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Don Patricio: «Mi nuevo single lo compuse en el váter»

El autor de la canción española más escuchada en Spotify el año pasado vuelve con otro hit veraniego, «Pa' toda la vida»

Don Patricio ABC

Nacho Serrano

Don Patricio , el músico canario que colocó su hit «Contando Lunares» en lo alto del podio de las canciones españolas más escuchadas de 2019 en Spotify, hizo este martes una entrevista telefónica con ABC a condición de que no se publicara al menos hasta el día siguiente. Y es que ayer se había convocado el Blackout Tuesday , un parón cultural con motivo del asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis, con el que el cantante de El Hierro ha querido solidarizarse. «No me he atrevido a ver al vídeo todavía, es horrible que pasara algo así», asegura. «Desde que me enteré de esta huelga, dije que por supuesto que me sumaba. Parar todo para protestar me parecía completamente lógico».

Tras este apagón voluntario, Don Patricio volverá a inundar hoy las redes para promocionar su nuevo tema, una potencial canción del verano llamada «Pa' toda la vida» grabada entre España, Colombia y República Dominicana, en la que está acompañado de una de las figuras emergentes con mayor proyección de la escena urbana latina, el dominicano Mozart La Para.

Si no me equivoco, la canción tiene un año más o menos...

Más o menos. La hice con el productor KZO Beat, y enseguida vi que era una buena canción del verano. Yo estaba todo el día en cholas y pantalón corto, me metí en el rollo y me salió súper rapidita y guay. Pero como tenía ya «Contando Lunares» sonando pensé que no era plan de lanzar dos canciones del verano, y decidí guardármela para este verano.

Para el verano pandémico.

Exacto (risas), yo no contaba con que hubiera una pandemia, pero tampoco hay que dejar de vivir. Yo lanzo todos los mensajes positivos que me es posible, y hay que recordar que esto es una situación temporal y que la normalidad llegará más pronto que tarde. Hay que celebrar la vida.

Las partes de Mozar la Para las añadió más tarde, entonces.

Sí, hice unos cambios para dejarle huequitos a él. La canción sonaba demasiado solo a mí, y como tiene ese punto latino pensé que si metía a cualquier artista de la onda lo iba a romper. Le enseñé la canción, y al poco me hicieron una videollamada para decirme que se apuntaba, y que ma la mandaba del tirón en una horita. Que le salía fácil porque le encantaba. Luego lo conocí, viajamos a Santo Domingo, nos fuimos de fiestita juntos y grabamos el videoclip.

Y en esa fiesta ¿qué pasó?

(Risas) Nada, nada, poca cosa porque teníamos que madrugar. Pero sí nos pusimos hasta el culo de comida, y de una cerveza dominicana que estaba muy buena, y que me daban todo el día.

¿Por qué le elegiste a él en concreto? ¿Qué criterios siguen sus colaboraciones?

Sobre todo, que haya buen rollo. Si veo que al artista le gusta la canción, que se va a hacer un cigarrito para escribir sus partes con ganas, y que se va a tomar la molestia de verdad... no lo veo como trabajo, sino como algo que disfruto mucho. Cuando veo que el artista es un tío normal con el que se puede tener «feeling», me lanzo y fluyo. Me tiene que gustar su música, claro. Nunca colaboraría con alguien que no me gusta como artista.

La nueva generación de músicos no para de hacer colaboraciones.

Pues pienso que en España se deberían hacer más todavía. Yo muchas veces tiro de gente de fuera porque veo que aquí la gente está un poco cerrada con lo suyo. Yo he hecho cosas con Rels B, Lola Indigo, Recycled B, Juancho... hay que saber elegir.

Leí que no le apasiona hacer videoclips, cuando a sus socios de escena le chifla.

Sí. Son muchas horas de espera. Cuando lo quieres hacer todo tan cuidadito, para cada plano estás esperando dos o tres horas. Yo, que vengo de lo independiente, de grabarnos con los chicos de Locoplaya en plan espontáneo, cámara en mano... aguantar el ritmo de una producción profesional se me hace muy tedioso. Chacho, con lo fácil que es salir con una camarita y que quede guay... Hay que encontrar el equilibrio entre lo profesional y lo divertido.

¿El éxito de «Contando Lunares» le abrumó en algún momento?

A la larga se digiere muy guay, porque tener la oportunidad y la aceptación de la gente, me ha abierto muchas puertas. Me está cambiando la vida todos los días. Pero creo que fue por el disco. Si hubiera sido solo «Contando Lunares» quizá la cosa se hubiera quedado en menos. Me fui ganando al público, y este año, si no estuviera tan parada la cosa...

Le ha pillado en el momento de consagrarse.

Pues sí, iba a hacer festivales en verano, cosas más grandes... pero al ver lo que pasaba... vi que había que dejarlo en espera.

Y para un artista como usted, que tampoco es que lleve mucho tiempo, ¿qué supone a nivel económico? ¿Puede vivir de lo que le da el streaming?

Yo ahora soy un artista firmado con discográfica, así que tengo mis anticipos. Pero el independiente, gana según las visitas que tenga. Yo, antes de firmar vivía bien, pero porque tenía los conciertos de Locoplaya. El streaming nos daba para pagar los videoclips, los viajes y los hoteles, pero el beneficio lo daban los conciertos. El streaming no daba para pagarse el piso.

Dice que no es capitalista, ¿dónde se posicionaría a nivel económico-político?

A mí me gusta el esfuerzo. Esa es mi política. Las oportunidades tienen que ser las mismas para todos, y si no las tienes tienes que buscar. Y ahí entra la solidaridad, que también creo en ella. Tiene que haber un mínimo para todos. El capitalismo está mal en su máxima potencia. La explotación me parece algo malo.

¿Cuánto tarda en componer un hit como «Contando Lunares» o «Pa' toda la vida»?

Cuando son buenas, se hacen muy, muy rápido. Con «Pa' toda la vida» también fue así. Creo que no lo he contado, pero fue así: Mi productor me llevó a comer, estuvimos hablando de España y de Colombia (él es colombiano), de discográficas, etc... Al llegar al estudio yo estaba con la tripa llena, y dije: «Oye, yo tengo que ir al baño, a hacer lo gordo». Él me dijo, «vale, pero escucha antes este ritmo». Yo le dije: «Tíramelo, tíramelo, que lo escucho desde el baño». Subió el volumen, y mientras yo cagaba empecé a escuchar el ritmo, saqué el móvil y escribí toda la letra antes de terminar. El productor me dijo: «¿La sacaste cagando». Y yo: «Sí, sí». Así salió.

En Canarias ha habido un repunte de creatividad musical en el último lustro, ¿no?

Sí. De unos años para acá, nuestra forma de hablar, nuestra forma de entender la música, está teniendo más aceptación. Quizá sea por la globalización, que hace que los mensajes circulen más rápido y sean más universales. Lo del mojito pescado es llamativo (risas). Nosotros los canarios presumimos de nuestra cultura.

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