Pablo Milanés: «Sigo siendo un revolucionario; cambió la Historia, pero yo no»
El autor de «Yolanda» y «Yo no te pido» no viene de vacío, lleva en la mochila su nuevo disco, «Como un campo de maíz», en el que recupera canciones de juventud
MANUEL DE LA FUENTE
MADRID. Son ya más de cuarenta años a pie de obra, a pie de canción, los que lleva el cubano Pablo Milanés tirando de trova y melodía. Un nombre tan propio como imprescindible de la música cantada en español en estas ... décadas. Hoy mismo, el cantor emprende en Granada una gira en la que visita varias localidades españolas (día 5, San Roque, Cádiz; 7, Madrid; 9, Oviedo; 10, Murcia; y día 12, Vigo), y lo hace, además, con nuevo disco en la mochila: «Como un campo de maíz», en el que, curiosamente, recupera algunas canciones de cuando apenas contaba veinte años (ahora tiene 62), es decir, escritas incluso antes de que surgiera el movimiento de la Nueva Trova Cubana. Movimiento encabezado por Silvio Rodríguez («mantenemos una buena relación», dice sin demasiado entusiasmo) y el propio Milanés, un movimiento que, tal y como ahora recuerda, consiguió hacerse un hueco dentro del gigantesco mapa de la música de la isla: «Nos ganamos una posición y una manera de hacer las cosas al incorporar a nuestras canciones todo lo que nos tocó vivir como generación, política, histórica y culturamente».
En sus actuaciones no faltarán, por supuesto, muchos de sus clásicos «tanto debido a que el público los sigue pidiendo como porque a mi también me gusta recuperarlas». Esta gira tiene especial interés para el cubano que se la plantea con unas importantes expectativas personales, «no vaya a ser que el público se haya olvidado de mí».
Otros grandes de la música popular suramericana como Gilberto Gil y Rubén Blades son hoy ministros en sus respectivos países, Brasil y Panamá, sin embargo, Pablo Milanés, que fue miembro de la Asamblea Nacional cubana, no ha sentido la tentación de ir tan allá como sus colegas, sobre todo porque no «me gustaban las reuniones, no me sentía cómodo, ni tenía la suficiente disciplina, ni la suficiente constancia». No obstante, no le importa meterse en los berenjenales de comentar la situación política en la Perla del Caribe. «Por supuesto que mi visión política de las cosas no es la misma hoy que en los sesenta, entre otras razones porque las épocas son muy distintas. Entonces los análisis eran más sencillos, quizá más sentimentales. Fueron tiempos muy hermosos». De cualquier forma, y aunque asegura que no es un «adicto» al régimen cubano («siempre hay cosas que matizar, siempre hay margen para las críticas o para las apologías»), Milanés aún parece tener las cosas muy claras: «En esencia me sigo considerando un revolucionario; ha cambiado la Historia, pero yo no». A otros no se sabe, pero a este hombre, desde luego, la Historia (al menos la de la música) le absolverá.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete