El Primavera Sound se abona al rock de la mano de Dinosaur Jr. y Sleater-Kinney
DAVID MORÁNBARCELONA. El tres es el número mágico. Lo cantaban los neoyorquinos De La Soul y lo suscribieron Dinosaur Jr, Sleater-Kinney y The Flaming Lips, tres grupos nacidos como trío que se
El tres es el número mágico. Lo cantaban los neoyorquinos De La Soul y lo suscribieron Dinosaur Jr, Sleater-Kinney y The Flaming Lips, tres grupos nacidos como trío que se alinearon anteanoche en el Parc del Fòrum para constituir el más impactante y letal ... tridente del Primavera Sound 2006. La segunda jornada se reveló como espacio ideal para que ilustres secundarios como Richard Hawley, Mick Havery, Yeah Yeah Yeahs y Drive-By Truckers arañasen un protagonismo más acorde a su valía artística. Sólo Killing Joke rebajó ligeramente el listón de una jornada que congregó a cerca de 15.000 personas, todas dispuestas a dejarse perforar los tímpanos por Dinosaur Jr, seminal trío de Boston de cuya mezcla de ruido, melodía y autismo surgió el grunge. Los norteamericanos castigaron su repertorio y los oídos del público con un torbellino de electricidad enferma del que emergieron gemas como «The Wagon», «Little Fury Things», «Freak Scene» y una atroz versión de «Just Like Heaven», de The Cure.
Un festín de indie rock correoso que se prologó con el de las estadounidenses Sleater-Kinney. Abanderadas del rock fibroso con vistas al pop, las de Portland desplegaron su minimalismo instrumental con garra, mala uva y algún que otro guiño al blues de mármol -«Sympathy»- y se convirtieron en el sueño de cualquier aficionado al rock. Lo mejor, la tensión eléctrica de «Jumpers» y el estallido final de «Entertain». Para enmarcar.
Lo de The Flaming Lips fue pura fantasía pop en technicolor. Con el escenario invadido por extras disfrazados de alienígenas y Papa Noeles para simbolizar la lucha entre cienciología y cristianismo, el trío de Oklahoma maravilló con «Race For Prize», «The Yeah Yeah Yeah Song», «Fight Test» y «Do You Realice??». Todo un ejemplo de comunión con el público. Sensacional. La tarde arrancó con el Auditorio rendido al intimismo áspero de José González y el australiano Mick Harvey serpenteando por los claroscuros del rock de autor. El ex timón de los Bad Seeds de Nick Cave firmó una elegante y sobria actuación. La magia de Harvey se prolongó con el regreso del Richard Hawley, quien firmó un soberbio recital de pop clásico y melancólico. La aguerrida actuación de Yeah Yeah Yeahs y el rock sureño de Drive By-Truckers completaron una jornada generosa en calidad y sorpresas.
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