calle pero antes había que examinarse. Las seis décadas las cuento desde entonces. Yo tenía 16 años, y hasta esa fecha no tenía carnet de artista, iba con un permiso de mi padre.
- ¿Debería haber un carnet de artistas ahora?
-Son cosas de aquellos tiempos. Pero no vino mal, porque quieras que no limpiaba un poquito el paisaje (risas).
- ¿Cuál cree que ha sido el mejor momento de su trayectoria?
-No tengo mejor momento, llevo 60 años del mejor momento.
- ¿Y el peor?
-Pues el peor debería de haber sido mi trasplante y resulta que puede ser el mejor, porque a mí me dejó mucho mejor de lo que estaba. La desventura que era el trasplante se convirtió en ventura. Mi vida cambió totalmente, me enseñó a vivir. Vi la vida de manera diferente. Y mejor.
- De entre todos los compositores que han colaborado con usted durante su carrera, ¿quién ha sido el que mejor le ha entendido?
-Sin duda alguna, Manuel Alejandro. También José Luis Perales. Hay más, pero yo lo centraría en ellos dos. He tenido canciones importantísimas de otros compositores más esporádicamente pero los fijos, los que nunca me han fallado, han sido ellos dos. Me han entendido perfectamente. Me escribían a medida.
- Usted llegó a ser empresario teatral (en el teatro Barceló de Madrid en 1975). ¿Qué recuerdos guarda de esa experiencia?
-Creo que hasta programó conciertos de flamenco de José Menese, de Alberto Cortez, de Adamo… y hasta estuve programado yo (risas). Fue una aventura muy agradable pero no era mi destino.
- ¿Qué sueño le queda por cumplir? ¿Qué proyecto le queda por realizar?
-Cuando sueño, veo que no me queda nada por cumplir. Cuando quiero hacer algo, lo hago. Y si sale mal, pues mala suerte. Pero yo lo hago.
- Ya que siempre está al tanto de las nuevas tendencias, siempre con riesgo y reinventándose en cada trabajo que edita, ¿tiene pensado acercarse al mundo del reguetón?
-No. No me llama la atención. Si no lo he hecho ya es que no me llama la atención, si no ya lo hubiera hecho. Porque tiempo he tenido. Pero que conste que no tengo nada en contra de él.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete