Óscar «El Rana»: «Hay que parar el cambio de cantante en AC/DC, se van a cargar 50 años de leyenda»

La intención de este artículo era contar con dos opiniones acerca de esta controvertida sustitución, una en contra y otra a favor, o al menos más indulgente. Buscando la segunda contactamos con Óscar Ruiz «El Rana», fundador del club de fans oficial en España, amigo del grupo (suele recibirlos y cenar con ellos cuando visitan nuestro país) y posiblemente el mayor defensor de su legado sobre la faz de la Tierra. Pero para nuestra sorpresa esta vez no tiene defensa alguna, más bien todo lo contrario: «Estoy mal, muy mal, he tenido que apagar mi móvil durante una semana», asegura este ferviente fan, cuya vida gira tan en torno a la banda australiana que incluso su «salud física» depende en considerable medida de lo que a ella le ocurra. «He perdido la fe, lo he pasado mal varios días, y ahora estoy como que ya no siento nada. Cuando era sólo un rumor yo no me creía nada, lo negué categóricamente incluso en los medios de comunicación, porque estaba convencido de que era cosa de los chismorreos de Internet», se lamenta.

Óscar ha asistido a docenas de conciertos del grupo por todo el mundo durante los últimos treinta años, organiza viajes para verlos y regenta un bar en Pinto llamado LC/DR (La Charca del Rana), donde por supuesto, se rinde constante tributo a sus ídolos del rock. «Algún fan cabreado la ha tomado conmigo, y ha arrancado el cartel de la entrada. Yo, la verdad, lo entiendo y comparto su frustración. Está perdonado», asegura. «Lo malo es que yo soy una especie de representante de AC/DC en este país, y ahora mismo lo estoy pagando».

Sobre Axl Rose, piensa que «no puede haber un personaje más patoso, es la antítesis de AC/DC. Yo estuve en la primera actuación de Guns’n’Roses en Madrid, cuando presentaron su primer disco en la Sukursal Rock, y no duré ni media hora». En YouTube ya circulan vídeos del reciente festival de Coachella , en el que Axl (con sus Guns'n'Roses recién reunidos) y Angus dieron la sorpresa compartiendo escenario para tocar varios temas de AC/DC, pero él no ha querido verlos. «Ni pienso hacerlo», asegura, «ni dejar que nadie me haga el menor comentario al respecto. También he apagado el móvil por eso».

«El Rana» cree que aún puede hacerse algo al respecto. «He llamado a la promotora, al management, y me alegra que ahora me llame la prensa porque entre todos podemos hacer algo, podemos intentar pararlo, porque si no se van a cargar 50 años de leyenda de un plumazo». El problema de fondo, según él, es que «Angus no sabe lo que está pasando en realidad. Su hermano Malcolm era el que tomaba las decisiones en todo. Y ahora que él no está, alguien externo ha tomado esta decisión por intereses monetarios, y no por el bien del grupo». Pero lo peor ha sido «el fallo de comunicación», «las formas» con las que se ha ejecutado el cambio de vocalista. «Si quieres que me coma un bocadillo de mierda, tienes que envolverlo en papel de oro», exclama Óscar. «Imagínate lo siguiente. Sale Brian Johnson y nos cuenta que se fue de juerga con Axl Rose, que se lo pasaron en grande y que tuvieron un accidente y los dos se rompieron las piernas. Y nos dice que como él está mayor, AC/DC va a seguir con Axl aunque tenga una pierna rota , porque es su colega y es más joven. Ya puede ser Axl Rose o Fernando Esteso, que yo, así, sí que voy. Porque me lo pide Brian. Pero no de la forma en la que está ocurriendo todo. Aquí están pasando cosas que desconocemos, hay una suciedad de marketing impropia de AC/DC, y Angus y los suyos están pecando de inocentes. Yo creo que Brian Johnson ha sacado un comunicado porque Angus le ha dicho que le ayude, que la gente está muy encabronada».

Óscar había fletado autobuses para verlos en Lisboa, Sevilla y Marsella, pero lo más probable es que los cancele en cuanto la promotora ofrezca la posibilidad de devolver el dinero de las entradas. «Yo ya no quiero la mía, no quiero ver ese espectáculo y me gustaría que nadie lo viese», dice. «Y eso que a Angus lo considero un amigo, pero cuando un amigo comete un error no se le sigue la bola, se le da un toque para que espabile».