No me pises que llevo chanclas, el eterno agropop

Precisamente el agropop sigue siendo su seña de identidad principal, «una mezcla entre el campo y la ciudad , entre el cuero y la enea, entre una hamburguesa y un gazpacho». Un estilo que les sirve para cantar a su entorno. «Quizá si te crías en la ciudad le cantas a los neones, al asfalto o al cuero, pero en Los Palacios le cantas a lo que te rodea: a los tomates, al trigo y a los perros que pasan por la calle», defiende orgulloso.

«Rock con tomate» contiene además muchas influencias musicales. «Sí, todas las que hemos tenido en nuestra vida, desde los Beatles a los Clash , pasando por los Sex Pistols , Elvis, Pata Negra, Tom Jones o la música clásica . Soy una persona que ha escuchado mucha música de todos los estilos. Sigo poniéndome jazz cada vez que me ducho, desde Cole Porter hasta el último de los jazzistas». Música como la de su amigo Silvio, que «me entró por vena en el año 80 con su disco “Al este del Edén”, al que vi en directo un montón de veces y con el que canté. Creo que como decía él: “Hay que tener compás hasta ‘pá’ caerse, porque si te caes con compás no te haces daño”».

Entre esas influencias está también la del rock andaluz , al que hace un homenaje. «Es mi personal recuerdo a esa música con la que me crié». Un movimiento del que destaca a Triana «porque desde “Hijos del agobio”, “Un encuentro” o “El Patio” han sido gran parte de nuestra vida. Canciones con las que todo el mundo ha echado mucho humo y con las que hemos compartido momentos inolvidables de mediodía, de noche, de mañana… Una música realmente identitaria , que sólo existió aquí».